8-Nunca digas nunca

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*Aitana*

-Tía estoy tan nerviosa que siento que vomitaré en cualquier momento eh-me dijo estela mientras mamá nos llevaba a hacer los exámenes y yo reí, aunque estaba igual de nerviosa que ella. Por fin Acabábamos la selectividad.

Aún no sabía que quería estudiar, pero me quedaban unos días para decidirme.

Mamá aparcó el coche y las tres Bajamos donde estaba todo el mundo esperando que abriesen las puertas.

-Bueno, recordad que sois las mejores y que habéis estudiado mucho para esto-nos dijo mamá a ambas y las dos asentimos-os va a salir muy bien, pensad que ya es el último de tres largos días haciendo exámenes-nos dijo para para animarnos y ambas le dimos un abrazo justo antes de entrar.

Y dos horas y media después ambas salimos del examen de mates más que contentas, habíamos dejado la selectividad atrás. Por fin éramos libres para hacer lo que quisiéramos todo el verano.

Soltamos a estela en su casa y nosotras nos dirigimos a la nuestra mientras yo no podía parar de sonreír.

En cuanto entré en casa papá me felicitó por ser "su dolor de cabeza más mayor" y yo reí en su abrazo.

Nos sentamos a comer todos la comida que había hecho papá y después él y mis hermanos se fueron a bañarse en la piscina.

Yo me quede recogiendo la cocina con mamá.

-¿Quieres que te ayude a hacer la maleta?-me preguntó y yo negué.

-No, la voy a hacer más tarde-le dije secando lo que ella iba poniendo a escurrir.

-Parece que no te hace ilusión cariño, este viaje es por ti-me dijo mamá mirándome y yo le sonreí con la mejor sonrisa que pude poner.

-Estoy muy contenta mamá, pero también muy cansada-le dije intentando excusarme-llevo muchos días estudiando mucho y...mi mente está pidiendo a gritos un descanso-le dije y ella sonrió mirándome pícara.

-Un descanso con forma de....¿arena, sol y agua?-me dijo y yo sonreí besando su mejilla.

-Justo así-le dije y ella me sonrió contenta después de mi beso-me voy a hacer la maleta-le dije saliendo de la cocina.

Subí a mi habitación y saqué la maleta del altillo del armario abriéndola en la cama.

¿Qué me llevaba? Seguramente muchísimos bikinis, no saldría de la playa en todo el tiempo.

Empecé a echar ropa en la maleta, algunas más arreglada por si salíamos a cenar, conjuntos monos para el día a día, algún que otro modelito más deportivo por si hacíamos alguna excursión y bikinis, muchos bikinis.

Metí también el libro que mamá me regaló hacía unos días porque el que estaba leyendo ahora lo llevaría en la maleta de mano y cerré la maleta después de echar el neceser con todo lo necesario de aseo personal.

Saldríamos mañana temprano y aún tenia toda la tarde libre para hacer lo que quisiese, asique le escribí a estela para hacer algo juntas ya que no la vería durante las vacaciones.

Estela era mi mejor amiga desde siempre, desde pequeñas.

De esas personas que caen en tu clase de primaria y se convierte en tu otra mitad, esa era mi amiga.

Era más alocada que yo, le gustaba menos un libro que un gripazo y siempre tenía que estar detrás de ella para que estudiase.

Pero también era la persona en la que más confiaba, la única que había estado siempre ahí para mi y que me quería por algo más que por ser "hija de Gavi".

Estela no tardó en contestarme y ofrecerme irnos a la playa a aprovechar la tarde.

Asique eso hice. Me puse un bikini, prepare el bolso de la playa y cuando menos me lo esperaba estaba ya con mi amiga disfrutando de nuestras últimas horas de vacaciones.

-¿Qué harás en mi ausencia?-Le pregunté y ella se bajó las gafas de sol mirándome.

-Echarte de menos y pensar en Mario sanz-me dijo encogiendose de hombros y yo reí.

Mario Sanz era la nueva súper estrella del barça. Un chico de nuestra edad que jugaba de mediocentro con el primer equipo a pesar de ser tan joven.

Mi amiga estaba enamorada de él a más no poder.

-Bueno y esperar los salseos que me cuentes de ti y míster banana-me dijo guiñándome un ojo y yo le tiré arena haciéndola reír.

-No va a pasar nada entre Pedri y yo-le dije poniendome algo seria.

-Bueno, tampoco iba a pasar nada hace semanas y te besó-me dijo.

-Prácticamente yo le obligué a que lo hiciese-le recordé y ella se quitó las gafas.

-Amiga, él te besó porque el quiso, tu no le pusiste una navaja en el cuello para que lo hiciese, ¿o si?-me preguntó y yo negué-en menos de dos meses cumples dieciocho, ya no eres una niña y el lo sabe-me dijo y yo suspiré.

-El nunca fallaría así a papá-le dije jugueteando con la arena.

-Nunca digas nunca-me dijo ella y decidí cambiar de tema para no comerme aún más la cabeza.

                            ******

-¿Cuánto queda?-preguntó Candela a mamá.

-Estamos esperando al tito pedri y ya vamos para la puerta de embarque-nos dijo papá y yo suspiré sacando mi móvil para entretenerme un rato.

Llevaba despierta desde muy temprano y tenía un sueño que me moría.

Mama había querido hacernos ya como veinticinco fotos, y yo en el tema fotos era como papá, siempre salía con cara de culo.

Además de que había tenido que aguantar como papá me preguntaba unas diez veces,¿Estás contenta?. Papá como te explico que no es el viaje de mi vida, no.

-Perdón, perdón, ya estoy aquí-escuché hablar al acento que más me gustaba entre todos los que había escuchado.

Solo esperaba que estas vacaciones me viniesen bien para aclararme la mente, y no para liarmela más.

Pero cuando levanté la vista para saludarle, vi que no venía solo, sino que una cabellera rubia asomaba detrás de él con una sonrisa mientras se ponía a hablar con mamá.

¿Amalia? ¿Por qué narices la tenía que traer a ella?

Este viaje iba a ser peor aún de lo que esperaba...

(CONTINUARÁ...)

¿Irá Amalia con ellos...o no?

¿Qué creéis que va a pasar en Tenerife?

¡Os leo!❤️✨️

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora