32-El chupetón

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*Aitana*

Acaricié la espalda desnuda de pedri después de estar un rato mirándolo dormir.

Hacia un rato me había hecho sentirme única como cada vez que me tocaba, me moría por sentirlo dentro de mi, pero el siguió insistiendo en que quería que mi primera vez fuese especial.

Mordí mi labio recordándolo todo. Siempre era tan cuidadoso y cariñoso...una pena que era casi de noche, y yo tenia que volver a casa a dormir.

-Pepi-le dije dejando besos en su espalda acompañados de caricias suaves.

-mmmm...-dijo él atrapando mi cintura con su brazo y pegándome a él, cosa que me hizo sonreír y más aun cuando metió la cabeza en mi cuello dejando un besito muy tierno ahí.

-Son las ocho, hemos dormido toda la tarde y tengo que volver a casa-le dije besando su mejilla mientras mi mano se seguía moviendo por toda su espalda.

-Un ratito más-me dijo acomodandose en mi cuerpo.

No dije nada, solo le dejé dormir un ratito más mientras acariciaba su espalda buscando relajarlo.

Me importaba una mierda Alex, y si a pedri le molestaba que hablase con el estaba dispuesta a no volver a hacerlo.

Solo quería que las cosas entre el y yo fuesen bien.

Había tenido esa misma mañana una charla con mamá sobre lo que pasó, y ella misma me aconsejó venir a hablar con él y fue la mejor decisión que había tomado. No quería perder a pedri por nada del mundo.

Se removió entre mis brazos casi una hora después y al abrir los ojos y verme una sonrisa asomó en su cara acurrucandose en mi pecho de nuevo.

-Que agustito estoy por dios, he dormido como un bebé-me dijo y yo reí-quédate conmigo-me pidió dejando un beso en mi cuello para mirarme con una sonrisa desde cerca.

-No le he pedido permiso a mis padres-le dije y el asintió besando mi mejilla-y ya es tarde, tengo que irme pepi-le dije y el asintió.

Me empecé a vestir y el también empezó a hacerlo para llevarme a casa. Nos dimos unos cuantos besos más antes de salir de casa, y me soltó en la puerta esperando a que yo entrase para arrancar e irse.

La sonrisa de tonta no me la podía quitar nadie, pedri me tenía atontada.

Subí a ducharme y a ponerme mi pijama para bajar a cenar con mi familia que cuando llegue veían una película.

Empecé a poner la mesa y mientras cenábamos veía que papá me miraba mucho y raro, pero no quise darle importancia.

Se quedó recogiendo la cocina conmigo mientras mamá acostaba a Candela y a dario y empezamos a hablar de cualquier cosa.

-¿Dónde has estado esta tarde?-me preguntó después de un rato.

-He ido a la casa de Estela-le dije y el alzó las cejas mirándome.

Mierda. Papá siempre hacía eso cuando me pillaba las mentiras.

-Ya, y el chupetón del cuello, ¿te lo ha hecho Estela también?-me preguntó mientras me apartaba un poco el pelo señalando con la mirada mi cuello e instintivamente me lo tapé de nuevo con mi pelo.

El me miró esperando una respuesta, y yo me puse demasiado nerviosa.

-Sigo siendo virgen-le dije rápido y el abrió los ojos al escucharme.

-¡Aitana que soy tu padre! No me digas esas cosas hija que me pongo malo, no lo quiero saber cuando no lo seas, por favor-me pidió llevándose una mano al pecho y yo reí por su actuación exagerada-te lo digo de verdad, eres mi niña, mi primera niña-me dijo y yo le sonreí.

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora