59-Envuelta en lágrimas

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*Aitana*

Otra noche más que apenas había dormido, aunque esta creo que había sido incluso peor que la anterior.

Solo miraba el cielo, las estrellas desde mi cama.

Mamá dormía en el otro extremo, y Dario y Candela también lo hacía en medio de las dos. Pero yo solo podía mirar al cielo mientras no paraba de llorar sin parar, en silencio, para que nadie me escuchase.

Me sentía tan vacía y tan rota, como si me hubieses quitado toda la felicidad de un plumazo.

Había vivido cosas tan bonitas estos últimos meses que si hubiese sabido que este era el final, jamás hubiese insistido en contarle la verdad a mi padre, hubiese preferido vivir escondida para siempre pero feliz junto al hombre que quería.

No dudaba que pedri me quisiese, pero si quería sentir que me elegiría a pesar de todo, y no lo había hecho, no esta vez.

Me sabía las estrellas de memoria de las veces que las había visto con él, la osa mayor, casiopea, orión, la osa menor...

Todas llevaban algún recuerdo con él. Ahora solo me quedaba vivir de esos recuerdos.

**Flashback**

-Que piensas-me dijo pedri sentando a mi lado y yo acaricié mis piernas nerviosa mirando al frente.

-En cuanto tiempo podemos sobrevivir aquí si no...-él me cortó.

-Eso no va a pasar, no nos hemos podido alejar tanto-me dijo y yo suspiré-tranquila, ¿vale? No va a pasarte nada-me dijo y yo lo miré fijándome en cómo sus mirada se mezclaba con la mía.

-Gracias por tirarte a salvarme, si no lo hubieses hecho seguramente te habría dado tiempo a ti a volver al muelle-le dije y el frunció el ceño soltando una risa irónica.

-Si no te llego a atrapar aun te estoy buscando-me dijo con sinceridad y yo sonreí de forma efímera a la vez que él.

Paso su brazo por mis hombros y los dos volvimos a mirar al frente por un largo rato, hasta que volví a romper el silencio.

-Pedri-lo llamé y el me miró-¿Qué pasaría...si yo no me apellidase como me apellido?-le pregunté y el me quitó la mirada mientras soltaba un suspiro mirando al frente.

-No lo sé, Aitana-admitió unos minutos después- el problema es que no podemos evitar que te apellides como te apellidas-me dijo él y yo cogí su mentón haciendo que me mirase.

-Ayer admitiste que te gustaba-le recordé con nuestras caras muy cerca y el tragó saliva.

Fue a hablar cuando lo corté antes de que dijese algo que me iba a molestar.

-No se te ocurra decirme que fue un error o que esta mal, ¿quien te crees que eres para saber que está mal o bien?-le dije seria-no le hacemos daño a nadie pedri-insistí mirando sus labios mientras acunaba su cara con mis manos.

-Le podemos hacer mucho daño a tu familia y no se lo merecen-dijo el poniendo sus manos sobre las mías mientras miraba mis ojos.

-Tendrán que aceptarlo si nos quieren-le dije buscando solucion y el negó.

-No van a hacerlo aitana-me dijo seguro.

-Entonces lo llevaremos en secreto-le dije encogiendome de hombros buscando solucion.

-No mereces que nadie tenga que esconderte, el amor no funciona así-me dijo él apenado y yo solté un suspiro frustrada.

-El amor tampoco funciona de forma racional-le dije frustada- el amor es irracional, sin tener en cuenta edad, profesión, razas, estatus sociales-enumeré y vi como el soltaba una sonrisa de lado.

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora