11-Si entra tu padre...

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*Pedri*

Y otra vez esa sensación me recorrió de pies a cabeza activando todos mis sentidos.

"Sepárate, Pedri", repetía mi mente a la vez que mis labios iban siguiendo el ritmo de los suyos.

Sus manos se hicieron hueco entre mi nuca enredandose en mi pelo, el tacto de sus uñas me estremeció y la pegué más a mi cuerpo mientras nuestras lenguas empezaban una batalla campal y mis manos agarraban sus caderas con firmeza, pero también con suavidad.

Sus labios eran inexpertos pero me estaba volviendo adicto a ellos sin saberlo, porque no fui capaz de separarme hasta que la falta de aire se apoderó de los dos y acabamos separándonos lentamente.

Ella estaba ruborizada y yo debía estar igual. Nos miramos desde cerca y cuando fui a hablar ella puso su dedo en mis labios sin dejarme opción.

-No digas nada, lo que vas a decir ya lo sé-me dijo en un susurro entrecortado.

No dije nada haciéndole caso, ella tampoco y al final acabamos bajando esas rocas hasta llegar a la cascada.

La sonrisa de Aitana en ese momento no la puedo describir, pero para mí era lo más parecido a tocar el cielo.

-¡Es increíble!-gritó tirándose al agua y yo sonreí siguiéndola.
Me tiré al agua sintiendo el frio de nuevo y nadé hasta ella saliendo del agua.

-Vamos, no te vas a quedar ahora parada mirandola-le dije viendo como solo sonreía mirando la cascada.

Tiré de su brazo para que empezase a nadar detrás de mi y ella me siguió sin dudarlo agarrándose a mi espalda para que yo nadase por los dos.

Nos pusimos bajo la cascadas notando el agua caer sobre nosotros, reímos, hablamos de miles de cosas sin importancia y la tarde pasó demasiado rápido para mi gusto.

-¿Una foto?-le pregunté sacando mi teléfono de la funda del agua que traíamos cada uno y ella asintió contenta.

Nos hicimos miles de fotos, juntos y por separado, también del paisaje aunque estaba seguro que volveríamos más de una vez.

Pusimos mi móvil a grabar mientras escalábamos para no perdernos detalle de nada y al final de la tarde volvimos donde estaban nuestras mochilas colocándonos nuestra ropa.

Estábamos cansados de haber estado toda la tarde de aquí para ya, pero los dos teníamos una sonrisa enorme, la tarde había sido alucinante, habíamos vuelto a ser los de antes.

*Aitana*

Estaba cansada, pero tenía el cuerpo lleno de maripositas que intentaba comprimir a toda costa.

De camino a casa cerré los ojos en el asiento mientras pedri conducía.

Y sus labios volvieron a mi mente en cuanto los cerré. Sus labios..ay..

Pedri me hacía sentirme viva, podía ser yo.

Nos habíamos vuelto a besar, o más bien está vez lo había besado yo.

En realidad tengo que confesar que no resbalé, pero sabía que pedri no me iba a dejar caer y al notar como se le herizó la piel cuando tocó mi cintura...necesitaba jugar mis cartas.

No hacía daño a nadie, y en todo casi era a mi, asique estaba contenta.

Si el había seguido ese beso era porque yo también le removia algo y había decidido cambiar el chip. Lo pensaba poner sobre las cuerdas hasta saber que pensaba realmente, porque sus actos no concordaban con sus palabras y ambos lo sabíamos.

-Hemos llegado, Aitana-me dijo pedri y yo abrí los ojos, ya estábamos en casa.

Había varios coches en la puerta asique supusimos que la familia de pedri estaría en casa con mis padres y mis hermanos.

Y así fue, en cuanto abrimos la puerta de casa nos dimos cuenta que estaban poniendo la mesa en mitad del salón.

Todo lleno de comida y todo el mundo hablando y ayudando por corrillos.

-Montáis una fiesta en mi casa sin nosotros-dijo pedri cerrando la puerta captando la atención de todos mientras yo reía.

-Hombre, hasta que por fin, ya pensaba que habías secuestrado a mi niña-le dijo mi padre amenazante y yo sonreí abrazandole mientras papá dejaba un beso en mi cabeza.

-Que exagerado-masculló pedri rodando los ojos.

-Le falta su niña le falta el aire-le dije mamá a pedri riendo y este rodó los ojos con una sonrisa suave.

-Si, no te enfades míster banana, que yo se que la cuidas con tu vida-le dijo papá dándole una colleja que hizo que pedri se revolviese para devolvérsela, pero papá se apartó rápidamente.

-¡No empecéis!-gritó rosi cuando vio que pedri se levantaba a por papá y todos reímos al ver cómo los regañaban como si fuesen dos adolescentes.

-Voy a subir a ducharme, ya bajo-les dije a todos.

-Yo también, que vosotros vais de guapos y nosotros aquí como perros mojados-dijo pedri haciendo a todos reír.

Pedri fue hasta su habitación ya que tenía el baño dentro de ella, y yo fui a usar el del pasillo, pero al entrar me di cuenta que no había toallas colocadas.

Toqué a la puerta del canario y abrí sin esperar que contestara, juro que jamás pensé que se desnudaria tan rápido.

-Pedri, no hay ninguna t..

-¡Aitana!-gritó él cogiendo rápidamente su ropa del suelo para taparse-¡Dios!-gritó nervioso.

-Lo siento, lo siento-le dije tapándome los ojos con las manos.

-¡Sal de aquí! Si entra tu padre...-dijo nervioso.

-¡No malpienses! Solo quería...-Le dije destapando mis ojos, pero me interrumpió sin dejar terminar.

-¡No mires!- me dijo alarmado mientras yo volvia a tapar mis ojos, se habia puesto rojo-¡¿Qué?! ¿¡Qué quieres a ver?!-me dijo agobiado.

-Una toalla, no hay ninguna en el baño-le dije ya cabreada, ¿que se pensaba que yo quería verle desnudo?

-Yo te la llevo ahora, sal de la habitación por favor-me pidió y yo salí sin contestar.

Quizá me había pasado al entrar sin esperar que el contestase.

Suspiré esperando al pasillo que me sacase la toalla, y un par de minutos después el salió con ella en las manos.

-Gracias-Le dije cogiendola y el asintió casi sin mirarme dándose la vuelta-Pedri-lo llamé y el se giró-lo siento, debí esperar que me contestases-le dije y el asintió tragando saliva.

-Que no vuelva a pasar-me pidió y yo asentí haciendo una mueca avergonzada.

Me metí en el baño y me apoyé en la puerta cuando la cerré cerrando los ojos.

Era guapo, pero sin ropa lo era mucho más. Su V estaba totalmente marcada, su abdomen bastante trabajado, una espalda musculosa y...mordí mi labio mientras me estremecía.

Necesitaba una ducha de agua fría, muy muy fría...

(CONTINUARÁ...)

A mi estos dos me traen loca, ¿a vosotros?

¡Os leo!✨️❤️

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora