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┆ Min Nabi┆


El día en el parque de diversiones había sido una experiencia increíble. Nunca había sentido tanta emoción y felicidad, y el lugar se había convertido rápidamente en mi favorito. Cada juego, cada risa compartida con Jungkook, había hecho que la espera valiera la pena. Mientras caminábamos tomados de la mano, una cálida sensación se extendía por mi cuerpo. Su mano era más grande que la mía, y eso me hacía sentir segura y protegida.

En mi otro brazo, sostenía con cariño un peluche de pingüino que Jungkook había ganado para mí en uno de los juegos. Era suave y esponjoso, un recuerdo tangible de este día tan especial. Todo parecía perfecto, hasta que una leve molestia en mi vientre comenzó a inquietarme. De repente, sentí la necesidad urgente de ir al baño, así que me detuve en seco.

—¿Pasa algo? —preguntó Jungkook, notando mi cambio repentino de expresión.

—Quiero ir al baño —le respondí, un poco incómoda.

Jungkook echó un vistazo a su alrededor, tratando de localizar el baño más cercano, pero no había ninguno a la vista. Sin embargo, no tardó en acercarse a unas personas para preguntar, y pronto nos indicaron la dirección correcta. Cuando finalmente llegamos, le entregué el peluche para que lo sostuviera mientras yo entraba al baño.

Dentro, me dirigí rápidamente a un cubículo y me senté para hacer mis necesidades, pero la molestia persistía. Algo no estaba bien. Bajé la mirada hacia mi ropa interior y, para mi sorpresa, vi una mancha roja que no entendía.

—¿Qué es esto? —me susurré a mí misma, alarmada y confundida por lo que estaba viendo.

No sabía qué estaba sucediendo, y una mezcla de miedo y desconcierto comenzó a invadirme. ¿Por qué estaba pasando esto? Traté de calmarme, pero la incertidumbre hacía que mi mente corriera en todas direcciones.

No estoy segura de cuánto tiempo pasé en el baño, pero debió ser lo suficiente como para que Jungkook, desde afuera, comenzara a preocuparse y me preguntara si todo estaba bien. Salí, me lavé las manos rápidamente y caminé hacia la salida. Cuando me vio, se acercó de inmediato, con una mirada que mezclaba preocupación y alivio.

—Pensé que te había pasado algo, tardaste mucho —dijo, observándome con atención. Sentí un nudo en la garganta, sin saber cómo explicar lo que había descubierto.

—Bueno, es que... —empecé, pero las palabras se atoraron en mi boca.

—¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? —preguntó, con un tono más serio y preocupado.

—Es que... estoy sangrando —susurré, mirando hacia mi entrepierna con incomodidad. Jungkook también dirigió su mirada hacia allí, claramente confundido, pero luego su expresión cambió como si algo hubiera hecho clic en su mente.

—Date la vuelta —me pidió con suavidad, y aunque no entendía lo que estaba haciendo, obedecí. Sentí cómo me colocaba su chaqueta alrededor de la cintura, cubriéndome con cuidado. Le entregué el peluche, aún sin comprender del todo lo que sucedía.

—Ven, hay que irnos a casa —dijo, tomando mi mano con firmeza mientras nos dirigíamos hacia la salida del parque. Durante el trayecto en el auto, me preguntó varias veces si sentía algún dolor, y le respondí que solo tenía una leve molestia en el vientre.

Antes de llegar a casa, detuvo el auto frente a una tienda.

—Espera aquí, no salgas —me indicó antes de bajar rápidamente del coche y dirigirse hacia la tienda. Lo vi desaparecer entre las puertas, y no pude evitar sentirme más nerviosa. Pasaron unos minutos antes de que finalmente regresara, con una bolsa en la mano. 

ADN CRIMINAL ⌖ JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora