✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]

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MAR'I.

Pasaron 20 días desde que llegué aquí, mi estadía en el castillo fue cómoda y reconfortante. La primera vez que pusieron la comida frente a mí me atraganté con ella como si no comiera en años, la cama era tan suave como la seda y el techo de la habitación estaba adornado con un espejismo de las nebulosas del espacio y las estrellas. Me llevé una horrible sorpresa al enterarme de que el abuelo falleció poco tiempo después de que una guerra a unos mundos de aquí se librara, mi tío tomó el trono y mi tía aprovechaba la mayor parte de su tiempo entrenando conmigo, asegurándose de que me mantuviera fuerte antes de que el bebé comenzara a crecer más.

Vestidos suaves y hermosos, elegantes peinados, joyas, baños calientes y rayos de soles alimentándome todos los días. Me sentía tranquila, papá volvía siempre, cada mañana, tarde y a veces se quedaba a cenar a petición de mi tío, el rey, ignorando las palabras de mi tía. A diferencia de ella, parecía que ellos se llevaban bien.

Todo era perfecto, salvo por la falta de Damian, Algodón y las videollamadas con Lian, a quien papá se encargó de informar sobre mí estadía aquí mientras mantenía a salvo mi bebé.
Las tardes aquí eran hermosas, con puestas de soles de ensueños y el sonido de la ciudad a lo lejos. Suelo salir al balcón de la habitación para observar la gran ciudad debajo de la colina donde está el castillo. Edificios enormes, torres y valles, carteles, pantallas, pero lo que más resalta son cientos de pequeñas lucecitas que van y vienen en filas, eran naves de transporte. Desde este punto la ciudad se ve tan gigante, no veo el final de ella incluso desde lo más alto.

—Papá está tardando —digo, apenas escucho a Agartha, mi kaeraor o dama de compañía, entra a la habitación—. Él más grande de los soles se está escondiendo —apoyo los antebrazos sobre el borde—. Debería ir a ver.

—Que vaya es una pésima idea, princesa. Puede ser peligroso si viaja en estas condiciones —se acerca a mí para extenderme un jarrón con jugo de satyr, una fruta tan dulce como la manzana—. Debe esperar, él vendrá a verla. ¿Se lo prometió, cierto?

—Sí —suspiro—. Tienes razón, solo debo esperar.

Inhaló y le doy un trago al jugo, mirando con atención la ciudad. Escucho a Agartha recoger algo y salir de la habitación asegurándome de que me prepararía un baño luego de la cena.

Exhaló y apoyo el codo sobre el mármol, dejando el jugo a un lado para observar las estrellas. ¿Qué estaría haciendo Damian en estos momentos? Papá dijo que le informaría y lo traería aquí apenas regresara a Metrópolis.

El pequeño núcleo en mi vientre aumenta en energía enviando olas de calidez por todo mi cuerpo. Se sintió tan reconfortante que sonreí y pasé la mano sobre el pequeño estómago hinchado. Se había vuelto más fuerte, lo puedo sentir. El núcleo de energía, su núcleo, solía enviar energía al mío cada vez que me sentía frustrada.

—No puedo sentirme sola mientras haces eso —sonrío, acariciando mi vientre—. No te centres en mí y guarda la energía para ti, debes crecer. Apuesto a que tu padre se sorprenderá cuando vea un bebé tan fuerte como tú, ¿no? —una pequeña ola de energía volvió a esparcirse por mi cuerpo y sonreí aún más—. Claro que sí. Él te amará y, tendremos que hablar respecto a tu abuela, tal vez no sea buena influencia para ti pero es tu familia también. Ugh, no sabes la clase de familia dramática que te espera aquí afuera, bebé.

Un destello de luz dentro de mi habitación me hace voltear y caminar emocionada dentro de la habitación, papá había llegado.

—¿Mar'i? —lo veo buscar por la habitación con su mirada antes de posar la vista en mí—. Ahí estás.