MARATON 1/3: 21-El calentón

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*Aitana*

Me tuve que meter en mi habitación sintiendo una rabia y un ardor en el pecho horrible.

¿Qué cojones hacia ella aquí? Encima le había besado en los labios, en los mismos que yo había besado solo unos segundos antes y...dios que rabia.

Abrí el grifo de la ducha metiéndome en el interior queriendo dejar la mente en blanco, pero era imposible. Mi mente no hacía más que repetirme que ella era mejor que yo, que con ella el tendría las cosas más fáciles y nadie le juzgaria y con todos esos pensamientos rompí a llorar en la ducha mientras empezaba a temblar.

No quería que pedri me dejase lo que apenas estábamos empezando. No quería perder a pedri y me daba igual si eso significaba perder el resto de gente.

Me puse un pijama y me dispuse a secarme el pelo cuando tocaron a la puerta de mi habitación.

-Aitana, ¿Vas a cenar?-me preguntó mamá asomando la cabeza y yo negué.

-Con la merienda de esta tarde no tengo más hambre, mamá-le dije casi sin mirarla para que no notase que había estado llorando.

Escuche como suspiraba sin moverse.

-Él no la quiere Aitana-me dijo con tono tranquilo mientras yo enchufaba el secador y la mire con los ojos aguados por un segundo apartando de nuevo la mirada.

-Déjame sola, porfavor mamá-le pedí con la voz quebrada.

Mamá no insistió y me cerró la puerta, amaba que mamá supiese darme mi espacio y también sabía que ella sospechaba algo o sabía más de la cuenta, lo había notado en sus miradas estos últimos dias.

Me seque el pelo cuando conseguí recomponerme y me tiré en la cama con mi móvil un rato para intentar coger el sueño.

No lo conseguí asique decidí dejarlo en la mesita de noche y darme media vuelta en la cama a ver si conseguía dormirme sin darle más vuelta a mi cabeza que no paraba de pensar de todo.

Escuché como la puerta se habría de forma sigilosa y me asusté incorporandome de golpe.

-¿Qu....

-shh..soy yo-susurró Pedri en la oscuridad y mi mente se relajó solo de escuchar su voz.

Cerró la puerta y se acercó a mi cama abriendo las sábanas del otro lado para meterse en ella, me cogió de la cintura pegándome a él y rodeo mi cuerpo con sus brazos intentando dejar un beso en mis labios que esquive.

-Aitana...¿Qué pasa?-me preguntó frunciendo el ceño y yo alcé las cejas.

-Ni creas que me voy a comer las babas de la Nancy esa-le recriminé saliendo de la cama para encender la luz y mirarlo mientras me cruzaba de brazos.

El tensó la mandíbula y se levantó de la cama intentando acercarse a mi.

-Aitana relájate porque no ha pasado nada ni vas a comerte las babas de nadie por dios-me dijo él sonando obvio.

-Te ha besado pedri-le recriminé dolida.

-Y yo me aparté sin seguirselo-me dijó el más alterado y nervioso.

Me giré mirando por el ventanal intentado respirar con lo enfadada que estaba y él me rodeo la cintura desde atrás dejando su barbilla en mi hombro apoyada.

-Te juro que he hablado con ella y le he dejado las cosas claras-me dijo en el oido y yo cerré los ojos ante su voz y su tacto.

-No quiero que esté aquí-le dije soltando un suspiro aguantando mis lágrimas-me hace sentirme insegura-le admití.

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora