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A pesar de la transformación que había experimentado Nabi tras perder la memoria, el detective notó que algunas cosas de su antigua versión aún persistían. En particular, se dio cuenta de que su dieta seguía siendo un problema. Aunque su comportamiento había cambiado considerablemente, ella se alimentaba exclusivamente de agua, sin ingerir alimentos comunes. Recordó que su padre le había mencionado en alguna ocasión que debido a su modificación genética, Nabi no podía consumir los alimentos que las personas normales comen. En lugar de comida, necesitaba suplementos especiales que reemplazaban esa ingesta.

El hecho de que ella continuara bebiendo solo agua era un claro vestigio de que su cuerpo seguía siendo el mismo, a pesar de los cambios en su personalidad. Aunque Nabi se veía saludable, el detective no podía evitar sentirse incómodo al verla consumir solo agua. No podía permitir que su dieta se limitara a eso, así que decidió investigar con cautela sobre los suplementos que ella necesitaba. No podía dejarla solo con agua.

Decidió preguntar a su padre sobre los suplementos necesarios de manera sutil, para no levantar sospechas. Afortunadamente, su padre le proporcionó los nombres de los suplementos sin hacer preguntas. El desafío ahora era conseguirlos, pero, con el dinero y la posición que tenía, sabía que podría adquirirlos sin problemas.

Finalmente, cuando los suplementos llegaron, el detective se los entregó a Nabi con cuidado. Le explicó con paciencia que estos eran los alimentos que debía consumir para mantenerse saludable. Ella, algo confundida, observó las pastillas y el polvo rosado que, al mezclarse con el agua, se volvía de un rojo intenso. Con una expresión de curiosidad y algo de escepticismo, se llevó el primer sorbo a la boca. Al parecer, le gustó, porque bebió el contenido completo.

Las pastillas presentaron un desafío diferente. Nabi las miró y tocó con algo de temor antes de finalmente tomarlas. Su reacción fue positiva, y no mostró disgusto al ingerirlas.

—Me siento satisfecha con esto —comentó después de probar los suplementos, una afirmación que trajo un gran alivio al detective. Verla aceptar la nueva dieta sin problemas fue un pequeño consuelo.

Los dos primeros días fueron algo incómodos para el detective. No estaba acostumbrado a tener a Nabi tan cerca, y la nueva rutina le resultaba extraña. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, comenzó a adaptarse a su presencia constante. Nabi parecía estar siempre llena de energía. Cada día, le pedía a Jungkook que la llevara al parque de enfrente, y él la acompañaba sin protestar.

Verla correr de un lado a otro, explorando curiosa cada rincón del parque, le sacaba una sonrisa involuntaria. Su entusiasmo por las pequeñas cosas y su alegría contagiosa empezaban a desarmar la rigidez que había rodeado su vida antes de su llegada. A pesar de las dificultades iniciales, el detective comenzaba a acostumbrarse a la presencia de Nabi, y la transformación de su hogar en un espacio compartido empezaba a sentirse menos extraña con cada día que pasaba.

También la llevó a comprar ropa nueva, y pronto quedó claro que a Nabi le encantaban los vestidos. La mayoría de las prendas que eligió eran de este tipo. Cada vez que se los ponía, su aspecto se volvía aún más inocente y tierno, captando la atención del detective de una manera inesperada. Había algo en su fragilidad que le resultaba profundamente atractivo. La forma en que los vestidos acentuaban su delicadeza y su dulzura se convertía en una fuente constante de admiración para Jungkook, revelando un lado de Nabi que parecía tocar una cuerda sensible en él.

Después de un largo día en el que Jungkook la llevó a conocer algunos lugares cercanos y discretos donde sabía que ella no corría el riesgo de ser reconocida, regresaron a casa. Tras una cena tranquila, cada uno se dirigió a sus respectivas habitaciones. Nabi se durmió rápidamente, pero en medio de la noche, fue sacudida por una pesadilla aterradora. En su sueño, se encontraba en una habitación oscura, sin ventanas ni puertas visibles. De repente, una puerta se abrió lentamente, revelando a una figura masculina que llevaba una bata de médico. El miedo comenzó a apoderarse de ella.

ADN CRIMINAL ⌖ JK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora