2-Sólo un beso

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*Pedri*

-¡Pedri! ¡Haber si le das a alguna cojones!-me gritó Gavi desde el otro lado de la pista de padel.

Lo miré mal y cogí la pelota para volver a hacer un saque que fallé, si, fallé.

-¡Yo con este no juego hoy!-les gritó Gavi a fermin y ferran malhumorado como un niño pequeño, que estaban al otro lado de la pista riendo-estas alelao hermano-me dijo Gavi y yo le tiré la pelota de malas ganas.

-Paso de jugar más, estoy cansado-les dije saliendo de la pista para ir a beber agua a mi mochila mientras soltaba mis cosas.

Mientras bebía agua, las palabras de Aitana volvieron a mi mente sin poder evitarlo, "¿Quieres ayudarme? Genial, resulta llevo años enamorada del mejor amigo de mi padre, el cual me saca veinte años y acaba de decirle a una rubia de bote que soy su sobrina, me llama princesita y siempre voy a ser su niña pequeña porque me ha cambiado los pañales".

-No se que te pasa hoy, pero esa tía debe ser especial-me dijo ferran y yo lo miré abriendo los ojos con el corazón en la mano asustado.

-Desde luego porque para tenerlo así de empanado, ¿no me digas que hay alguien que porfin te ha robado el corazón pedrito?-me dijo con una sonrisa burlona Gavi, pero precisamente era ahora mismo la persona con la que menos me apetecía bromear de este tipo de cosas.

-No es ninguna tía, estoy cansado y punto-zanjé metiendo las cosas en mi mochila.

-Bueno esta noche a que hora-dijo fermin mirando a Gavi.

Mierda, hoy teníamos cena de amigos en casa de Gavi y lo había olvidado por completo.

-Para las ocho está bien, ya sabéis que si llegáis tarde Dani os regaña-nos recordó y los otros dos rieron, mientras yo me pensaba que excusa ponerle a Gavi para no ir.

Solo había pasado una semana desde lo de Aitana y había evitado a toda costa ir a casa del sevillano.

-¿Pedri?-me preguntó Gavi y yo lo miré.

-¿Qué?-le dije.

-Que si vendrás solo o acompañado de tu chica secreta-me dijo entre risas y yo volví a mirarlo mal.

-Que imbecil eres-le dije entre dientes mientras mis tres amigos se burlaban de mi-sólo, pesados-les dije colgandome mi mochila para irme de allí pasando de sus burlas.

Si supiesen que era lo que me tenía así alomejor no se reían tanto los muy imbéciles.

Desde luego que había cosas que no cambiaban con los años y es que seguía siendo "el puchinbol" del grupo de amigos.

Llegué a casa con el tiempo justo para ducharme y vestirme para ir a casa de Gavi y lo cierto es que no tenía ganas, nada de ganas pero no me quedaba de otra.

Me monté en el coche y cuando me quise dar cuenta ya estaba frente a la puerta del sevillano.

-Hola guaperas-me saludó Dani al abrirme la puerta y yo sonreí dándole dos besos-¿Qué tal todo? Estas perdido-me dijo y yo asentí rascándome la barba.

-Últimamente he estado un poco liado y eso-dije y ella asintió poco convencida.

Me invito a pasar y al entrar escuché a Gavi discutir con Aitana en la cocina.

Llevaba un vestido corto, quizá demasiado corto y decidí apartar la mirada y mantenerme al margen.

-Te he dicho que no sales Aitana, hoy no-zanjó su padre y Aitana se cruzó de brazos.

-¿Porqué tengo que quedarme? ¡Son vuestros amigos no los míos!-se quejó ella y Gavi chasqueó la lengua.

-Pero vamos a ver, ¿se puede saber que te pasa? Siempre te lo pasas bien con los chicos-le dijo su padre y ella lo miró seria y después soltó un resoplo para subir las escaleras enfadada.

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora