My Dangerous Husband ~ Hyunin ☢️

♡ Capítulo 44 ♡

No puedo creer que me esté pidiendo esto. eso será imposible. Fue un error todo fue un estúpido error... Los seres humanos siempre meten la pata, nadie es perfecto... lo sé, esto fue producto del maldito estrés y a mí enojó por su actitud...

Jeongin nunca había visto a Hyunjin tan tranquilo en su vida e incluso dibujaba de vez en cuando una sonrisa en su rostro, como si nada hubiera pasado. No
podía saber lo que su esposo estaba pensando en ese preciso momento.

Jeongin camina nuevamente hacía Hyunjin, arrodillándose frente a él, toma su mano, haciendo qué Hyunjin lo observe, pero Jeongin al verlo en sus ojos no reflejaba ni una pizca de humanidad, eran tan fríos y oscuros, que su rostro tampoco mostraba ninguna emoción desde su posición.

ㅡCariño, se que hice mal, no debí devolver ningun beso, y mucho menos permitir que se sentará en mí, debí apartarla de inmediato. Cómo también debí controlarme. Sé que hice algo imperdonable, pero por favor no me hagas besarla de nuevoㅡ súplica Jeongin sin soltar la mano de su esposo.

Hyunjin observa las manos temblorosas de Jeongin y se echa a reír, luego observa a la sorprendida Caroline, pero al verla inmediatamente frunce el ceño.

ㅡ¿Caroline no te parece gracioso lo que acaba de decir tu profesor? ¿por qué no te ríes conmigo?ㅡ burla Hyunjin.

Caroline se muerde su labio inferior, ahora mismo estaba completamente confundida con las acciones de su profesor, y de aquel extraño hombre, aparte de que lo había llamado "cariño" era imposible que su profesor estuviera casado...

Caroline solo forza una sonrisa.

ㅡSeñor Yang Jeongin, sigo esperando o quiere obligarme a que haga algo malo otra vez. Ya qué, no soy su esposo, sino un simple amigo al que llamas "cariño" de vez en cuando y que hará realidad su fantasía sexual. Contaré hasta tres, si lo veo todavía arrodillado frente a mí, entonces me romperá el corazón y eso será lamentableㅡ advierte Hyunjin sarcásticamente, soltándose del agarre de su esposo.

Jeongin mira al sonriente Hyunjin, mientras le indicaba que se dirigiera a donde estaba su alumna. Había sido mejor ser golpeado o asesinado que ser obligado a esta humillación, viendo que sus palabras no consiguieron que Hyunjin mostrara algún tipo de expresión, Jeongin se levanta resignado y camina hacía donde está Caroline, la empuja cerca de él. Respira hondo y cierra los ojos, Hyunjin saca su móvil y toma un video de la forma en que Jeongin está besando a la chica, pero ambos se detienen cuando Hyunjin patea abruptamente la mesita de centro de la oficina.

ㅡYang Jeongin esa no es la forma como la estabas besando cuando yo entré, ¿por qué tiene miedo, profesor? no te comeré ni te causaré ningún problema. Estoy esperando, por favor, bésala de nuevo, está vez que sea más romántico y que contenga más emoción, ya sabes lo que quiero decir... Ahora continúaㅡ ordena Hyunjin sentándose nuevamente.

Sosteniendo su móvil en la opción de vídeo, espera a que Jeongin vuelva a besar a Caroline. Pero Jeongin no reacciona ni se mueve en frente de su alumna. Hyunjin puede matarlo en ese preciso momento, pero no lo volvería hacer. Hyunjin al ver al humillado Jeongin, suspira tocándose la cien.

ㅡCaroline ven aquíㅡ

ㅡ¿Eh, qué?ㅡ responde una nerviosa Caroline.

La chica estuvo a punto de ir a dónde se encontraba Hyunjin, cuando Jeongin la sujeta de la muñeca, Caroline voltea al ver el agarré de su profesor, porque no entendía su reacción, mirando al hombre y a su profesor que ha amado por años sujetando su muñeca la hace sonrojar.

ㅡNo te muevas, será mejor que te quedes donde estás, al menos así estarás a salvo por unos minutos, no sabes quién es y de qué es capaz, por favor Carolineㅡ susurra Jeongin.

ㅡNo se preocupe profesor no me pasará nada, él no me hará nada, sé que se preocupa por mí y yo también me preocupo por ustedㅡ devuelve Caroline.

Jeongin mira detalladamente a su esposo, observando una daga en su tobillo. Así qué, no iba a permitir que una estudiante muriera en frente de sus ojos cuando tal vez podía prevenirlo. Hyunjin se levanta y arruga sus cejas al ver la mano de Jeongin deteniendola. Dándose cuenta que él había descubierto sus verdaderas intenciones, Hyunjin se dirige a la puerta, abriéndola de par en par, camina hacía donde su esposo y se para a su lado con los brazos cruzados.

ㅡJeongin déjala ir, no voy a hacerle dañoㅡ dice Hyunjin tranquilamente.

Jeongin mira fijamente a su esposo, poniéndose delante de la chica, luego logra empujarla por afuera de su oficina, sin darle ninguna explicación, cierra la puerta por detrás.

ㅡMátame, la culpa es mía por haberla besadoㅡ desafía Jeongin sin despegar su mano de la manija de la puerta.

Mientras qué, Hyunjin le da la espalda y pasa su dedo índice por los libros de la estantería que está detrás de su escritorio.

ㅡAgarra tus cosas y volvamos a casaㅡ ordena Hyunjin dándose la vuelta y regalándole una amplia sonrisa.

Jeongin no comprende su actitud está demasiado aturdido con su comportamiento, parecía que no estaba molesto o herido con lo que había pasado.

ㅡHyunjin, ¿estás bien?ㅡ pregunta Jeongin acercándose a su escritorio.

Hyunjin solo asiente con la cabeza, su móvil vibra y le echá un vistazo.

ㅡSe rápido, mamá acaba de enviarme un mensaje, diciendo que está en nuestra casa con Siuㅡ susurra Hyunjin al oído de su esposo.

Jeongin está indeciso, entrándole un escalofrío por su columna vertebral. Hyunjin toma el móvil, el bolso y el abrigo de su esposo, agarrado la mano del estático Jeongin para salir de su oficina, Hyunjin arrastra a su esposo hasta el estacionamiento sin soltarle la mano en ningún momento. Mientras qué, Jeongin solo miraba con tristeza al callado Hyunjin y el enlace de sus manos, que al llegar es soltado por su esposo.

ㅡYo conduciré en mi coche, deja el tuyo aquí, mandare a alguien para que venga por él, vamonosㅡ avisa Hyunjin abriéndole la puerta a Jeongin de su auto.

Entrando y conduciendo, Hyunjin no pronunció ni una sola palabra, ni desvío la mirada hacía su esposo en todo el camino, todo el tiempo mantuvo sus ojos fijos en la carretera, siendo el viaje más largo de sus vidas...