179. El Soñador

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A Francisco le encantaba dormir, porque sus sueños eran para él la realidad y su vida despierta nada más que un monótono sobrevivir.

Nada más la oreja en la almohada pegar, se sumergía en un mundo maravilloso, donde todo era reír y jugar.

En los sueños se encontraba con sus amigos dormidos y ellos nada tenían que ver con los despiertos, ya que estos no eran nada más que unos individuos enfermos.

Entonces los despiertos, llenos de envidia por su felicidad, eliminaron su capacidad de soñar y al cabo de unas noches sin sueños, Francisco se convirtió en uno de ellos. 

Las 900 vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora