The Tiger King (Traducción)

Capítulo 25: Conociéndote

"¿Qué, entonces comes un bagel todos los días?" Rosé preguntó incrédula, mordiéndose el labio.

"¡Sí! ¡Los bagels son divinos!" Lisa prácticamente tenía corazones en los ojos durante los últimos diez minutos mientras describía animadamente exactamente el tipo de bagel que consumía todos los días, de modo que Rosé casi se encontró ansiando probar y saborear la textura de esta legendaria comida.

"Aunque, los sábados y domingos bebemos bebidas energéticas como desayuno", agregó Lisa encogiéndose de hombros. "Mis días no-favoritos de la semana, no hay premios por adivinar por qué."

"¿Bebidas energéticas?" Rosé preguntó, horrorizada.

"¡Sí! No tenemos mucho en el refrigerador desde el viernes por la noche, excepto por paquetes de ramen instantáneo, pero ¿quién come ramen para el desayuno? ¡Ughhh! Además, las bebidas energéticas tienen un precio razonable. No te preocupes, sí, sé que el desayuno es la comida importante del día, pero tenemos un buen almuerzo más tarde", explicó Lisa.

Rosé negó con la cabeza, decidiendo dejarlo pasar. Bebidas energéticas... ¿no tienen cafetera? O una tetera por lo menos.

No se le ocurriría empezar el día sin panqueques y una taza de café, y así se lo dijo a Lisa.

"Les roció jarabe y un puñado de frutas, lo que sea que este de temporada. Las fresas y los mangos son los mejores."

"¡Me encantan las fresas! Hace tiempo que no las como... y los mangos también. Casi olvide a qué saben..."

Las dos mujeres habían entablado una conversación ligera mientras realizaban los ejercicios, con Rosé preguntando sobre el estilo de vida de Lisa para señalar cualquier posible mejora que pudiera hacer para evitar estresar su cuerpo y su mente.

"Pero... ya sabes... comer bagels todo el año... todo ese colesterol acumulado...", dijo Rosé vacilante.

"¡Lo quemo haciendo ejercicio todo el día!" Lisa se rió entre dientes. "Me da las calorías que necesito. De hecho, también tengo que comer muchas proteínas, así que el pollo es casi siempre lo que como en el almuerzo. Necesito mantener mi masa muscular, ¿sabes? Algunas personas comen desayunos ingleses completos todos los días."

"No muy recomendable", tarareó Rosé mientras sostenía el manillar y estiraba la pierna, arqueando la espalda e inclinando el cuello hacia atrás lentamente hasta que la coronilla tocó la planta del pie.

Tenía los ojos cerrados por lo que no podía ver la expresión de Lisa, pero sonrió al escuchar a la otra chica jadear suavemente.

"Rosie, deja de presumir frente a mí", se quejó Lisa. La sonrisa de Rosé se amplió.

"No estoy presumiendo. Solo estoy... haciendo lo mío."

"¿Justo en frente de mi ensalada?" Lisa se rió entre dientes mientras golpeaba su propio muslo. "¡Diablos, si solo Somi estuviera aquí, serían tres cubos de pollo!"

"¿Somi? ¿Jeon Somi? ¿La conoces?" Rosé preguntó con interés mientras bajaba la pierna. "Ella es una buena chica, una bailarina."

"Sí, su papá es dueño del restaurante donde conseguimos los bagels y ella visita el Baúl con él todo el tiempo. Prácticamente vive con nosotros."

"¿El Baúl?"

"Nuestro gimnasio, el mío y el de mi hermana", explicó Lisa. Parecía cautelosa cuando Rosé se acercó a ella. "¿Qué vas a hacer? ¡De ninguna manera puedo estirarme así, terminaré con la columna rota!"

"Deja de exagerar", sonrió la instructora, "por lo que he visto, eres bastante flexible. Si hubieras sido más delgada, habrías tenido el cuerpo perfecto de una bailarina. Iremos despacio."