Capitulo 12

11 0 0
                                    


-Ah... Si, si. Ya voy.- digo un poco nerviosa dejándo el álbum en su lugar. El pareció notarlo ya que se acerca a mi.

-¿Todo bien por aquí.?

-Eh.. si, miraba tus libros de repostería..  Tienes muchas cosas interesantes.

Entrecierra los ojos.

-Me alegra que te gusten. Algun día are unas de esas recetas para ti.

-Seria divertido. Aunque parezca lejano tus palabras.

-No tanto. Solo cuando seas mía.

-Como si fuera a caer en tu estupido juego..

-Eso lo averiguaremos-curva sus labios en una sonrisa ladina. Parecía seguro de si mismo.

Sim embargo me debatía en si preguntar o no quien era la bebé de la foto.

-Quién es la...- Empiezo a decir. Pero Santiago interrumpe mis palabras con un dulce beso. Toma mi mano y me apega un poco más a el. posando unas de sus manos en mi cintura para profundizar el beso.

El cuerpo de este hombre era tan estable como un volcán. La temperatura subió rápidamente en la habitación.

No lo podía negar, Santiago besa bien, ¿que bien? Besa de maravilla es imposible alejarme de los labios de este hombre, aunque me gustaba su tacto lo que estábamos haciendo estaba mal.

No es que quiera parecer una Santa pero me prometí a mi misma no volver a entregarme de nuevo a ningún lobo vestido de oveja.

-Santiago...

-Ahora no.- dice atacando mis labios nuevamente. Colocando una mano en su pecho lo alejó un poco de mi. Aunque mi menté se negara mi cuerpo le pedía más. El pareció entenderlo ya que me toma en brazos haciendo que rodee su cintura con mis piernas  y me saca de la habitación, cuya habitación aún dormia mi hija.

Cuando llegamos hasta la sala de estar me deja con cuidado en el amplio sofa. Para luego colocarse encima de mi con cuidadpara no aplastarme. Luego comienza a besarme nuevamente. Pero esta vez más desesperado. Haciendome perder todo el sentido.

Empezó a dejar un reguero de besos por todo mi cuerpo haciéndome estremecer de placer mientras mi mente y mi cuerpo comenzaba a librar una batalla.

-Santiago.. - digo dejando escapar un gemido miestras sentía sus dedos bajar poco a poco por mis piernas descubiertas. Ya que tenía un pantalón cortó.

De Pronto mi mente voló hacia el pasado.

*Flash back*

Había discutido con Lúcia y me fui al trabajo con Marina molesta. Marina era la hija de un amiga de mi madre. Ella había venido conmigo a Brasil ya que mis hermanos la recibirían también en casa.

Trabajábamos en un puesto de comida por un mês. Miestras cortaba los aliños en trozos pequeños se acerca Víctor para empezar entablar una conversación conmigo. Pero estaba un como estresada y no le preste atención.

-¿Que tienes mija?- Pregunta el, mirándome atentamente. Al ver que no respondía a sus preguntas con palabras y solo con asentimientos

-Nada. -Repondo sin Mirarlo. Atenta a lo que hacía.

-¿Que ella tiene?- pregunta de Nuevo pero no específicamente a mi

-Tuvo una discusión con su hermana.- responde Marina que había presenciado todo. Era obvio ya que había sido en plena parada de bus. Para mi suerte no había nadie porque aún era temprano. Pero las personas a esa hora podían escuchar igualmente desde sus casas a pesar de no estar presentes.

Víctor trato de levantarme el ánimo y yo seguía ignorandolo.

Después de unos minutos se dio por vencido y volvió a su trabajo.

-Deberías salir con el y distraerte.- me insta marina.

-No se. No tengo ánimos de salir.

Rocío,¿ Que vas hacer en tu casa orita? Así me voy yo también a dormír fuera. No aremos nada en la casa, solo aburridas.

Pensé por unos momentos las palabras de Marina. Y en lo sucedido de esa mañana.

Al final me desido en salir con él. No quería volver a casa ese día. Y si Lucía me catalogaba una pu***a entoces le daré más de que hablar y no volveré a casa esa noche. Además no quería presenciar lo que se avecinaria después. Si quería discutir qué lo hiciera con más gusto cuando llegara al día siguiente después del trabajo.

En la tarde después de cerrar el puesto. Marina y yo buscamos a Victór que trabajaba al frente de nosotros en una tienda donde vendían forros de teléfonos, cargadores y esas cosas.

-Saldré contigo. Pero no tengo intención de volver a media noche a casa.- le dije sin vacilar.

-Bueno, si te quedas mejor.- dice el sonriendo.

Y yo, no pase desapercibido su sonrisa triunfante.

*Fin de Flash back*

(En multimedia el un ejemplo del puesto donde trabajaba Rocío con su amiga)

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora