76-¿Una foto?

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*Pedri*

Aitana se removió incómoda despertándome y la pegué a mi cuerpo dejando mi mano en su abdomen mientras lo acariciaba con cariño. Solo unos minutos después volvía a darse la vuelta y otra vez me despertaba, pero esta vez cuando abrí los ojos la vi quitarse la camiseta del pijama agobiada.

-¿Te encuentras mal?-le pregunté y ella negó abrazándose a mi desnuda, para que yo besase su clavícula con cariño.

-Es Pablo, no para de moverse y no me dejan dormir los putos ardores-me dijo agobiada.

-Pablo, deja dormir a mami mi vida, hazme el favor-le pedi a mi hijo bajando hasta la altura de la barriga de Aitana para dejar un beso en ella, y justo mi hijo dio una patada.

-¿Ves? No para hoy-me dijo Aitana y yo sonreí-Tengo la sensación de que me voy a poner de parto antes de tiempo-me dijo Aitana y yo la abracé besando su teta derecha.

-Ven, tumbate, vamos a ver las estrellas a ver si Pablo con mis caricias se calma Un poco y te deja dormir-le dije y ella asintió mirándome con cara de angustia.

Llevábamos tres noches así. Después del primer trimestre de embarazo todo había ido genial, Aitana había tenido un embarazado súper bueno y solo nos quedaban dos semanas para salir de cuentas, pero hace tres días tuvimos un susto cuando aitana se noto un movimiento brusco y cuando fuimos al hospital nos dijeron que el bebé se había colocado para salir y que era normal si ahora de vez en cuanto tenía contracciones, porque su cuerpo se estaba preparando para el momento del parto.

Tres noches llevaba durmiendo mal, y Pablo solo hacía hacerse notar y bastante, parecía que quería avisarnos de que estaba por llegar.

Yo no podía estar más contento, habían sido unos meses súper bonitos experimentando cosas nuevas.

Primero saber el sexo, los antojos, las pataditas del bebé, dar la noticia a la familia y a los amigos, ver como la barriga crecía y crecía.

Volvería a repetirlo todo sin lugar a dudas, porque además Aitana estaba más guapa que nunca.

Le quedaba de lujo llevar un bebé dentro y se lo repetía cada vez que podía.

Se acabó quedando dormida en mi pecho al rato de estar los dos hablando y viendo las estrellas y a mi me costó más pillar el sueño, aunque al día siguiente me desperté del tirón cuando escuché un grito ahogado desde el baño de la burbuja.

Me levanté corriendo pegando un salto de la cama y ande hasta ahí, donde me encontré a Aitana mirando hacia el suelo.

-Mi amor, ¿¡has roto aguas?!-le pregunté y ella asintió blanca como la pared.

-Ay pedri...lo sabía...lo sabía...no quiero-me dijo y yo sonreí dándole un beso intentando tranquilizarla, pero ella me abrazó un poco asustada.

-Mi amor todo va a salir bien, hoy cuando acabe el día Pablo estará en nuestros brazos-le dije para animarla y ella asintió entre lágrimas.

-Yo solo quería darme un baño-me dijo entre lágrimas y yo sonreí emocionado.

-Venga, nos damos un bañito y nos vamos para el hospital-le dije y ella asintió nerviosa, incluso temblaba, hasta que el baño la pude relajar Un poco mientras el agua nos caía a los dos y yo agarraba su barriga desde atrás diciéndole que todo iba a salir bien.

Porque todo iba a salir bien.

Avisamos a Gavi y Dani de camino al hospital, y cuando llegamos ellos ya estaban allí.

-En nada ya tenemos a Pablito aquí-le dijo Dani acariciando su pelo mientras Gavi iba para el otro lado de su cama para abrazarla.

-Mi niña, todo va a ir genial-le dijo y aitana asintió más tranquila.

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora