31-Tuya de pies a cabeza

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*Pedri*

No tuve opción de hablar con Aitana más en todo el cumpleaños, en parte porque ella me evitó, y en parte porque yo tampoco quise insistir sabiendo que no era el lugar ni el momento.

¿Es que no entendía que me hubiese podido molestar verla reír con él? El chaval era muy listo, se había dado cuenta que ir de chulo con ella no servía y ahora quería ir de amiguito, cosa que Aitana no pensó.

No creía que ella lo hubiese hecho con la intención de coquetear con él, pero verla reír por las tonterías que soltaba Alex...me recomió de celos.

Apenas pegué ojo en toda la noche pensando que estábamos ¿peleados? No lo sabia.

Solo sabía que le había mandado un mensaje el día anterior deseándole buenas noches y ni siquiera lo había contestado.

Me molestaba, me molestaba muchísimo todo lo que había pasado, pero no podía hacer nada al respecto hasta que ella diese también un poquito su brazo a torcer.

Estaba con ferran, fermin, ansu y Gavi en el gimnasio de ansu. Desde que nos habíamos retirado compartíamos muchas actividades juntos, sobre todo en temas de deporte.

Éramos los cinco que no nos habíamos separado del grupo más amplio que teníamos.

Aunque estaba con ellos, mi mente estaba en mi princesita, en sí seguiría enfadada conmigo.

De hoy no pasaba que yo arreglase las cosas con ella.

-Vi a Mayka en el cumpleaños pero se fue pronto-me dijo Gavi y yo rodé los ojos mirando de reojo a ferran.

-Si, alguien volvió a meter su nariz donde nadie le había preguntado, pero ya todo aclarado-le dije y este rió mientras negaba mirando sin solución a ferran, que estaba en su mundo sin enterarse de nada hablando con ansu.

Mi móvil vibró en el bolsillo, y lo saque con la esperanza de que fuese ella.

Una sonrisa se dibujo en mis labios.

"Estoy en la puerta de tu casa, pero supongo que no estás ahora mismo"

Me puso mientras seguía escribiendo.

"Llego en cinco, coge la llave escondida"

Le puse, tenia escondida una llave de casa fuera, y ella era de las pocas personas que sabían donde estaba.

Me sequé el sudor con la toalla y recogí mis cosas.

-¿A dónde vas?-preguntó fermin.

-Tengo cosas que hacer, hoy me voy antes-les dije y me fui despidiendo de todos para montarme en mi coche y coger el camino hasta casa.

En el camino solo podía pensar en una sola cosa, ¿debía pedirle disculpas? ¿Qué demonios se hacía en estos casos? No consideraba que tuviera que pedirle perdón, aunque si estaba enfadada...Gavi siempre le pedía perdón a Dani y con unos cuantos besos y mimitos ella ya sonreía, ¿debía hacer yo lo mismo?

No lo sabia, y sin tener mucho más tiempo para actuar, llegué a la puerta de casa aparcando enfrente.

Pero antes de bajar tuve que hacer una llamada.

-¿Pedri?-escuché a Dani.

-Si, soy yo, ¿Estás liada o puedes hablar?-Le pregunté nervioso.

-Puedo hablar, ¿necesitas algo?-preguntó y yo suspiré.

Le conté por encima lo que había pasado, pidiéndole consejo sobre que hacer o que decir-todo esto es nuevo para mi Dani, nunca...nunca había tenido que preocuparme por estas cosas y no quiero cagarla por nada del mundo-confesé y escuché una risita provenir de ella.

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora