39-Que rica estás, amor

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*Aitana*

Los dieciocho, tan deseados para la mayoría de gente.

"Cuidado con las locuras que ya puedes ir a la cárcel", fueron las palabras del tío Ansu en cuanto soplé las velas frente a todos y yo reí, era el mejor.

Estela, mis primos, mis tíos, mis abuelos, mis amigos, Candela, Dario, papá, mamá y pedri. Los más importantes.

Fue un cumpleaños tranquilo en casa, solo había invitado a seis de mis amigos, no es que tuviese muchos más yo era más de conocidos, pero sin duda con los que más había estado era con Estela y con Mario que miraba a mi amiga embelesado haciendo que a mi me saliese la risita tonta al ver que ella lo miraba igual.

Diana, Mónica y Arturo también estaban conmigo sentados en el jardín, amigos desde siempre y estos dos últimos pareja desde hacía un par de años.

Fui a la cocina a por más refresco para ellos y ahí estaban papá y mamá con pedri, ansu, ferran y Carla hablando alrededor de la isla de la cocina.

-¿Qué te falta?-me preguntó mamá y yo cogí el refresco viendo que estaba caliente-¿Hielo?-Le pregunté y papá hizo una mueca cuando mamá lo miró esperando respuesta.

-No lo has comprado-le dijo mamá con desaprobacion.

-Se me olvidó mi vida-le dijo papá con carita de niño bueno, la misma que ponía cuando no quería que mamá se enfadase con él.

-¡Pablo te hice una lista, amor!-le dijo mamá.

-Bueno no pasa nada-dije yo quitándole importancia-Pedri, ¿me llevas a comprarlo?-le pregunté.

-Claro-me dijo él levantándose, y me fije en que ferran lo miraba con una sonrisa, se había tomado bien al final también lo nuestro y ya había tenido una buena charla conmigo.

-¿Falta algo más?-pregunté y papá negó mientras le daba un beso a mamá en la mejilla queriendo que a ella le se quitase el pequeño mosqueo, cosa que me hizo reír.

-Que te saques el carnet-me chinchó el tío ansu-ya no tienes excusa campanilla, aunque creo que lo de usar a pedri de chófer te viene en los genes-dijo mirando de reojo a papá y todos reímos.

Había visto muchísimo vídeos antiguos de papá y pedri y sabia que mi padre tardó un poco más en sacarse el carnet y que pedri lo llevaba a los entrenos y partidos.

-Si llevaba al padre no me importa llevar a la niña, asique deja de meterte con ella-le dijo Pedri pasando el brazo por mis hombros y yo sonreí haciéndole una mueca de ganadora al tío ansu, que solo me sacó la lengua volviéndose a meter conmigo.

Pedri y yo salimos de casa montandonos en su coche, y en cuanto perdimos de vista la casa paró en una de las calles menos transitadas parando su coche en un aparcamiento.

Me quité el cinturón a la vez que el echaba su asiento para atrás y sin darme tiempo a reaccionar atrapó mis labios con los suyos y yo aproveché para subirme encima de él en su asiento.

Sus manos bajaron a mi culo y mis manos acunaron sus mejillas disfrutando de sus labios.

-Feliz cumpleaños, Princesita-me dijo al separarnos quedándonos cerquita y yo sonreí-pensé que no iba a tener oportunidad de darte uno de mis regalos hoy-me dijo acariciando mi cadera con los ojos cerrados.

-¿Y qué regalo es ese que me lo tenias que dar en privado?-Le pregunté juguetona y el sonrió besando mis labios.

Apretó mi cuerpo contra el suyo y yo froté mi intimidad contra la suya despertándola de golpe y sintiéndolo ya duro debajo mía.

Sus manos se colaron en mi tanga echándolo a un lado y levantando mi vestido hasta dejarme desnuda.

-Menos mal que es de noche-murmuró él y yo reí llevando mi boca a su oreja para dar un mordisco en su lóbulo.

-Estaba todo pensado pepi, yo misma borre el hielo de la lista de papá-le dije en un susurro y me puse de nuevo en frente de él que me miraba sorprendido.

-Eres una niña mala entonces-me dijo pasando sus dedos por mi clitoris y asentí cerrando los ojos echándome un poco para atrás para que tuviese mejor acceso-a las niñas malas se les castiga, princesita-me dijo pedri metiendo un dedo en mi interior.

-Castigame, haz conmigo lo que quieras pero no pares por nada del mundo-gemí disfrutando de sus dedos dentro de mi, porque al acabar la frase metió otro de sus dedos en mi interior y su boca se fue directa a una de mis tetas mordiendo mi pezón haciéndome estremecer.

Los cristales empezaron a empañarse un poco por nuestras respiraciones sofocadas y cuando vi que mi orgasmo estaba cerca aparté la mano de pedri de mi llevando mis manos a su cinturón desabrochandolo.

-Dime que tienes condones-le pedí besando su boca y él se inclinó hasta la guantera del coche agarrando mi cintura con fuerza.

Sacó uno de ahí y me lo dió dándome un beso rápido.

Saque su miembro que ya estaba más que listo para mi y cogí el condon mientras con mi mano lo movía de arriba a abajo excitándolo.

-Aitana..no juegues-gimió él y yo sonreí acercándome a besar sus labios.

Le puse el condon como él mismo me había enseñado a hacerlo hacia solo unos días y llevé su miembro a mi entrada dejándome caer sobre él lentamente mientras los dos soltamos un gemido a la vez.

Aún dolía un poco, pero el placer se llevaba todo el protagonismo del momento. Pedri aferró sus manos a mis caderas mientras yo enredaba las mías en su nuca tirando un poco de su pelo.

No podíamos entretenernos porque estábamos en medio de la calle, pero ese morbo también nos gustó a los dos haciendo que el placer aumentara en cada movimiento de nuestros cuerpos.

Pedri llevó sus manos a mi clitoris dándome más placer y mis labios recorrieron su cuello haciendo que su colonia se metiese bajo mi piel entre gemidos.

Explotamos a la vez con las respiraciones agitadas, las ventanas del coche empañadas y sobre los labios del otro mientras temblabamos.

-Ha sido...-gemí exhausta.

-Increible-terminó pedri por mi de la misma forma que yo.

Los dos estábamos sudados y aún seguía dentro de mi cuando me abrazó besando mis labios con cariño repetidas veces.

-Nunca te canses de mi-me pidió entre besos.

-No lo voy a hacer, tenemos muchas cosas que hacer aún-le dije guiñándole el ojo divertida mientras lo sacaba de dentro de mi haciendo que otro gemido saliese por parte de ambos.

Me bajó mi vestido con cariño y me colocó bien el tanga después de pasar sus dedos por mi sexo y llevarlos a los boca para chuparlos bajo mi mirada.

-Que rica estás, amor-me dijo dejando un pico en mis labios y yo sonreí.

Se colocó también su ropa y volvi a mi asiento para que fuésemos a comprar el hielo.

Al llegar a mi casa de vuelta papá nos esperaba de brazos cruzados con expresión seria y me tensé al verle esperando en la puerta.

-Papá...¿qu...que pasa?-Le pregunté arreglando mi ropa como podía.

-¿Qué que pasa? No sé, dímelo tú Aitana-me dijo él serio y miré a pedri en busca de respuestas, pero él estaba más tenso que yo me atrevería a decir.

Quizá habíamos tardado demasiado y los problemas estaban por empezar.

(CONTINUARÁ...)

¡Os leoo!❤️✨️

Si le dais amor quizá esta noche pueda subir otro!!❤️❤️

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora