Capítulo 83: No es el momento para morir

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Advertencia: Este capítulo tiene contenido maduro (Violencia).

Anteriormente: Rosé obtuvo acceso al club Burning Sun y obtuvo la información que buscaban. Suceden acontecimientos no favorables, Jennie aparece justo a tiempo, Jinyoung también aparece, se burla de ellas, pero las deja ir, amenazando con poner a la policía terrorista sobre ellas. Chaennie no tiene contacto con Hani, Youngdon está desaparecido (después de ser noqueado) y las chicas idearon un plan para despejar la pista de baile y llegar a la salida (disparando a los aspersores). Jennie se da cuenta de algo inquietante. Alguien grita antes de que puedan iniciar el plan.

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En el momento en que escuchó los gritos, Jennie se olvidó de la confusión y entró en acción.

"¡Muevete!" Ladró. Agarró el brazo de Rosé y se lanzó a la refriega.

Debido a su baja estatura, Jennie fue golpeada desde todas las direcciones mientras luchaba por caminar hacia la salida, avanzando poco. La gente gritaba y chocaba entre sí en la penumbra, repentinamente en una loca carrera por vaciar la pista de baile. Jennie recibió varios golpes perdidos de miembros que se agitaban, lo que la hizo tambalearse hacia atrás.

Rosé agarró a Jennie, con los brazos temblando por el esfuerzo de evitar que cayera hasta que Jennie se estabilizó.

"¿Que está pasando?" Rosé lloró. "¿Es la SOU? ¿O Hani?"

(T/N: SOU= Fuerzas Armadas de la República de Corea)

Jennie no podía pensar. Se dio la vuelta, respirando entrecortadamente mientras su pulso latía con fuerza, tratando de bloquear los gritos de dolor y miedo a su alrededor que le ponían la piel de gallina en los brazos.

Piensa Jennie. ¡Piensa!

Vio el detestable coche negro que le había llamado la atención cuando pasó antes, sentado en su pedestal elevado bajo la luz de los focos, lo único visible entre el turbulento mar de oscuridad que las rodeaba. La gente ya se estaba acumulando a su alrededor como hormigas.

Jennie empezó a caminar. "¡Dirígete al auto!"

"¿Por qué?"

"¡Solo corre!"

Arrastró a Rosé tras ella, con la intención de escapar de la avalancha de multitud subiéndose en el pedestal dónde estaba el auto que no estaba lleno de gente como sus alrededores, con la esperanza de que les ofreciera un respiro temporal para orientarse.

Los vasos se hicieron añicos, las mesas se derrumbaron, la gente salió disparada en todas direcciones. Era una estampida mortal cuando la multitud las rodeó, corriendo atropelladamente por sus vidas.

Pero, ¿de qué huían?

Jennie estaba prácticamente ciega en la penumbra. La gente las empujaba y casi las derribaba repetidamente, pero Jennie y Rosé avanzaban a trompicones, colgadas de los hombros de la otra como un par de borrachos.

"¡Mi bolso! ¡La tableta se va a romper!" dijo Rosé.

"¡Solo sigue moviéndote!" gritó Jennie. "No la sueltes, no dejes—"

Como una explosión, fueron separadas violentamente y arrojadas al suelo cuando una nueva oleada de personas se estrelló contra ellas de la nada. Al mismo tiempo, las luces se encendieron y cegaron a Jennie.

"¡Aggghhh!" Se cubrió la cara, estremeciéndose.

"¡Jennie!"

Jennie finalmente logró abrir los ojos y se encontró cara a cara con Rosé a unos metros de distancia, forcejeando con una figura corpulenta vestida con una pesada armadura negra completa con un casco antidisturbios y una máscara.

The Tiger King (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora