ADN CRIMINAL ⌖ JK +18

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Mientras los pensamientos acusadores y críticos del detective se agolpaban en su mente, Nabi y el joven oficial Kim estaban a punto de iniciar algo más íntimo. Nabi, sin embargo, se detuvo. Sabía que el detective estaba allí desde que había entrado al gimnasio, y que su presencia no había pasado desapercibida para ella.

Con una mezcla de desafío y coquetería, Nabi se volvió lentamente hacia el detective. La atmósfera, que antes estaba cargada de deseo y tensión, se volvió de inmediato más incómoda.

—¿Y usted, detective, planea quedarse ahí observándonos? —su voz tenía un matiz de desdén, como si la intrusión del detective fuera la cosa más natural del mundo. Su mirada, desafiante y calculadora, lo atravesó mientras él trataba de mantener la calma.

El detective se aclaró la garganta con un movimiento brusco, intentando disimular la sorpresa. Su cuerpo se tensó, pero hizo un esfuerzo por no dejar que sus emociones se reflejaran en su rostro. Se acercó con pasos firmes, su mirada fija en Nabi.

—¿Y tú qué clase de lugar crees que es este, ah? —su tono era cortante, cargado de una severidad que no dejaba lugar a dudas. —Estas instalaciones no son un puto hotel en el que puedes hacer lo que se te dé la gana y acostarte con quien sea. ¡Esto es una unidad de investigación, y tú estás aquí para colaborar, no para comportarte como si estuvieras en un club nocturno! 

Nabi, solo podía verlo con burla para ella las palabras tan severas del detective no tenia valor alguno. El oficial Kim, visiblemente incómodo, se mantenía al margen, sin saber bien cómo reaccionar ante la confrontación.

El detective continuó, su voz implacable:

—Si no puedes entender eso, tal vez deberías reconsiderar tu presencia en esta unidad - Nabi, sin perder la compostura, giró sobre sus talones y avanzó hacia el detective con una determinación desafiante. Sus pasos eran lentos pero firmes, y la distancia entre ellos se redujo rápidamente hasta quedar cara a cara, su cercanía era tan intensa que rozaba la provocación.

—Te recuerdo que ustedes fueron quienes me trajeron aquí para hacer su maldito trabajo —le susurró cerca de los labios, su aliento cálido y su mirada penetrante. El detective, momentáneamente desconcertado, abrió la boca para responder, pero Nabi no le dio oportunidad para hablar.

—Acepta que no eres un buen policía, que no sabes hacer tu trabajo, y que estás dolido porque tu noviecita te dejó —añadió, con una frialdad y un desdén que dejaron claro que estaba apuntando directamente al orgullo del detective.

Las palabras de Nabi golpearon con fuerza, hiriendo profundamente el sentido de orgullo del detective y desestabilizando su estado emocional. Quedó perplejo y confuso al darse cuenta de que ella había tocado una fibra sensible, mencionando su ruptura con Park. La sorpresa se transformó rápidamente en ira, una rabia que crecía en intensidad.

Sin pensarlo, el detective se lanzó hacia ella, sujetándola por el cuello con una fuerza que no medía. Sus manos, tensas y firmes, aprisionaban su garganta, pero Nabi, a pesar de la presión, mantenía una expresión imperturbable. No parecía sentir el dolor, su rostro seguía mostrando una frialdad que solo aumentaba la furia del detective.

— jodida hija de puta —murmuró entre dientes, la furia en su voz era palpable. Sus ojos destilaban llamas de cólera mientras su mandíbula se mantenía tensa, la tensión en su cuerpo era evidente. A pesar de la presión en su cuello, Nabi no se inmutaba, manteniendo su mirada fija en él con una mezcla de desafío, burla y desprecio.