34-La primera vez...¿Duele?

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*Pedri*

Despertarme con Aitana entre mis brazos se había convertido en un vicio para mí, acurrucada sobre mí pecho con sus ojitos cerrados y expresión relajada.

Anoche...pasaron tantas cosas otra vez. No entendía como me hacía sentir tantas cosas, pero lo hacía y sin necesidad de siquiera tocarme. Aitana era magia para mí.

Metí la cabeza en su cuello dejando besitos pequeñitos, hasta que sonrió con los ojos cerrados.

-Buenos días-le dije y ella pasó un brazo por mi cuerpo hasta poner su mano en mi nuca y atraerme hacia ella para dejar un beso en mi boca.

-Buenos días pepi-me dijo al separarnos apoyando su mano en mi pecho desnudo.

Se acurrucó en mi pecho y dejó un beso en él.

-¿Has dormido bien?-Le pregunté y ella sonrió asintiendo con los ojos cerrados.

-Muy bien, ojalá dormir así todos los días-admitió y yo sonreí porque pensaba igual que ella, aunque las cosas eran un poco complicadas para eso.

Algún día lo podríamos hacer.

Nos levantamos para desayunar, nos dimos una ducha juntos y nos preparamos para irnos a jugar al padel con los chicos.

Una vez más y para sorpresa de nadie Aitana y yo nos llevamos la victoria chocando nuestras palas y dándonos un abrazo que acabó con un beso mío en su mejilla.

Siempre ganábamos, y como siempre tuvimos que escuchar a los otros refunfuñar sin parar.

Gavi nos invito a su casa a comer después de llamar a Dani, pero antes cada uno pasó por su casa para arreglarse un poco y mis amigos llevar a sus hijos y parejas.

Cuando llegue a casa del sevillano el estaba cortando queso y preparando unos entrantes y le deje un par de botellas de vino que había traído en la encimera.

-Voy a subir a cambiarme, echadle un ojo a la carne porfa-nos pidió dejando un beso en los labios de Gavi antes de subir arriba.

Empecé a ayudarle a prepararlo todo, y no dudaba que de un momento a otro me preguntaría, y efectivamente.

-¿Hablaste con Aitana?-me preguntó en un susurro y yo chasqueé la lengua.

Aitana y yo ya habíamos hablado de que le diríamos el día anterior.

-Si-le dije casi sin mirarle.

El se quedó callado, y yo ni siquiera lo miré para evitar hablar nada.

-¿¡Y?! ¡Habla de una vez!-me dijo quitándome el bote de aceitunas que tenía en la mano y que estaba sirviendo.

-Pues no me dijo nada relevante y tampoco la vi muy cómoda hablando del tema, solo le dije que eligiese bien y tuviese precaución-le dije encogiendome de hombros y el suspiró.

-Quién será el hijo de...-se calló malhumorado y yo tragué saliva-no estoy preparado para que mi niña tenga novio pedri, de verdad que no-me dijo y yo me sentí aún peor. Que se callase ya joder.

-¿Y si es alguien que la quiere de verdad?-Le dije y él me miró.

-¿Y cómo se yo eso?-me preguntó y yo me encogi de hombros.

-El padre de Dani siempre te aceptó a ti y te puso las cosas fáciles, quizá te toque hacer lo mismo si ves que la quieren de verdad-le dije.

-Ya, la diferencia es que Carlos me conocía de toda la vida y sabía que yo no jugaría con su hija ni seria una tontería, pero yo no conozco a casi ningún amigo de Aitana de esas maneras-me dijo preocupado y en ese momento, estuve a punto de gritarle que era yo.

Estaba a punto de hacerlo, de decirle que confiase en mi, que la quería, pero la misma Aitana entró en la cocina cortando nuestra conversación.

Ya los chicos fueron llegando, todo se fue dispersando y al final me fui a casa sin haber tenido ese final de conversación con Gavi.

*Aitana*

Papá se había quedado frito en cuanto los chicos se fueron y Candela y Dario ya estaban dormidos arriba.

Me quede abajo con mamá viendo una película con ella, aunque mi mente más que en la película estaba en cómo empezar esta conversación con mamá, pero quería un consejo de ella.

Sabía que era la única que no me juzgaria nunca.

Ni siquiera me di cuenta que mamá paró la peli y se me había quedado mirando, hasta que levante la mirada de mis manos y me di cuenta de la situación.

-A ver, de que quieres hablar-me dijo ella y yo alcé los ojos.

Me moví hasta su sofá y me senté a su lado nerviosa.

-La primera vez...¿duele mucho?-le pregunté y ella abrió los ojos al escucharme para soltar una pequeña risa.

-Ay Aitana-rió mientras negaba y yo me ruboricé un poco-pues depende, hay mujeres que les duele un poco más, otras un poco menos y otras a las que no les duele directamente-me dijo y yo asentí.

-¿A tí te dolió?-Le pregunté.

-Un poco, si-me dijo ella-pero es un dolor que dura unos minutos-me dijo y yo hice una mueca.

-Y es verdad que...¿sangras?-Le volví a preguntar y ella asintió.

-En la mayoría de los casos si, aunque también es posible que no-me dijo y yo frunci el ceño-hay mujeres que se rompen el imen sin querer por un golpe montando a caballo, en bici...es posible también que no se sangre-me dijo y yo asentí-¿Vas a hacerlo con pedri?-me preguntó ella y yo la miré asintiendo levemente.

-Quiero, pero él quiere esperar-le dije con mis mejillas rosadas-quiere que sea bonito y no de cualquier manera, pero yo me muero de ganas cada vez que estamos solos mamá-le confesé muerta de vergüenza por estar hablando de esto con mi madre, pero en el fondo sabía que nadie mejor que ella para aclarar mis dudas.

-Es muy bonito que quiera hacerlo especial para tí cariño, va a ser tu primera vez y nunca lo vas a olvidar-me dijo y yo mordí mi labio nerviosa-lo importante es que te sientas cómoda y disfrutes, si vas en tensión no vas a disfrutar nada-me dijo y yo asentí.

-¿Me ayudaras a buscar una escusa para poder irme con Pedri el finde antes de mi cumple?-Le pedí y ella rodó los ojos asintiendo con una sonrisa-gracias gracias gracias mamá, eres la mejor-le dije abrazandola y ella me rodeó con sus brazos besando mi cabeza.

-Solo quiero que estés segura-me susurró y yo levante mi cabeza hacia ella.

-Lo estoy mamá-le dije sonando segura-Pedri es increíble conmigo, de verdad ojalá pudieras verlo. Estoy segura que es él, que él es el amor de mi vida-le dije a mamá y ella acarició mi mejilla asintiendo.

-No me hace falta verlo, te veo feliz-me fijo y yo asentí sonriendo.

-Soy Feliz mamá, con él lo soy-le dije abrazada a ella.

Estuvimos un buen rato más hablando, con mamá contestando mis dudas, dándome consejos.

Adoraba a mamá sobre todas las cosas, y deseaba que el día que papá se enterase nos diese una oportunidad de demostrarle que nos queríamos de verdad igual que estaba haciendo mamá...

(CONTINUARÁ...)

¡Os leoo!❤️✨️

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora