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El detective intentó acomodarse en su asiento, pero la escena que se desarrollaba frente a él le hacía difícil encontrar comodidad. La forma en que Takahashi, sin reservas, se aproximaba a Nabi y la tocaba, desdibujaba las fronteras de la decencia y la paciencia del detective. Cada movimiento de Takahashi, cada avance descarado, hacía que una sensación de molestia y repulsión creciera en su pecho.
El detective luchaba por mantener la compostura, tratando de relajar los músculos tensos de sus hombros y de controlar el creciente malestar que sentía. A pesar de sus esfuerzos por desviar la mirada y centrarse en la misión, la imagen de Takahashi despojando a Nabi de su ropa con una desvergüenza que rozaba lo grotesco, no dejaba de perturbarlo.
Nabi, en contraste, parecía manejar la situación con una calma fría e imperturbable, como si estuviera completamente en control del juego que estaba jugando. A pesar de la desfachatez con la que Takahashi la trataba, ella mantenía una fachada de profesionalismo y desinterés, lo cual solo hacía que la situación resultara aún más desconcertante para el detective.
Con cada nuevo gesto de Takahashi, el detective sentía cómo su paciencia se ponía a prueba. A medida que la situación se volvía más tensa, el detective se daba cuenta de lo desafiante que era para él mantener la calma mientras observaba la forma en que Nabi se desenvolvía en el escenario, casi como si fuera un juego.
El movimiento de ambos al salir del lugar hizo que el detective se enfocara nuevamente en su tarea. Observó a Takahashi y Nabi salir, siguiéndolos discretamente mientras entraban al elevador. Aprovechó la oportunidad para subir rápidamente por las escaleras de emergencia, empleando su entrenamiento para moverse con agilidad y silenciosamente. Al llegar al piso deseado antes que ellos, se ocultó en un rincón, manteniéndose completamente inmóvil para evitar levantar sospechas.
El piso al que había llegado estaba adornado con una serie de habitaciones, y el pasillo estaba en parte ocupado por parejas que paseaban y mujeres en ropa interior. El ambiente era relajado, casi festivo, con la gente mezclándose sin prisa. El detective esperó pacientemente hasta que el elevador llegó, ansioso por continuar con el plan y asegurarse de que todo saliera según lo previsto.
—Están por llegar, señor —le comunicó un agente por el micrófono, dándole una señal de que debía estar alerta.
Justo en ese momento, una mujer rubia, con rasgos asiáticos y de casi la misma altura que él, se le acercó con una actitud coqueta.
—Hola, muñeco, ¿necesitas compañía? —dijo, su tono insinuante y su sonrisa sugerente.
El detective se giró hacia ella, intentando mantener una expresión cortés pero firme.
—No, gracias —respondió con frialdad, evitando el contacto visual prolongado.
A pesar de su rechazo, la mujer no se dio por vencida y continuó insistiendo con un tono seductor.
—Vamos, te ves algo tenso. Puedo ayudarte con eso —dijo, acariciándole los hombros con una mano ligera.
El detective, forzando una sonrisa amable para no levantar sospechas, tomó suavemente a la mujer por los brazos y la alejó de él.
—Ya te dije que no —dijo con un tono más firme, aunque aún trataba de ser respetuoso.
En ese momento, el sonido característico de las puertas del elevador abriéndose captó su atención. Con sutileza, el detective desvió su mirada hacia el elevador y vio a Takahashi y Nabi saliendo. Takahashi mantenía a Nabi pegada a él con un brazo alrededor de su cintura, y ella parecía reírse despreocupadamente. Era evidente que la atención de Takahashi estaba completamente centrada en ella.
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ADN CRIMINAL ⌖ JK +18
FanfictionLa policía surcoreana enfrenta una batalla titánica para capturar al autor de una ola de caos sin precedentes que ha desbordado la capital del país. No se trata solo de tiroteos, drogas, dinero, secuestros y asesinatos; la situación ha alcanzado un...