Capítulo 70

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Narrador Omnisciente.

A la mañana siguiente...

Rocío sentía unas suaves caritas en su entre pierna que iban subiendo poco a poco por su cuerpo hasta sus  senos seguidos de besos en su rostro. Deja espacar un gemido de placer al sentir como el introducia un dedo en su interior. Para segundos despué unir su boca a su feminidad.

-Ya estás despierta -pregunta Santiago al escucharla gemir nuevamente.

Se colocó encima de ella y aspiró su cuello haciendole que se le erice por completo.

Santiago la separo de el e inmediatamente la libero de la pequeña bata que la cubría.

-No- Rocío sonríe coqueta mirándolo a los ojos.

-Mmm entoces tendré que continuar hasta despertarte...- dice el con voz ronca mirándola directamente a los ojos.

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Narra Santiago

La miré directo a sus ojos con tanta intensidad. Era ella, la mujer que necesito en mi vida, Era ella a la que he estado esperando. Y me importa una madre  si me estara retando o llevando la contraria cada 5 minutos. La necesito a ella, la mujer que lleva en su vientre a mi hijo y con la que sufriré al recordar el angelito que nunca conoceremos.

Un par de lágrimas salieron de sus ojos, pero no eran de tristeza, al parecer pudo apreciar todo lo que intenté transmitirle.

Me incorporo quedado encima de ella pero sin llegará aplastarla con mi peso.

Paso sus manos hasta mis hombros para apegarme más a ella, pues sabe la intensidad con la que devoraré su boca. Y no lo hice esperar, ladee mi rostro para tener acceso por completo, mis labios saboreaban los suyos que son tan suaves y que en ese momento temblaban de tanta necesidad como mi cuerpo.

Mi lengua rozó sus labios, pidiendo permiso a entrar. Mi nena le dio la mejor de las bienvenidas, al chuparla con delicadeza...

Sin más preámbulos me acomodo entre su piernas e introduzco poco a poco mi pene en su interior. Ella se aferra más a mí reciviendome deliciosamente.

Bueno, fui muy cuidadoso con su cuerpo y al final, nos acostamos agotados uno junto al otro.

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Horas después...

-Y ésto - pregunta con una radiante sonrisa cuando coloco la bandeja sobré la cáma.

-Es el desayuno para mí bella mujer.

-Que lindo- sonríe.

-Ya me lo recompensaras más tardé- digo guiñándole un ojo. Ella ríe.

-Tengo una sorpresa para ti.

-¿Sorpresa?- Frunce el ceño- ¿que tipo de sorpresa?

-Si te digo no lo sería amor. Iré a ducharme para vestir a las niñas. Ellas vendrás con nosotros.

-Ya me pusiste nerviosa. Tus sorpresas son un poco.. anormales.

Hago un gesto de dolor.

-Me ofendes nena, pero te prometo que está te encantará.

-Bien. Esperemos que así sea.

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Narra Rocío

-Amor ya estás lista? Ya van más de una hora que Estoy esperando por tí aqui parado.- se queja Santiago al ver que estába tardando mucho.

Y tenía razón. Pero tienen que entenderme. No ayaba nada que ponerme ya que nada me gustaba. Sobre todo porqué no se de qué trata la sorpresa.

No me dio ninguna información hasta ahora y eso me tiene los nervios a flor de piel.

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora