Capítulo 57: Día de Jjimjilbang

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El hombre dentro de la celda estaba esperando con los brazos cruzados frente a él sobre la mesa. Levantó la vista cuando la puerta de metal se abrió con un crujido y el alto detective entró.

"Quince minutos", le dijo al guardia en la puerta. "Asegúrate de que las cámaras estén grabando."

"Estaremos en espera."

Ante esto, el hombre de la mesa se burló audiblemente antes de volver a poner sus rasgos en una expresión neutral cuando el detective lo fulminó con la mirada.

"Es simplemente absurdo, Chanyeol", murmuró el hombre en voz baja. "Estoy desarmado, gordo, solo. ¿Adónde correría?"

"Suficiente", espetó Chanyeol. Tenía los ojos bordeados por la fatiga cuando echó la silla hacia atrás y se derrumbó en ella con irritación, apretando la mandíbula. Al mismo tiempo, tiró carpetas sobre la mesa entre ellos.

"No tengo tiempo para cortesías con delincuentes como tú", comenzó Chanyeol abruptamente, "así que seré breve. Asegúrate de responder o pagarás."

El otro hombre levantó una ceja. "¿Dos minutos en un interrogatorio sorpresa y ya estás amenazando a tu fuente de información? Chanyeol, esto no es lo que te enseñé—"

"Guárdatelo", rechinó Chanyeol. Mirar fijamente al hombre que una vez consideró su ídolo, el hombre que cayó en desgracia después de traicionar todo el ideal de justicia a cambio de dinero, era más de lo que podía soportar. Casi lo hizo vomitar el ácido en su estómago, el odio vil lo asfixiaba.

Era una de las razones por las que no lo había visitado a lo largo de los años. Pensó que estaba hecho de un material más fuerte, pero la realidad demostró lo contrario; a pesar de todo el tiempo que pasó, todavía estaba herido por la traición de su mentor.

Lo que era peor era que Lee Sooman no había cambiado, no se había transformado en un monstruo con una risa malvada. Cuando Chanyeol lo miró, Lee Sooman todavía tenía el aire de un hombre tranquilo y sin pretensiones.

Si Chanyeol se permitiera el lujo de recordar, encontraría recuerdos enterrados del brillo orgulloso en los ojos de su mentor, de sus incansables estímulos cuando trabajaban las 24 horas para resolver un caso y de sus carcajadas mientras bebían whisky y soju en sus raros días libres.

Chanyeol hizo una mueca y se pellizcó el puente de la nariz. Los días previos a este interrogatorio programado habían sido duros, plagados de dudas, sueños inquietantes y rechinar de dientes. Volviendo a Sooman, a pesar de ser su mejor pista en la oscuridad persiguiendo a este misterioso Tiger King, pronto sintió que algo lo estaba agarrando por la garganta con aun agarre vicioso.

¿Valía la pena desenterrar viejos fantasmas por el bien de una búsqueda inútil para finalmente atrapar al notorio criminal que había estado persiguiendo?

"¿Has estado descansando bien?" Lee Sooman preguntó con el ceño fruncido. "Pareces cansado. Siempre te dije que te tomaras las cosas con calma—"

"No te atrevas a terminar esa oración", dijo Chanyeol en voz baja, su voz suave como el silbido de una serpiente. "No puedes... preocuparte por mi bienestar. Eso fue antes. Todos tomamos nuestras decisiones. Ahora vivimos con ellas."

Lee Sooman cerró la boca y asintió. "Eso es cierto. ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Ayuda en algún caso?"

Extendió la mano hacia una de las carpetas, pero Chanyeol rápidamente golpeó con su mano los documentos, bloqueándolo.

"Espera hasta que te diga que hables", gruñó Chanyeol. Señaló las carpetas. "Tengo conmigo aquí los archivos del caso de Yang Hyun-Suk. Quiero que me mires a los ojos y me digas si alguna vez hablaste con él, consultaste sobre algún negocio o te asociaste con él de alguna manera."

The Tiger King (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora