48-Unir dos corazones

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*Aitana*

"Si tuviese que elegir entre cualquier persona o tú, te elegiría a ti sin dudarlo siempre Aitana, siempre, dame tiempo porfavor, solo un tiempo para saber como decírselo a tu padre, yo te quiero amor, te quiero tanto q..."

Las palabras de Pedri retumbaban en mi mente mientras ayudaba a mis hermanos en el salón.

El ya se había ido, y Papá y mamá hacían la cena.

-Tata, ¿entonces Alex es tu novio?-me preguntó Dario y yo suspiré mirándolo.

-Algo así-le dije y el asintió mientras seguía haciendo los deberes.

-Pues tu eres más guapa-me dijo Candela y yo sonreí al ver cómo Dario asentia dándole la razón.

Seguí ayudándoles con sus cosas mientras no paraba de pensar en todo, ¿Pedri sería capaz de plantarle cara a la situación con el tiempo o simplemente me lo decía para contentarme?

Agradecí que Estela me escribiese para vernos esta noche, por lo menos me despejaria y también le debía a Alex hablarle a mi amiga de él.

Era increíble como había cambiado mi imagen de él esta última semana, era un chulo y le encantaba serlo, pero debajo de toda esa faceta había un chico bueno también.

-Me ha pasado de todo esta semana, ni te imaginas-me dijo estela en cuanto entramos a nuestro bar de confianza.

Nos sentamos en una de las mesas más alejadas para tener intimidad y pedimos lo mismo que pedíamos siempre las dos.

-Cuéntame-Le dije y ella suspiró.

-Tia, Mario es un completo imbecil y me he equivocado demasiado con él-me dijo completamente afectada y yo abrí los ojos.

Sabía que no estaban muy bien, pero sabía que mi amiga estaba muy ilusionada con él.

Cuando me contó como había cambiado él desde que estaban saliendo oficialmente, la entendí.

Mario solo quería una novia formal ante las cámaras, limpiar su imagen y por detrás le estaba viendo la cara de tonta a mi amiga, y ella que si que se había enamorado o ilusionado de más, estaba muy afectada.

-Lo voy a dejar, no quiero ser su juguete, por mucho que me guste-me dijo limpiando sus últimas lágrimas después de contarme como se sentía.

-Estela, vales muchísimo para que alguien juegue así contigo tía, alguien así nunca va a merecer tus lágrimas-le dije intentando consolarla, pero yo sabía mejor que nadie que un corazón roto no tenia consuelo.

Ahí entendí que mi amiga no estaba preparada para conocer a Alex en este momento, y que yo no iba a ser tan egoísta.

Asique después de pasar la noche con Estela y acabar las dos hablando de todo y más, le escribí un mensaje a Alex diciéndole de quedar con él al día siguiente.

No fue una noche buena, entre Pedri, estela, Alex, y los problemas con papá apenas pude dormir, y al día siguiente quedé con Alex temprano en una cafetería para tomar un café.

El pobre tenía el ojo morado, y me sentí fatal al verle así.

-¿Te duele mucho?-le pregunté al sentarme junto a él haciendo una mueca.

-Un poco, pero no te sientas culpable, no pasa nada-me dijo y yo suspiré, si era la culpable.

Era la culpable de todo en realidad.

-¿De qué querías hablar?-me preguntó y yo suspiré.

-No puedo cumplir mi parte del trato, lo siento pero sería muy egoísta por mi parte hacerle eso a mi amiga ahora mismo-le dije sería y él me miró abriendo los ojos.

-Pe...Pe..pero...¡pero tengo un ojo morado! ¡No puedes decirme esto ahora!-me dijo y yo suspiré, sabía que tenía razón.

-Lo siento Alex, te compensaré con lo que quieras, con dinero, una moto nueva lo que quieras, pero no puedo hacerlo, Estela esta mal ahora mismo y yo no puedo hacerle algo así a alguien que es como mi hermana, entiéndeme-le pedí y el suspiró nervioso moviendo sus piernas.

Enfadado. Sabía que Estela le gustaba mucho porque cuando habíamos estamos juntos estos días solo se interesaba en saber cosas de ella.

-Vale-acabó y yo asentí esperando que me dijese que quería a cambio-no le hables de mi, pero ayúdame a saber como acercarme a ella, como saber sus gustos, como conquistarla, sólo eso-me pidió y yo lo miré flipando.

¿Dónde narices estaba el chico malo?

-¿De verdad te gusta tanto?-le pregunté flipando y él me miró asintiendo algo avergonzado.

-Desde que la conocí me gustó, y no quiero quedarme con las dudas, por lo menos quiero intentarlo, que me conozca y luego ella misma decida, pero quiero que conozca al verdadero Alex-me dijo y yo sonreí.

-Vale, si te ayudaré a eso, pero debes saber que quizá no haya nada que hacer para..-no me dejó acabar.

-Lo sé-me dijo y se estiró hacia atras-pero también quiero que me seas sincera, esto no lo haces por tu padre nada más-me dijo obvio.

-Claro que si-le discutí.

-Claro que no-me dijo y se acercó más señalando su ojo-Pedri y tu tenéis algo-me dijo y yo abrí los ojos mientras negaba.

-No se de que me hablas-le dije segura, o queriendo parecer segura.

-No hace falta que me lo digas, mi ojo morado y yo somos conscientes de ello-me dijo señalándose su ojo-si quieres ponerlo celoso conmigo solo tienes que decírmelo y conseguirás tu objetivo en dos días que coincidamos con él-me dijo y yo suspiré.

-Solo es por papá-le dije y el asintió poco conforme, aunque yo no solté más prenda.

-Vale, pues si solo es por tu padre al menos dame unas clases de padel para el viernes que viene, no soportaré que me pongan igual el otro ojo-me dijo y yo solté una risa que a él también le hizo reír.

Pasamos toda la mañana jugando al padel después de eso, y le fue cogiendo un poco el truco pero seguía siendo incluso más malo que el tío ferran jugando a esto.

Estaba encontrando en Alex algo que nunca imaginé, un buen amigo, alguien en quien pensaba que podía confiar y quien sabe, quizá si le demostraba a Estela este Alex ella y él podían tener algo muy bonito.

Por la noche quedamos con Estela que ya sabía desde esta mañana que Alex me estaba ayudando con todo esto.

Hubo un momento que me sentí apartada, pero feliz.

Después del cine Alex nos regaló una rosa a cada una y mientras yo me quedaba más atrás ellos iban riendo delante hablando de mil cosas.

Sonreí al ver a Estela contenta después de todo lo que había llorado esta mañana.

Estaba segura que si algo bueno salía de todo esto iba a ser unir dos corazones, aunque no fuesen el mío y el de pedri.

Mientras ellos iban a su bola yo escribí un mensaje que ya no quería reprimir más.

"No quiero palabras, quiero hechos"

Escribí mientras las manos me temblaban, yo también quería mi historia de amor...

(CONTINUARÁ...)

¡Os leooo!✨️❤️

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora