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DAMIAN.

Damian.

Un suave llamado al aire me hace jadear. Mi cabeza punza de dolor y poco a poco abro los ojos, me doy la vuelta apretando la mandíbula con fuerza. El cielo oscuro me da la bienvenida como una maldita broma.

Llevo la mano a la cabeza y siento el líquido caliente chorrear desde abajo del cabello. Intento recordar y lentamente regresan los recuerdos: el tipo del casco, la explosión, el campo de energía y... Thomas.

—¡Thomas!

Me siento en el suelo, soltando un fuerte quejido de dolor al sentir la cabeza dando vueltas y una fuerte presión en el abdomen.

Escucho pasos que vienen desde atrás y me apresuro a agarrar la espada que descansa junto a mis piernas. Cuando volteo, la empuño dispuesto a cortar a la bestia en dos, pero el filo de la espada se detiene a centímetros de rebanar su cuello.

—¡Ey, ey, sé que te caigo mal pero tampoco abuses!

Suspiro y dejo caer la espada.

—Drake. —resoplo.

—También me alegra verte, maldito demonio.

Quito mi mano del rostro y veo que me tiende la mano, así que la tomo y me ayuda a levantarme.

—Se llevó a Thomas y a Mar'i. —murmuro, furioso. Sintiendo que la cabeza me daba vueltas.

—Mantente quieto, ¿quieres? Necesitas descansar un minuto —dice, agarrándome de los hombros para detenerme pero quito sus manos e intento caminar hacia la costa nuevamente.

—No tengo un minuto, mi familia está allá.

—Igual de testarudo que Bruce —gruñe enojado y me agarra del brazo—. Necesito que te mantengas al margen. Terry se encuentran muy herido, Dick está ayudando a Lian, Jason casi muere por segunda vez y Duke recibió una mordida de esas cosas. No tengo muchas opciones —intento zafarme de su agarre—. Te necesito, ¿sí? Ayúdame porque no puedo solo.

Me detengo y volteo la cabeza lentamente para verlo, es cuando noto que está usando su traje de Red Robin.

—Llama a Stephanie o Casandra, déjame en paz.

—¡Están del otro lado de la ciudad, imbécil! —se aferra más fuerte a mi brazo y lo tomo de la muñeca con fuerza, mirándolo amenazante—. Escúchame, no me agradas, no te agrado, lo entiendo. Pero necesitamos trabajar juntos, por la ciudad, por esas personas y por nuestra familia.

Arqueo una ceja mirándolo fijamente.

—¿Nuestra familia?

—Sí, es que Mar'i y yo ten... —agarro la espada y retrocede—. ¡Perdón! Me refería a que quiero a tu familia como si fuera la mía, ¿sí? Todos nosotros hacemos una familia, una muy disfuncional a decir verdad, pero es nuestra familia. Déjame ayudarte y ayúdame, demonio.

Lo miro por unos segundos en silencio. Tiene heridas en el rostro, esa sustancia negra le cubre gran parte de los brazos y los pies, su cabello está mojado y su antifaz está a poco de romperse.

—Tsk. Vuelve a decirme demonio y te colgaré de un edificio. —me doy la vuelta y comienzo a caminar lentamente hacia la costa, cuando noto que no me sigue volteo a verlo.— ¿Te vas a quedar mirando o vendrás a la acción?

Él suelta una risa.

—Ja, eres un maldito desagradable, ¿ya te lo había dicho?

—Cierra la boca y camina más rápido.

✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora