Capitulo 18

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A la mañana siguiente...

A medida que el tiempo avanzaba, el trabajo se acumulaba y comenzaba a sentirme cansada de venir de un lugar para otro.

Había comenzado a llover toda la mañana desde que llegué . Y cuando eso pasaba no había muchos clientes y cuando llegaba se dispersaban rápido, era un alívio. así que podía oir cuando alguien entraba pero no levantaba la vista.

-Ola, ¿que possso te ofrecer?
(Hola, ¿qué puedo ofrecerte?)

-Un café con leche.

Siento como mis dedos se estremece y levantó la cabeza cuando escuchó esa voz.

Sonrió cuando veo que era Santíago

-¿Por qué estás aquí?

-¿No puedo tomar una taza de café?- frunso el ceño y marcó la orden.

-Por supuesto que puedes. Pero trabajas en un restaurante.

-Quería algo diferente.

Frunso el seño mirandolo con desconfianza y después me di la vuelta para hacer el café y lo colocó sobre el mostrador cuando termino.

-Tu café con leche.

Dice con calma:

-Para llevar.

Tomó la taza y la pongo en un soporte.  Santiago me miraba con la palma de la mano sobre el mostrador. Le entrego el café y el me pasa el dinero de este.

-¿Y bien? - interrogó devolviendo el restante del dinero.

-¿Que?

-¿No vas a decirme que haces aqui?

-Ya te dije, solo vine por un café.

Entrecierro los ojos. No me creía esa historia de venir solo por un café.

Lo interrogó con la mirada.

-Bien, bien...  Quería invitarte a cenar y aprovecho llevarte a casa.

-¿Como una cita?

-Si..

-No.

El, No disimuló para nada su cara de asombro.

-¿Poque?

-No dejaré a mi hija sola para salir con un hombre.

-No soy culaquier "hombre" y lo sabes perfectamente y no tenía planeado que la dejaras sola. Ella iría con nosotros por supuesto.

-Hmmm

-¿Entonces es un si?

Santiago me queda mirando por un momento. Uno muy largo.

Resopló.

-Todavía faltan dos hora para que acabe mi horario de salida. Y sería muy tarde cuando llegue a casa.

-Eso no es un problema. Puedo esperar.

-Bien.

******
En mi hora de salida había  parado un poco de llover. Santiago me mira sonriente cuando caminó hasta el. Había pasado casi dos horas esperándome. Y justo cuando pence que iba a rendirse al ver que se marchaba, regresa unos minutos después con un hermoso y elaborado ramo de flores con varios tipos de ellas.

Mi cara debía ser un numerito en ese momento. Ya que responde:

-Cada rosa representa cada una de tus cualidades. Hermosura, carismática, paciente, inteligente, educada, tierna, dulce, bella.
Como puedes ver me falta conocerte más para cubrir todas las rosas, espero me des la oportunidad de conocer cada una de tus cualidades.

Se acerca hasta mi y me entrega el ramo de flores. Trato de ocultar mi emoción al ver semejante ramo delante de mi. Con toda compostura tomo el ramo de florres y aspiro el suave olor que estás desprendían.

-Son realmente hermosas. Gracias-  me aserco un poco hasta el para darle un casto  beso en los lábios, Mientras mis compañeros de trabajo soltaban un respectivo oooh. Seguidos de vitores y risas. Los miro con mala cara.

-Me alegra que te ayan gustado- sonríe devolviéndome el beso. Y más vítores lo que hace que nos separamos cortando aquel maravilloso momento. Segundos después nos encaminamos a la salída

-Espera deje mi chaqueta dentro. Puedes adelantarte hasta el auto por favor.

-Ok.

Mire con desconfianza los grandes posos de agua que se formaron en la carretera miestras me acercaba al auto de Santiago. En eso pasa un autobús a toda prisa.

Típico de ellos

Y sin poder hacer nada, este pasa sobre el posó y una enorme ola de agua cae sobre mi.

-Rayos.- me quejo.

-Pobre de la persona que hubiera estado Serca de ese posó porque...-comenzo a decir Santiago pero se interrumpe al instante al verme toda empapada. Me giro a mirarlo sintiendo mis mejillas arder de la vergüenza. Miro que el estaba conteniendo las ganas de reír.

-¡Ni se te ocurra!- protestó.

Se aclara la garganta y se pone serio.

-No lo iba a ha...- dice llegando hasta mí

Una nueva ola de agua lo interrumpe al instante epapandolo todo. Eh inavitablemente  suelto una carcajada. Mientras el me mirababa de una manera que no logré descifrar.

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora