Narra santiago
No pude evitar sonreír ante los contra ataques constantes de rocío. Siempre estaba a la defensiva conmigo y eso me ponía duro.
Era tan hermosa cuándo se enfadaba. Y lo era aun mas llevando a mi hijo en su vientre. Si lo se, me pueden llamar machista, pero no puedo evitar sentirme orgulloso de tenerla para mí y ser yo el padre de nuestro bebé.
Se que Gabriela no lleva mi sangre pero igual quiero a esa nena como si fuera mía y mientras viva no dejaré que nadie les haga daño.
Sim embargó no dejo de sentirme un idiota al ser yo el que aya ocasionado ver si ojos apagados por este tiempo. Por eso he hecho lo mejor para volver a encender ese brilló en sus preciosos ojos.
Parece que lo estoy logrando ya la he descubierto en varias ocasiones mirandome más de lo normal, yo...bueno.. no podia evitar molestarla de vez en cuando, guiñándole un ojo y lanzandole un beso. Cosa que odiaba que hiciera pero podía entender el porqué. Al parecer la ponía nerviosa ya que, desviaba la mirada molesta o se apartaba de mi. Uyendo a la cocina o cualquier otro lugar del departamento donde yo no pudiera verla. Lo cual me parecí exitante.
Al verla en ese posición en la cocina no pude evitar tocarla, tengo semanas sin tener intimidades con ella y eso la verdad me tiene más que activó 24/7 pero yo no quería hacerlo con cualquier mujer. Quería hacerlo con ella. Mi rocío, mi mujer. Porque aunque ella no lo sepa así es.
Ya no me veo tendiendo intimidades con otra mujer que no sea ella.
!Rayos¡ hasta me tiene con unos jodidos dolores de hu.. en fin no me desvio. El punto es qué no descansare hasta tener a esa mujer donde quiero. Y no solo hoy , si no mañana y siempre.
Sigo a Rocío hasta la habitación dándole un chance que saliera de el baño donde había durado unos breves minutos. El cual sale tan distraída que no se percata de mi presencia serca de la puerta del bañó
La veo acomodarse en la cama y después me meto a su lado. Sin poder contenerme paso una de mis manos por su caderas y comienzo a descender mi mano haciendo el momento más íntimo.
La siento reaccionar ante mis caricias, ya que suelta un leve gemido el cual es música para mis oídos. Cosa que me animo a ir hasta más abajo llegando hasta su monte de Venus. Hago pequeños circulos en el esperando su reacción la cual no tarda en llegar.
-¿Que se supone que haces?- pregunta. Su voz tratando de sonar indiferente. Me acerco a su cuello dejandole un leve beso en el y siento su respiración agitarse miestras mi amigo comenzaba a levantarse.
-Acariciando al bebé.- mi voz sonando ronca por lo excitado que estaba.
-El bebé no está hay- toma mi nano y la sube hasta su barriga - está aquí.
Sonrió nuevamente.
-Te Amo - no pude evitarlo, Estás palabras salieron de mí como si mi cuerpo tuviera vida propia. Y creo que así era. Al estar con Rocío todo mi cuerpo se doblegaba a ella.
-No me hables...- dice entre dientes. Su excitación era evidente.
-Bien... Entonces voy a convesar solo con el bebe.- digo y la vuelvo hacia a mi haciéndola quedar de cabeza para arriba.
-Pero qué...
La interrumpo
-No me hables, que esto es estre el bebé y yo.-me meto entre las sábanas recostando mi cabeza aún lado de su barriga y mi mano en el otro lado. Para poder escuchar los latidos de mi bebé.
-Mi niño...-comienzo a decir y la escucho suspirar. - me oyes, yo soy tu papi, y se que aun estas muy pequeño para nacer pero... No sabes las ansias que tengo de conocerte. El miedo puede ser grande, pero el amor que te tengo lo es mucho más- con cuidado me incorporo un poco para mirar a los ojos a mi nena que tenia los ojos enchumbados por las lágrimas- porque tu eres el resultado perfecto de este amor- finalizó mirando a mi amor con adoración.
Subo por su voluntuosos cuerpo quedando justo encima de ella, sin llegar a aplastarlos, dejandola en medio de mis brazos. limpio una lagrima de su mejilla con mi mano... conteniéndo las ganas enormes de besarla.
-¿Que te hace pensar que es un niño?- dice
Sonrió
-Se que lo será.
-No estoy tan segura de eso.
-Quieres apostar - la reto sabiendo la respuesta. Rocío odiaba perder los retos, más que todo si eran conmigo.
-Por supuesto. Que quieres perder
-Yo no voy a perder preciosa porque estoy seguro que sera un niño.
-Veamos donde se irá toda esa seguridad cuando nazca una niña.- dice de mala gana. Supe al instante lo que había querido decir con aquellas palabras.
-Nena, aunque sea niña también la voy a querer de la misma forma - siento su cuerpo relajarse-.y bien ¿hay trato?
-¿Que ganarás tu de esto?
-A tí - lo se soy un idiota pero no pude evitar dejar pasar esta oportunidad. Amo a esta mujer y si está apuesta era el incentivo para qué por fin estemos juntos entonces estaba dispuesto a lanzarme a quema ropa con el fin de tener su perdón y hacerla mi esposa de una vez por todas
Suspira y traga en seco, para después rozar la punta de su lengua entre sus labios para humedecerlos.
-Bien... Ahora ya te puedes bajar
La miro detenidamente. Sus palabras me rechazan pero su cuerpo me decía lo contrario. Sobre todo al verla humedecer sus lábios. Hago un esfuerzo sobre humano para no besarla en ese momento. No quería espantarla. Así que con todo el pezar del mundo me incorporo para recostarme a su lado. Y al instante ella se vuelve dándome la espalda lo que hace que su trasero se eleve un poco dejandome una maravillosa vista.
¡Por Dios! Está mujer me volverá loco
Estoy seguro que lo habrá echo adrede. Sonrió y la abrazo nuevamente llevando mi mano a su barriga y pegando mi anatomía a su tracero intencionalmente para hacerlo sentir mi erección. La veo tensarse.
-Dime qué es tu mano la que está en mi tracero - pregunta con voz ronca.
-No nena ,no lo es- sonrió dándole un beso en el lóbulo de su oreja.
-Si quieres seguir procreando mas minis tu, aleja tu.. esa cosa de mi. - me amenaza y no puedo evitar reir.
-Quién te dará placer entonces.
-Existen otras opciones.
-Las cuales no te dejare usar.- tomo la cobija y la coloco en nuestros cuerpos.
-Tu.. ¿dormíras aquí?- pregunta mirandome por sobre su hombro.
-¿Miedito nena?
-No..- vuelve la vista al frente.
Retiro la mano de su vientre y hago pequeños círculo en su pierna bajando provocativamente un dedo en el interior de su pierna.
-Tranquila... No sucederá nada que no quieras. - le digo muy Serca de su oído cuando la escucho soltar un pequeño gemido. Sonrió, y dejo un casto beso en su cuello- buenas noches nena.
Abrazado a mi morena, sentía como se iba quedando dormida poco a poco. La apego más a mi empezando a sentir mis ojos pesados para minutos después dejarme vencer por el sueño.
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Unidos por el destino
RomansaTras haber dejado su país natal, Rocío llega a la cuidad de Brasil uyendo no sólo de su dañina relación si no en busca de algo mejor. Un empleo, un Nuevo comienzo y paz mental. Tres meses después de haber trabajado en varios locales con un pequeño...