Capitulo 54

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Narra Rocío

Unos fuertes golpes en la puerta me sacan de mis pensamientos; lo cual me causa curiosidad.

Arropo a Gabriela que justo en ese momento se estaba acabando de quedar dormida, y voy a abrir la puerta.

Mi sorpresa fue enorme al ver a la persona frente a mi ;no puedo evitarlo, el ver de nuevo Santiago me hace ver como una tonta. Pero mi cara de asombro cambia al instante al ver el estado de su rostro el cual está un poco inflamado en uno de sus pómulos y otras marcas un poco rojas y púrpura comienzan a ser evidentes al igual que una de sus cejas está sangrando por un pequeño corte en ella.

- ¿Dios Santiago que te sucedió? - ya puedo imaginar mi rostro de angustia.

-¿Tu?- me señaló con el dedo- tu y yo..  tenemos que hablar.

Fruncí el ceño confundida.

-¿Estás borracho??- pregunto cruzando mis brazos. No lo podía creer. El que nunca bebía bebidas alcoholicas ahora estába cayendo por lo borracho que se encontraba

-No.

-¿Enserio? - pregunto para no reír. Parecía un niño negando una travesura.

-Eso no importa. Solo Venía a decirte qué ya se todo... Como no me di cuenta  antes que no vales la pena. Todo este tiempo detrás de ti y tu... disfrutando de la compañía de otro- rie irónico - ahora entiendo todo. El porqué no dejabas acercarme a ti...

Cada palabras que salía de su boca era como una punzada en mi pecho.

-De que rayos estas hablando- quería que me explicara para entenderlo y saber de qué rayos me estaba acusando.

Con furiosos y torpes movimientos; metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó lo que al parecer eran un par de fotos, las cuales sin ninguna delicadeza o amabilidad las aventó frente a mí. Por instinto alargue mi brazo alcanzando a tomar una mientras la otra caía a mis pies.

Mi corazón se detuvo; estoy segura que lo hizo, pues no escuchaba mis latidos. La vista se nublo por las lágrimas que comenzaba a acumularse en mis ojos.

¿Era enserio? De verdad me había dicho todo eso por una estúpida foto fuera de la cafetería hace algunos días, donde  había sufrido aquel mareo y por la ayuda de Yosep no habia caído al suelo, estaba plasmada en esa foto. Justo en ese segundo; dejando mucho de qué pensar, pero sin llegar a confirmar que en realidad sucedía algo entre nosotros.

Mi dolor y desilusión; no eran por que hubiese dudado, si no porque en vez de pedirme alguna explicación, decidió decirme todas esas horribles palabras, cuyas palabras nunca pence volver a escuchar. Lo mire sin ocultar mi rabia.

-Se nota que nunca llegaste a conocerme.

-Al parecer no. No sabia qué clase de mujer eres pero ahora sí lo se. Como no me di cuenta que solo eres una mas que busca mi dinero.

Esas palabras por una fuerte razón se adentraron en lo profundo de mi Corazón. Nunca me había acercado a un hombre por dinero y el no fue la excepción.

-Que no se te olvide que eras tu el que me buscabas. - dije dolida.- Y yo nunca supe de tu "dinero "- enfatice la ultima palabra,-  hasta ese día cuando me llevaste a conocer a tu familia.- era verdad. Nunca supe de su estado económico hasta ese día.

-Bueno si... Tienes razón . después de todo conseguí lo que quería. Al tenerte en mi cama- no pude evitar que las lágrimas Se acoplarán en mis ojos ante esas palabras sobre todo al escucharlo decir; -te hice mía de todas la formas posible y me encanto. Y creo que a ti también. Y no te atrevas a decir que no. La verdad muñequita superaste los límites fuiste una amante excepcional.

-¿Amante?- Pregunte.

¿Enserio? solo había sido su amante todo este tiempo??

No puedo creer que aya confiado en el a tal punto de entregarme.  No solo en cuerpo sí no que le di lo que prometí jamas volver a arriesgar; Mi corazón.

Limpio con mi dorso, lágrimas rebeldes que corrían por mis mejillas. Sentía rabia. Rabia al saber que me había dejado engatusar por un idiota que solo buscaba llevarme a la cama y yo como una estúpida había creído en todas y cada una de sus palabras. Todo era mentira. Como pude volver a creer.

Levante la mirada, sin poder ocultar mis lágrimas y el dolor en ellos, pero ya no quería respirar su mismo aire que comenzaba a asfixiarme, el ya había tomado su decisión;  y esa fue creer lo que reflejaban esas fotos, y tratarme como si no valiera nada. Dejándome más que claro que solo había sido un juguete para el todo este tiempo.

-O vamos no me mires así. Cuando soy yo quien debería hacerlo,- dice el con desprecio-  Y déjame decirte que fue un placer enorme que me ayas dejado estar entre tus piernas...

- Vete- no salió nada más de mi boca. Lo vi tensarse.

- Antes me contestaras unas... -Enserio? ¿Ahora pediría respuestas, después de todo lo que me dijo? mi ira creció.

- ¡Que te vayas!-apretó sus puños, al escuchar como grito interrumpiendolo.

- No- negó

- vete,... lárgate de mi vista -mis nervios comenzaba a traicionarme y los gritos cada vez eran más fuertes. (Gracias a Dios estaba sola. Aparte de mi hija claro). Me abracé intentando sentirme protegida y solloce conteniendo el llanto

- Por favor Santiago vete-  suplique, queriendo terminar con esto.

El desespero se reflejó en sus ojos e hizo el movimiento de acercarse; pero retrocedí y alargue mi brazo como si fuera mi arma de defensa.

- ¡¡Lárgateeee!!- hasta yo desconocí mi voz, la cual reflejaba odio y desepcion.

Sé que también él lo interpretó de esa forma porque se alejó sin decir una palabra más.; Baje la mirada negándome a verlo pero la imagen de la otra foto apareció en mi vista. Confirmando que esto no era una pesadilla.

Escuché como habria Ia puerta y cuando levanto la mirada veo que se tambalea para después caer esparramado en el piso, grité por el susto no sin antes haber asegurado su cabeza para que no se la golpiara contra el piso en el acto.

-¡Santiago!-lo llame al ver que no respondía- Santiago, por Dios. ¡Despierta!

Asustada y asegurándome de que no se había lastimado fui por mi teléfono.

No sabía que hacer en ese momento..mis hermanos habían salido a punta negra y yo como había llegado tarde del trabajo no quise ir
Marque el número que buscaba en mis contactos y al segundo timbraso contesto la llamada.

-Necesito tu ayuda por favor.

*****
Unos quince minutos después, ya estábamos llegando a el departamento de Santiago.

Alex subió a Santiago a su piso... Y yo con Gabriela en brazos le seguí el pasó. Su semblante serio denotaba que estaba molestó. Pero dudaba que fuera conmigo . Pero estaba segura que se contenía a preguntar alguna cosa

Alex deja a Santiago sobre la cáma, y yo hago lo mismo con Gabriela que me miraba con mucha curiosidad. Me ocupo de quitar los zapatos de Santiago para luego tomar a mi hija en mis brazos y sentarme en el cómodo sillón que se encontraba en el mismo lugar que la última vez.

Mire a Santiago detenidamente. Que desde la distancia en la que me encontraba sentada podía apreciarlo perfectamente, su hermoso rostro dormido, ajeno a todo a su alrededor.

Tan guapo y... tan idiota. Como todos los demás. Como pude ser tan tonta, de pensar que alguien por fin se había enamorado de mi. Su forma de actuar tan.. sigilosa y atevevida me habían cautivado. Hasta que descubrí que era casado, y que yo solo había sido su amante como me lo había confesado.

Que fuerte es el destinó. Justo cuando me desido intentar sentir algo, me vuelven a romper el corazón dejándome más que claro que ese tipo de amor.. no es, ni será para mi.

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora