ADN CRIMINAL ⌖ JK +18

⌖⑤⑥⌖

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La rutina en el trabajo del detective se reactivó, lo que significaba que cada día salía temprano hacia la estación y volvía al atardecer. No podía evitar sentir preocupación por dejar sola a Nabi durante tanto tiempo. Antes de partir, le había dejado claras algunas instrucciones que ella debía seguir en caso de que alguien tocara la puerta. Aunque nadie debería aparecer, era mejor estar prevenidos. Nabi no debía abrirle a nadie e informarle de inmediato si algo ocurría. Además, le había dejado claro que no podía salir de la casa si él no estaba para acompañarla.

Nabi entendía que Jungkook solo quería protegerla, por lo que no ofreció resistencia a sus reglas. Aunque en el fondo, deseaba salir a su lugar favorito, el parque, sabía que debía esperar a que él regresara para hacerlo. Mientras tanto, se entretenía viendo la televisión o realizando otras actividades, como aprender a cocinar. Durante su tiempo en el refugio, había aprendido algunas cosas gracias a la señora Min, quien le enseñó con paciencia. Aunque la comida no era para ella, le gustaba cocinar para los niños y otras personas del refugio.

Ahora que ya no estaba en el refugio, Nabi pensó en cocinar para Jungkook. En los últimos días, él siempre preparaba su propia comida, mientras que a ella le daba sus suplementos, pero quería ayudar en algo. Decidió comenzar a leer algunas revistas que encontró en la casa, donde había recetas. Aunque a veces terminaba haciendo un desastre, su deseo de ser útil la motivaba a seguir intentándolo.

La frustración la invadía cuando no podía medir su fuerza en ciertas tareas sencillas. No lo recordaba, pero siempre había tenido una fuerza considerable al hacer las cosas, y solía manejarla bien. Sin embargo, ahora que había olvidado cómo controlarla, las cosas simples, como cortar un tomate, a menudo terminaban en desastre. 

Cuando finalmente logró preparar la receta con éxito, Nabi sintió una oleada de orgullo y felicidad. Había trabajado con esmero, concentrada en cada paso, y ahora solo quedaba esperar que el sabor estuviera a la altura de sus expectativas. Al ver la cocina en un estado de caos después de su esfuerzo, decidió que lo mejor sería limpiarlo todo antes de que Jungkook regresara. Con paciencia, recogió los utensilios, limpió las superficies, y puso todo en orden. Sin embargo, al darse cuenta de que ella misma estaba cubierta de harina y manchas de comida, decidió que también necesitaba una ducha urgente.

Mientras tanto, Jungkook, exhausto después de un largo día de trabajo, se subió a su moto para dirigirse a casa. Durante el trayecto, se permitió una pequeña parada en su restaurante de confianza, comprando algo de comida para él. No tenía ni la energía ni el ánimo para cocinar al llegar, y la idea de simplemente recalentarlo y descansar le parecía la mejor opción.

Cuando finalmente llegó al apartamento, subió las escaleras con paso pesado, deseando ver a Nabi como siempre, esperándolo en la sala. Pero al abrir la puerta, notó que algo era diferente; la sala estaba vacía. No era usual que Nabi no estuviera allí para recibirlo.

—Nabi —llamó con voz firme mientras dejaba la bolsa con comida sobre la isla de la cocina. Al hacerlo, su atención se desvió hacia la estufa, donde algo llamó su atención: había comida recién hecha. Jungkook frunció el ceño, intrigado, y se acercó a la estufa. La comida lucía sorprendentemente bien, con un aroma tentador que llenaba la cocina. ¿Podría ser que Nabi la hubiera preparado? La idea lo sorprendió.

Aún con la duda rondando en su mente, volvió a llamar a Nabi, pero nuevamente no recibió respuesta. Comenzó a preocuparse ligeramente y se dirigió a su habitación, notando que la puerta estaba entreabierta. Con precaución, empujó la puerta y entró.