ADN CRIMINAL ⌖ JK +18

⌖④⑦⌖

┆ Jeon Jungkook ┆

No podía creer lo que veía. Allí estaba ella, Nabi, viva y sentada frente a mí. La mujer que creí no volver a ver, ahora estaba aquí, como si el tiempo se hubiera detenido y el destino hubiera decidido jugarme una broma cruel. Me quedé sin palabras, incapaz de procesar lo que significaba tenerla de nuevo en mi vida. Mi mente intentaba entender lo que veía, pero mi corazón latía desbocado, como si quisiera salir de mi pecho y confirmar que esto no era un sueño, sino la realidad.

Su rostro estaba tranquilo, tan sereno como en el sueño que me había atormentado días atrás. No había miedo en sus ojos, solo una calma extraña que me resultaba profundamente perturbadora. No podía apartar la mirada de ella, y me pregunté si esto era real, si realmente estaba allí o si mi mente me estaba jugando una mala pasada.

—Rubí, él es el detective Jeon —escuché decir a la oficial Lee, como si no pudiera percibir el caos que reinaba dentro de mí.

—¿Rubí? —repetí, sintiendo la confusión arrastrarse por mi voz.

—Es el nombre que ella nos dio —respondió Lee con naturalidad, como si eso explicara todo.

Volví a mirar a Nabi, tratando de encontrar algún rastro de la mujer que conocía en esos ojos que ahora me miraban con una curiosidad que no podía descifrar. Me incliné hacia ella, quedando de cuclillas, tan cerca que podía ver cada detalle de su rostro, buscando desesperadamente alguna señal que me indicara que estaba fingiendo, que todo esto era una farsa. Pero no encontré nada más que una tranquilidad que me resultaba completamente desconocida.

—Rubí... —la llamé suavemente, esperando que mi voz desencadenara algún recuerdo en ella. Sus ojos, de un cafés oscuro, se posaron en los míos, y por un momento, quise creer que había algo allí, algo que reconocía. Pero su mirada era limpia, sin rastro de engaño ni malicia. Sólo había curiosidad—. Soy el detective Jeon, ¿de verdad no recuerdas nada? —pregunté, tratando de mantener mi voz bajo control, aunque el temblor en mis palabras me delataba.

Ella negó lentamente, y una sensación de desesperación empezó a apoderarse de mí. Quería hacerle tantas preguntas, quería gritarle y pedirle que dejara de fingir, pero la presencia de Lee me contenía, me impedía ir más allá.

—Lee, ¿podrías dejarnos a solas? —pedí sin apartar la vista de Nabi. Necesitaba estar solo con ella, necesitaba saber la verdad. Aunque a Lee le pareció extraño, me obedeció y se retiró junto a la señora que la acompañaba, dejándonos solos.

Cuando nos quedamos solos, sentí que el aire se volvía más denso, casi irrespirable. La necesidad de respuestas era tan fuerte que apenas podía controlarme.

—¿De verdad no me recuerdas? Soy Jeon, Jungkook —le insistí, esperando, suplicando que algo en su mente hiciera clic y recordara quién era yo, y quién era ella realmente. Pero ella volvió a negar, y esa negación me descoloco un poco más.

La duda empezó a corroerme. ¿Y si estaba fingiendo? ¿Y si todo esto era un truco para escapar de su pasado? Me acerqué aún más, mis palabras salieron con una mezcla de desesperación y advertencia.

—Nabi, si me estás mintiendo, más te vale que hables ahora mismo. Yo sé perfectamente quién eres —dije, mi tono más duro de lo que pretendía. Pero no debía olvidar que ella había sido una delincuente, una asesina. Podía estar manipulándome, podía estar fingiendo ser alguien más para evadir su destino.

—¿Tú me conoces? —preguntó con esa misma curiosidad que me estaba matando, ladeando un poco la cabeza.

—Sí, te conozco. Así que solo dime la verdad, no finjas —le respondí, tratando de mantenerme firme, aunque cada segundo que pasaba me hacía dudar más y más de lo que estaba viendo y sintiendo.