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┆ Jeon Jungkook┆

—Con esas pruebas serán más que suficientes para contribuir al caso —dije, mirando a mi equipo. Estábamos trabajando en una investigación sobre la corrupción en unas empresas que desviaban fondos. Los documentos y evidencias que habíamos reunido eran contundentes, y el juicio se perfilaba como una oportunidad crucial para desmantelar una red de corrupción que había estado operando durante años.

—El juicio se llevará a cabo mañana a las 10 a.m. —informó uno de los miembros del equipo, su voz cargada de determinación.

—Asegúrense de que todo esté listo para mañana —ordené, y todos asintieron con seriedad. La preparación para el juicio era fundamental, y no podíamos permitirnos ningún error. La precisión en cada detalle era clave para asegurar una condena.

En ese momento, entró Lee, visiblemente agotada. El cansancio en su semblante era evidente, y el peso de su expresión reflejaba el esfuerzo que había invertido en el caso.

—¿Cómo te fue? —le preguntó un compañero con preocupación genuina.

—Los delincuentes ya fueron trasladados a Seúl —informó Lee, tomando un respiro. —En cuanto a las mujeres, algunas están en centros de acogida y otras han sido entregadas a sus familias. Hubo un gran esfuerzo para garantizar su seguridad y bienestar tras su rescate.

Sabía que Lee había estado trabajando arduamente en el caso de las mujeres que iban a ser vendidas en Taiwán. Aunque no me asignaron directamente ese caso, mi equipo y yo habíamos estado al tanto del progreso. Lee había sido crucial en el apoyo a esa operación, manejando la logística y las comunicaciones para asegurar que las víctimas recibieran la ayuda necesaria.

—Es bueno saber que al menos están a salvo —dije, intentando ofrecer un tono reconfortante a pesar de la gravedad de la situación. —El trabajo que has hecho es impresionante, Lee. Gracias por tu dedicación.

Lee asintió, aunque su expresión seguía mostrando el desgaste. —Gracias, señor. Fue un desafío, pero verlas a salvo y con una oportunidad para rehacer sus vidas hace que valga la pena. Ahora solo espero que todo esté bien encaminado para su protección y que podamos garantizar que estos casos de trata no se repitan.

Sabíamos que el juicio de mañana era una batalla crucial en la lucha contra la corrupción, y que la seguridad de las mujeres rescatadas era una responsabilidad compartida. Cada miembro del equipo entendía la importancia de su papel en esta misión, y estábamos decididos a cerrar el caso con la mayor eficacia posible.

Al día siguiente, el juicio se llevó a cabo con la rigurosidad y la determinación que el caso requería. Con las pruebas presentadas y unas bases sólidas, estaba seguro de que el veredicto sería favorable. La sala del tribunal estaba llena de expectación, y el peso de la justicia pendía en el aire.

El juez, tras revisar cuidadosamente todos los argumentos y evidencias, dictó la sentencia correspondiente para los acusados y responsables del desvío de fondos. La decisión fue un alivio para las personas afectadas por el escándalo, quienes finalmente vieron que se hacía justicia por los daños y perjuicios sufridos.

El fallo del tribunal fue un triunfo significativo. La responsabilidad se había impuesto y los culpables recibirían las penas adecuadas por sus delitos. Para mí, este caso representaba no solo una victoria profesional, sino también un paso más hacia la restauración de la confianza en el sistema. Otro caso más cerrado con éxito, y el compromiso con la justicia seguía firme.

Ahora, en mi oficina, conversaba con mi padre sobre el éxito del caso que acabábamos de resolver. Su orgullo era evidente, y me ofreció su apoyo incondicional para que continuara con el mismo enfoque y dedicación. A pesar de la distancia que habíamos mantenido durante este tiempo, me había dado la oportunidad de enfriar las tensiones y fortalecer nuestra relación.

ADN CRIMINAL ⌖ JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora