53-Gavi, que soy yo

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*Aitana*

**6 De enero**

-¡¡TATAAA!! ¡¡TATAA!! ¡¡LOS REYES, LOS REYES!!-gritó Dario entrando en mi habitación demasiado temprano para mi gusto, pero no podía culparle tampoco, mi hermano era demasiado efusivo y era el único en casa que seguía creyendo en "la magia de los reyes magos".

-Venga vamos, a ver este año que nos deparan los reyes-le dije intentando desperezarme lo antes posible porque sabía que no pararía hasta verme en pie.

Candela ya reía cogiendo la mano de papá para bajar y mamá me sonrió mientras todos bajaban y ella y yo nos quedábamos en el pasillo.

-¿Qué habrás maquinado este año...?-le pregunté mirándola con una sonrisa y los ojos entrecerrados y ella rió cogiendo mi brazo para bajar las dos dejando un beso en mi mejilla.

-Ya lo verás, cariño-me dijo para empezar a bajar las escaleras y encontrarnos con el mismo sobre que llevaba viendo toda mi vida.

El sobre con las pistas para ir encontrando todos los regalos y las normas básicas del juego de los regalos.

Mamá no cambiaba aunque pasasen los años.

"Las reglas eran simples:

-No vale enfadarse ni llorar.
-Es obligatorio ayudarse entre ellos a encontrar todos los regalos.
-No se abre ningún regalo hasta que están todos encontrados y se abren en el salón juntos.
-Disfrutar del juego y pasárselo bien.
-Y por último, dar las gracias a los reyes magos."

Empezamos por las pistas de Dario que era el más emocionado por encontrar sus regalos.

Mamá y papá este año se habían pasado, porque le regalaron la consola que mi hermano llevaba queriendo muchísimo tiempo, pero habíamos tenido que buscarla siguiendo las pistas hasta la zona del desván que nunca usábamos.

A candela le habían regalado una cámara de fotos que también tenía muchísimas ganas de tener, que había acabado escondiendo en el jardín debajo de unos puffs que adornaban la zona de sillas y mesas de la zona.

Por último llegaron mi pista:

"Cuatro rosquillas,
1 corazón andante
5 sillones
2 orejeras
1 sombrerito color rojo"

Miré a papá y mamá sin saber muy bien por donde tirar. Mis hermanos cogieron la nota inspeccionandola y papá y mamá se reían al ver mi cara.

Mi mente repetía una y otra vez la adivinanza...

Hasta que caí.

"Cuatro rosquillas,
1 corazón andante
5 sillones
2 orejeras
1 sombrerito color negro"

Un coche.

Bajé rápidamente al garaje con toda mi familia detrás, y un coche negro esperaba con un lazo rojo gigante en el techo.

-¡NO TE LO PUEDO CREER!-Grité andando hasta él.

En este último mes me había sacado el carnet y papá me dijo que miraríamos un coche para mi, pero esto era increíble.

Un todoterreno alto, grande y completamente equipado por dentro con millones de cosas.

Papá me tiro las llaves que rápidamente cogí para entrar en el coche y sonreí al arrancarlo y escuchar como rugía el motor.

-¡¡Vamos, subid!!-grité llena de emoción y ellos poco tardaron en seguirme el rollo.

Papá se puso de copiloto y mamá atrás con Dario y Candela y aún en pijama y todo salimos de casa para probar el coche dando una vuelta por el vecindario. Era increíble y no podía estar más contenta por todo lo que me rodeaba.

-Gracias, gracias, gracias-dije abrazando a ambos súper contenta en cuanto me quede sola con ellos porque mis hermanos subieron a probar sus regalos.

Mamá y papá sonreían por verme feliz, y yo deseaba no defraudarles nunca.

Cuando mamá se puso a hacer de comer yo me fui con papá al salón y mientras él veía algún programa de fútbol yo me senté a su lado abrazandole.

-¿Te ha gustado de verdad cariño? Podemos cambiar el modelo si...-negué rápidamente.

-Me encanta papá, me encanta me encanta-le dije con una sonrisa y el asintió contento-aunque...si que quiero otro regalo-le dije después de pensármelo por unos segundos y el me miró indicando que hablase-que me prometas que vas a aceptar mi relación-le pedí y el suspiró mirando al frente.

-Aiti..-me dijo y yo le puse carita de cordero degollado para que me lo prometiese, papá siempre cumplía sus promesas-está bien, te lo prometo-me dijo rodando los ojos y yo sonreí aplaudiendo para besar su mejilla repetidas veces.

Esta vez papá no cumplió su promesa.

**9 de enero**

El día había estado intenso, pedri había ido a recogerme a la uni como cada viernes desde que empezamos para venirnos juntos a nuestra partida de padel y papá se había cabreado un poco con ferran por perder contra nosotros, aunque sabía que todo lo que tenía papá eran los nervios de la cena de hoy.

Pedri decía que era la primera vez que no había comentado con ellos nada sobre la cena donde le iba a presentar a mi novio, y menos mal porque ya le había advertido yo que no quería ninguna tontería por su parte.

Si papá estaba insoportable y nervioso, Pedri no se quedaba atrás, estaba como que su cuerpo estaba presente pero su mente estaba en otro mundo y le entendía porque yo estaba igual.

Quedaban un par de horas para que todo se supiese cuando nos tocó separarnos antes de la cena para que el se fuese a duchar.

-Luego nos vemos-le dije y el asintió con la mandíbula apretada-te amo-le dije acercándome a su boca y él me sonrió nervioso acercándose para dejarme un beso rápido en los labios.

-Te amo, mi vida-me dijo él y yo me baje de su coche para entrar en casa.

Mamá ya estaba preparando la cena y papá y mis hermanos se estaban preparando.

Por favor que salga bien.

*Pedri*

Ahora si que había llegado el momento de decir la verdad.

Mentiría si dijese que me había planteado no presentarme, pero no podía hacer eso, yo era un hombre y mi deber era presentarme. No había hecho nada malo, pensé para mi.

Yo la quiero de verdad, me recordé cerrando los ojos frente a la puerta de la casa de Gavi y muerto de los nervios.

Sentía agonía, miedo, temor...demasiadas emociones por todo lo que podía perder esta noche.

Aún así, toqué el timbre después de unos minutos en la puerta y cogí aire como pude.

Me abrió la puerta él mismo, Gavi. Con cara seria y en cuanto me vió relajó su expresión, cosa que me extrañó y me hizo fruncir el ceño.

-Ah eres tú, pasa-me dijo dándome paso y yo entré viendo que ya la mesa estaba casi puesta y Dani y Aitana se acercaban a nosotros.

Había llegado el momento.

-Mira has llegado en un momento propio, Aitana va a presentarnos a alguien especial para ella-me dijo y yo tragué saliva asintiendo-ya sabes...su novio y, bueno, ¿no te importa que pedri se quede a conocerle no aitana?-preguntó mirando a su hija y por un momento cerré los ojos apretando la mandíbula.

-Papá...-empezó ella a media voz y yo abrí los ojos del tirón.

-Gavi-lo llamé captando mi atención-que soy yo-le dije sin titubeos, sorprendiéndome hasta a mi mismo.

-¿Qué tu eres qué?-me preguntó confuso.

-Que yo soy el novio de aitana...-acabé por fin apretando mi mandíbula y la cara de mi amigo cambió por completo al escucharme decir eso...

(CONTINUARÁ...)

CHAN CHAN CHAAAN...

Hoy si que si quiero leeros muchiiisimoo.

¿¡Cómo reaccionara Gavi?!?!

¡¡OS LEOOO!!❤️✨️

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora