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Desde el día en que se descubrió el primer asesinato de un oficial de policía, la situación se agravó rápidamente. Los crímenes continuaron apareciendo en una serie alarmante, cada uno más brutal que el anterior. La magnitud del caso complicó tanto la investigación que los oficiales comenzaron a temer por sus vidas; cualquier persona que vistiera el uniforme se había convertido en un blanco potencial.
El detective Jeon, conocido por su habilidad y determinación, se esforzaba por mantener la calma y encontrar una solución rápida. Sin embargo, la presión estaba comenzando a afectarlo. La comunidad policial y el público en general empezaban a cuestionar la eficacia de su trabajo. Nunca antes había tardado más de dos meses en resolver casos de asesinatos u homicidios, pero este caso parecía desafiar todas las expectativas.
A pesar de las dificultades, una pista encontrada en una de las escenas del crimen le proporcionó una pequeña luz de esperanza. Entre la maleza del lugar donde fue hallada la última víctima, cerca de una zona montañosa y frondosa, se descubrió un detalle crucial. La víctima había intentado hacer una llamada justo antes de su muerte; aunque la llamada no fue contestada, dejó un mensaje de voz.
Este mensaje de voz, al ser escuchado, dio un giro inesperado al caso. El contenido del mensaje revelaba información que podría cambiar el rumbo de la investigación, ofreciendo nuevas pistas sobre la identidad del asesino y su posible ubicación. Jeon Jungkook se aferró a esta revelación con renovada determinación, convencido de que esta pista podría ser la clave para desentrañar el misterio y poner fin a la ola de asesinatos.
Se llevó el dispositivo a la unidad para extraer y analizar el mensaje de voz con mayor precisión. Los técnicos trabajaron con la máxima urgencia para limpiar el audio, ya que la grabación original estaba fragmentada y distorsionada debido a la baja señal en el lugar donde fue hallada la víctima.
—Detective Jeon, aquí está el audio con la mejor calidad que pudimos recuperar —informó el técnico, entregándole una memoria USB al detective. Jeon la conectó a su portátil y empezó a reproducir el archivo.
Al iniciar la reproducción, lo primero que se escuchaba era la respiración agitada y desesperada de la víctima, como si estuviera corriendo. Los sonidos de la maleza moviéndose y los quejidos de miedo se mezclaban con las palabras fragmentadas que se entrecortaban por la mala recepción. La víctima clamaba por ayuda, repitiendo que alguien la seguía y que la iban a matar. Cada palabra estaba cargada de un terror palpable, y se podía sentir su creciente desesperación.
La grabación contenía también momentos de angustia creciente, donde la voz de la víctima se volvía cada vez más rota por el sollozo. En un momento, el audio se cortó brevemente, solo para regresar con un grito desgarrador y aterrorizante que hizo que los presentes en la sala se estremecieran. Al final de la grabación, la víctima soltó una pista extremadamente valiosa que dejó a los detectives paralizados.
El nombre que emergió del grito final resonó con una intensidad perturbadora: Jukcheon... Este nombre dejó a todos en la sala en un estado de shock. Jukcheon, también conocida como el Ángel de la Muerte y cuyo verdadero nombre era Min Na Bi, era una figura mítica en el mundo criminal. Su brutalidad y su habilidad para desaparecer, torturar y matar la habían convertido en una leyenda temida por todos.
Lo que dejó a los presentes aún más sorprendidos y alarmados fue el hecho de que Jukcheon se encontraba en una prisión de máxima seguridad. La idea de que ella estuviera nuevamente involucrada en los recientes asesinatos resultaba incomprensible, ya que era prácticamente imposible que hubiera escapado de esa prisión. La revelación de que Min Na Bi podría estar detrás de los crímenes actuales puso a los investigadores en alerta máxima, ya que enfrentarse a una figura tan temida y formidable como ella significaba que estaban lidiando con un caso mucho más complejo y peligroso de lo que se había imaginado.
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ADN CRIMINAL ⌖ JK +18
Fiksi PenggemarLa policía surcoreana enfrenta una batalla titánica para capturar al autor de una ola de caos sin precedentes que ha desbordado la capital del país. No se trata solo de tiroteos, drogas, dinero, secuestros y asesinatos; la situación ha alcanzado un...