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MAR'I.

La prueba resultó ser más complicada de lo que parecía. Papá intentó sacarme sangre varias veces, pero en cada una de ellas la aguja termina rota o derritiéndose por mi piel, aún cuando intento reprimir mis poderes.

—Será mejor parar —sugiero, viéndolo con otra jeringa en la mano. Temo que mis ojos se activen y que termine lastimándolo—. No quiero lastimarte.

—No entiendo qué pasa —toca mi brazo pero lo suelta al mismo segundo, siseando de dolor—. ¿Por qué pasa esto?

—¿Tal vez sea autodefensa? Nunca antes me había pasado —suspiro.

Me mira comprensivo, deja la jeringa en su lugar y apoya su cuerpo contra el lavamanos del pequeño baño.

—Entonces hagamos uno normal —sugiere.

—Pero ya lo intenté siete veces y termino derritiéndolos.

—Pero esta vez solo —agarra un pequeño frasco de metal, parece de acero sólido—. Hazlo ahí y yo hago lo demás.

Pero tan pronto como el recipiente toca mis manos comienza a sobrecalentarse y derretirse como lava entre mis dedos. Papá retrocede sorprendido y se apresura a cargar agua en un vaso para lanzarlo sobre la lava que comenzaba a quemar la alfombra.

—Creo que será mejor llamar a mi tía —sugiero, viendo el vapor tomar la pequeña habitación.

—Apoyo la idea. —Se agacha estupefacto, mirando el líquido convertirse lentamente en un solido aún caliente.

Me aseguraré de no tocar nada con las manos, ni los brazos y de no mirar nada fijamente en los próximos minutos.

El sonido de su teléfono lo saca del espanto y lo busca hasta sacarlo de su bolsillo, le da una mirada a la pantalla antes de avisarme que espere un minuto dentro del baño. Lo veo salir y atender la llamada a una distancia del cuarto.

—¿Qué sucede?

Me concentro en el sonido del metal cerca de mis pies para no invadir en su conversación, agachándome a ver lo que causé con mis propias manos. Si realmente estoy concibiendo un hijo, ¿cabe la posibilidad de que mi cuerpo intente protegerlo? ¿O es una extraña alergia? Mamá era alérgica al cromo metálico, pude heredar algún tipo de alergia que enloquece mis poderes.

—¡¿Qué?! —la exclamación de papá me hace alzar la mirada hacia él, me da una mirada sobre su hombro y baja la voz otra vez, pero es imposible que no me concentre en su conversación después de eso:— ¿Cómo pasó?

Es complicado de explicar en este momento —era la voz de Bruce—, solo quería que estuvieras al tanto y... le avisaras a Mar'i.

—¿Cómo es que...? —se da cuenta de que lo estoy observando—. Olvídalo, yo le diré.

Te lo agradezco...

Antes de que pueda decir algo más, papá corta la llamada y pasa las manos por su rostro con clara frustración.

—¿Era Bruce? ¿Qué pasó?

El simple hecho de que se estuvieran hablando ya era alarmante.

—Me informaba respecto a lo que pasa en Gotham.

—¿Te dijo algo sobre Damian? —me levanto rápidamente, mirándolo ansiosa. El núcleo en mi vientre se disparó y cerré los ojos para evitar estallar.

—Starshine —se apresura a mí, pero levanto una mano recordándole que no puede tocarme—. ¿Qué sucede?

Siento la energía recorrer mi rostro, danzar por mis ojos y centrarse en mi cerebro hasta hacer zumbar mis oídos. Inhalo y exhalo lentamente, tratando de calmarme.

✓ METANOIA | DAMIAN WAYNE [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora