14-El yate

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*Pedri*

No había pegado ojo en toda la noche y tenía una presión en el pecho que jamás había sentido.

La escuché llorar al otro lado de la puerta. Una vez más había sido el culpable de las lágrimas de Aitana y me sentía un imbecil y un mierdas, pero era lo correcto para todos.

Removia mi café de un lado a otro sin prestar atención a lo que hablaban Dani y Gavi y sin saber los planes que habría para hoy, solo podía pensar en cómo se despertaría aitana.

Anoche la escuché llorar hasta tarde y no sabía ni a qué hora se despertaría.

Lo sentía muchísimo, pero no podía hacerle eso a mis amigos, no con su hija.

Lo peor era que me gustaba, joder. Me gustaba una niña de diecisiete años. Una niña que había conseguido remover cosas en mi que nadie había podido hacer.

-¿Te parece, hermano?-me preguntó Gavi y yo asentí, no lo había escuchado pero seguramente sería el planing para el día.

Él asintió para dejar un beso en los labios de Dani e ir hasta la habitación, supongo que para ducharse o despertar a los niños para aprovechar el día.

Yo tiré por el fregadero todo mi café, no tenía muchas ganas de nada y seguramente hoy fingiria estar enfermo para quedarme en casa y pensar.

-¿Qué le pasa a mi canario favorito, a ver?-me dijo Dani dándome un empujón con la cadera.

-Estoy algo destemplado, creo-le dije algo serio y ella llevó su mano a mi frente.

-Mmm...¿no será que estas algo destemplado aquí?-me preguntó poniendo su mano a la altura de mi corazón y yo la miré.

No podía decirle nada, no podía ponerla en ese compromiso.

-No es nada-le dije quitando su mano de mi pecho para subir las escaleras hasta mi habitación.

Tuve la inercia de tocar en la puerta de Aitana, pero no se escuchaba nada desde dentro y quizá estaría dormida.

Le mande un mensaje a Gavi diciéndole que me encontraba mal y que me quedaría en casa y que se lo pasasen bien.

Me metí en la cama mirando al techo y puse el modo avión en el teléfono, por unos instantes me apetecía borrarme del mapa, pero unos instantes antes de poner el teléfono en no molestar una notificación me saltó.

La leí sin saber que decisión tomar, o que sería lo correcto hacer...

*Aitana*

-Princesita-me llamó papá asomando su cabeza por la puerta y yo lo miré para taparme entera con la sabana-¿se te han pegado las sábanas? Venga que hay mucho que hacer-me dijo desde la puerta con una sonrisa.

-Iré más tarde papá, estoy cansada-le dije y el chasqueó la lengua.

-Aitana...-me regañó, o al menos lo intentó porque papá casi nunca me regañaba.

-Papá porfavor-le pedí agobiada queriendo volver a cerrar los ojos, había pasado una noche horrible y no me apetecía levantarme.

-Vale..llamame si necesitas algo-me dijo él.

-Gracias-Le dije yo en un susurro mientras le escuchaba cerrar la puerta.

Las palabras de pedri no salían de mi mente.

*Flashback*

-Esto está mal, muy mal y no puede volver a pasar Aitana-me dijo más que serio y yo alcé las cejas flipando.

¿Eso era lo que quería decirme enserio?

-Me importas muchísimo, eres la persona que más quiero en el mundo pero...-lo corté cruzandome de brazos.

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora