Capital 78

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Santiago abre  la puerta y me toma en sus brazos para llevarme hasta la habitación. Al entrar suelto un gemido de sorpresa.

La habitación estaba llena de pétalos de rosas rojas y pequeñas velitas que alumbraban la estancia.

En la cáma había un corazón de pétalos y dentro de el tenía la palabra te amo también en pétalos. Bien visibles. En el piso ni se diga. Había. Pétalos hasta el topé.

-¿Te gusta?- pregunta santiago.

-Me encanta ¿Lo hiciste tú?

*****
Narra Santiago

-Tube un poco de ayuda.- respondí - Ya te dije una vez que por ti amor. Seria el hombre más romántico del universo.- la colocó de pie en el suelo para seguir besándola. Tomo su rostro entre mis manos y la pegó más a mí. La vuelvo en mis brazos para ponerla de espaldas a mi y comenzar a quitarle el vestido.

-Te vez hermosa con ese vestido. Lastima que está estorbando en estos momentos

Ella sonríe coquetamente mirándome por encima de sus hombros.

Bese sus hombros con ternura. Acariando con mis manos y labios cada parte de su piel que estában a la vista. Empezé a batallar con el bendito cierre de su vestido.

Estaba desesperado, este vestido no desaparecía de mi vista, no pude mas, lo rompi, Rocío miro con ojos acusadores.

-Lo siento, pero ya no pude aguantar mas mi amor- le sonreí inocentemente, ella negó con la cabeza, mientras se empezaba a quitar el vestido, dejando ver un lindo brasier blanco de encaje acompañado de unas bragas del mismo color.

-Te gusta lo que vez- dice ella con voz tentadora.

-No tienes idea.

Me apodero de sus labios y me ayuda a quitarme el traje con cuidado, con delicadeza,  no como yo lo había echo con ella.  De un tirón me deshago de mi saco y corbata, sus besos se vuelven más intensos y comienza a desabotonar mi camisa deshaciéndose de ella en segundos.

Acaricia mi torso desnudo mientras mis manos hacen un recorrido por toda su piel, baja sus manos hasta mi pantalón, después de soltar mi cinturón en un ágil movimiento mi pantalón se desliza por mis pies.

Tiro de la goma de mi bóxer y de igual manera caen al suelo. Camino hacia mi cama aún con sus labios sobre los mios y al sentir el borde la dejo caer de manera suave.

Me colocó sobre ella y apoyo mis codos sobre el colchón para no dejar caer todo mi peso en ella me ubico entre sus piernas, con mis labios hago un recorrido de besos hasta su abdomen. Guío mi miembro al de ella y comienzo a entrar de una manera dulce y delicada.

*****
Narra Rocío

Hago un mueca de dolor cuando lo siento penetrarme pero no lo detengo. El pareció notarlo ya que se detiene y se levanta un poco para mirarme.  Lo beso y lo pego nuevamente a mi cuerpo haciendo que no se detuviera.
Santiago se mueve dentro de mi de una manera suave, haciéndome sentir un sinnúmero de efectos, lo miro y él me mira; sus ojos son apenas tocados por la luz de la luna que logra escabullirse por la ventana, esos ojos que me miran con pasión, que siento que me escudriñan hasta el alma, Santíago muerde un poco mi labio inferior y reposa su frente en la mía como siempre y me encanta que lo haga, con mis ojos cerrados llevo mis manos a su espalda y la acaricio suavemente con mis dedos, mientras él lleva sus labios a mi cuello, sus pequeños y suaves gemidos muy cerca de mi oído me causan una emoción incomprensible.

Rodeo su cuello con mis brazos y me ubico sobre él sin separar nuestros cuerpos, me muevo de la misma forma que él lo estaba haciendo y siento sus manos enterrarse en mi piel, esos suaves gemidos me excitan, me inclino hacia él para besar sus dulces labios, con su mano en mi cuello profundiza el beso. Llego al climax y lo aferro a mi cuerpo tanto que creo que lo he dejado sin respiración, él solo sonríe de una manera traviesa que me hace sonreír igual,
vuelve a ubicarse sobre mi y siento mis piernas de gelatina, llega a la liberación con sus labios puestos sobre los mios, los abandona unos segundos para articular un suave gemido. Amo a  este hombre por Dios.

Intenta recuperar su respiración con su rostro en mi cuello. Acaricio su espalda, éste ha sido unos de los mejores días de mi vida.

Regresa a mis labios con suaves besos mientras va saliendo de mí, se coloca de espaldas en la cama llevandome con el haciendome quedar encima. Nos miramos por unos segundos mientras él hace pequeños círculos con las yemas de sus dedos sobre mi espalda desnuda

-Mi amor. Hoy ha sido el día más feliz de mi vida, hoy por fin hemos sellado nuestro amor, uniendo nuestras vidas frente a Dios y el mundo, quiero pasar el resto de mi vida contigo con la mujer que alguna vez lastime con mis idioteces, a la que alguna vez casi pierdo. Y aún así estuvo dispuesta a perdonarme y ser mi esposa. Te amo Rocío.

Besa mis labios y me hace sonreir.

-También te amo Santiago.

Alguien me dijo una vez, "Si te enamoras de 2 personas, quédate con la segunda, porque si en verdad estuvieses enamorado de la primera, no te hubieras enamorado de la segunda".

Y creo que tiene razón...

Fin

Unidos por el destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora