Capítulo 31

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A la mañana siguiente...

Lentamente abrí mis ojos y un escalofrió recorrió mi cuerpo, al instante sentí que me encontraba en los fuertes brazos de Santiago, levante mi vista esperando encontrarme con su sereno rostro descansando, pero sus ojos claros fueron todo lo que vi, una hermosa sonrisa se formo en su rostro y no pude evitar hacer lo mismo.

-¿Hace cuanto tiempo llevas despierto?

-No lo se, la verdad no medi el tiempo, solo te observe.

Podía sentir mis mejillas arder y mire a mi hija que aún estaba dormida a mi lado. Lo más curioso de todo era que yo estaba en Medio de la enorme cama y Santíago y mi hija a cada lado de esta. Gabriela tenía muchas almuadas rondeandola. Sonreí.

-¿Como llegue de este lado?

- Yo lo hice.¿Dormiste bien?

Asiento y el acaricia mi mejilla con suavidad. Y deja un casto beso en mis labios.

En ese momento Gabriela despierta y nos mira a ambos. Santiago y yo reímos al ver su carita de sueño.

*******
Narra Santiago

Me sentía realmente feliz de que Rocío y la pequeña Gabriela ayan estado en la cena navideña con mi familia y Conmigo.

Rei cargado del mesón recordando con nitidez haberla tenido en mis brazos anoche tan frágil y hermosa. Cuando sentí sus manos en mi piel, la tensión que atravesaba mi cuerpo como agujas se fue desvaneciendo, me quedé con el deseo de tenerla a mi lado de esa manera está mañana al despertar. Me callaría lo que sentía si con ello podía verla y disfrutar de su valiosa compañía.

Habría querido seguir besandola y pronunciar las palabras prohibidas.

De haberlo hecho, Rocío hubiese hecho una de dos cosas: huir y que  no pudiese verla o permanecer pero en alerta, reforzando ese muro inquebrantable que nadie lograba pasar. Al menos me conformaba por ahora con que ella supiera que me gustaba.

Rei nuevamente. De todas las mujeres, ¿por qué mi corazón tuvo que elegir a alguien tan complicada?

-Entonces... ¿sí es tu novia?- pregunta Henry interrumpiendo mis pensamientos.

-Lo es- digo sonriendo- ya lo comprobaste anoche.

Lo veo ladear la cabeza, sus ojos entrecerrados.

-¿Qué te pasó hermano?

-¿Qué?- lo miro frunciendo el ceño

-Eras un imbécil con la que se te cruzara. ¿Por qué ahora?

-Ella es diferente... Me gusta.

El levantó sus cejas en sorpresa.

-¿En serio?

Asiento.

-¿Y sabe la verdad?

Frunso el ceño de inmediato y observo a mi hermano por unos segundos... Antes de pasar por su lado.

Me sentí enojado de pronto. No con Henry ,si no conmigo mismo.

Me paró en el marco de la puerta de la cocina a observar a Rocío que conversaba amenamente con mi madre y abuela en el salón.

Ella rie de algo que mi madre le dijo y no pude evitar asomar una sonrisa en mis labios al verla sonriendo.

-Juraría que nunca habia visto tal brillo en tus ojos San... A decir verdad, nunca lo habia visto.

Sonrio dándole una mirada fugaz.

-Te estás enamorando sin darte cuenta, hermano.

Pero después, veo que su sonrisa, casi instantáneamente se eliminó.

-Pero...no querrá saber de ti si no le dices la verdad ahora. Pensara que la estás utilizando.

-Ya he pensado sobre eso Henry. Pero por ahora no quiero saber más del tema por favor y menos ella estando serca. Aún no es el momento.- Digo saliendo de la cocina para no seguir escuchando sus sermones.

Anoche casi se me sale de las manos mi secreto. Si no fuera porque tuve que hacerle señas a mi madre, mi abuela hubiera dicho todo sin darse cuenta de la situación.

Tenía que decirle a Rocío la verdad, lo se. pero no sabía cómo y no encontraba el momento. Me atemorizaba lo que pensara sobre eso y después de lo de anoche se que pensara que solo la utilice para acostarme con ella como me había dicho Henry.

Desde un principio tenía la certeza de que Rocío no estaba preparada para una relación. Lo sabia, aun así, ¿por qué me sentí con el derecho querer reclamar más de ella, de su compañía ? ¿Tan horrible era la idea de que yo no pudiese gustarle que perdí el control de mis acciónes?

Era un desastre. Rocío me convertía en un desastre, y lo peor, ella no se percataba del poder que tenía sobre mí. Era tarde para retractarse o dar un paso atrás. Estaba hundido hasta el fondo.

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora