67-No te prometo nada

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*Dani*

-Buenos días-me dijo Aitana saliendo de su habitación para llegar hasta la cocina.

Llevábamos ya 3 días en casa desde que le dieron el alta y hoy por fin volverían pedri y Gavi.

-Buenos días preciosa, ¿como estas?-Le pregunté y ella se encogió de hombros frotando sus ojos con sueño.

Aun dormía mal por las noches y no había querido ir al psicólogo aunque nos lo habían recomendado en el hospital. Pero al menos el susto de estar ingresada había conseguido que por lo menos se obligase a comer un poco.

Y también estela y Alex, que no la habían dejado sola en ningún momento intentando animarla lo máximo posible.

-Papá llega hoy-le dije y ella asintió sin expresión. Para ella su padre había tenido que viajar por compromisos laborales, lo que no sabía es que su padre había enmendado en su error como el que más y que volvería con la única persona que la podía sacar de ese agujero negro donde estaba metida-¿no estás contenta por verle?-le pregunté intentando sacar tema de conversación.

-Mamá, no te ofendas, es Papá y para mi siempre va a ser mi héroe, pero no quiero saber nada ni de él, ni de pedri-me dijo y yo abrí los ojos antes sus palabra-Que se queden con su preciosa amistad, pero yo no quiero saber nada de ninguno-me dijo y se levantó del taburete de la cocina para irse a tomar el aire al jardín.

La miré sentarse en una de las sillas y acurrucarse en ella misma cerrando los ojos mientras sorbia de su café.

No lo decía enserio.

No podía decirlo enserio y estaba segura que cuando viese al canario aparecer con su padre, todo se iba a aclarar por fin.

*Pedri*

-Ten mucho cuidado, y tomate las medicinas-me dijo mamá y yo asentí mientras cerraba la maleta.

-Mamá, no te preocupes de verdad-le dije andando hasta ella para darle un beso sonriente. Hoy por fin después de una semana iba a ver a mi princesita.

-¿Lo tienes todo, hermanito?-me preguntó Gavi qué venía de meter su maleta en el coche y yo asentí separandome de mi madre.

-Que todo vaya bien, y en cuanto podáis os venís a verme, tengo muchísimas ganas de ver a aitanita-me dijo mi madre y yo sonreí asintiendo.

-Te lo prometo ma, en cuanto ella pueda por su uni, vendremos a pasar unos días con vosotros-le dije y la abracé despidiéndome de ella igual que de mi padre.

Gavi montó su maleta en el coche y minutos después ya estábamos arrancando camino al aeropuerto.

Pasamos por el control apartado y fuimos los primeros en subirnos al avión pasando completamente de sapercibidos.

Y ahí, en el viaje tuvimos una charla que sabía que Gavi necesitaba tener conmigo.

-Oye pedri, no me voy a enfadar pero cuando....empezó todo esto-me dijo con cautela y yo tragué saliva.

-Hace unos meses-le dije sin querer dar mucho detalle.

-¿Ella era aún menor?-me preguntó y yo lo miré, no quería mentirle asique solo asentí despacio jugueteando con mis manos-cuéntamelo porfavor, cuéntamelo todo-me pidió y yo suspiré, pero así lo hice.

Le conté como había empezado todo, nuestro primer beso en la playa el día que se fue de casa, nuestras vacaciones en Tenerife, los meses que habíamos vivido...todo, absolutamente todo.

Gavi escuchaba en silencio y preguntaba cosas del vez en cuando, pero no se enfadó en ningún momento, es más, sonrió cuando le conté lo que le había regalado por su cumpleaños y algunas anécdotas más que había vivido junto a ella.

-Yo nunca le he faltado al respeto y nunca lo haré, te lo juro-le dije y el asintió.

-Lo sé Pedri, lo sé-me dijo mirandome-eso si, no quiero ser abuelo tan pronto, te lo advierto que te la corto hermano, te la corto de verdad-me dijo poniéndose serio y yo reí mordiendo mi labio.

-No te prometo nada-le dije para picarlo y él me dio un golpe en el brazo-¡au!-me quejé.

-Por gracioso-me dijo y yo sonreí.

-Ella va a disfrutar de su juventud, tranquilo, yo solo quiero ser feliz con ella y hacerla feliz y..pues en unos años si me gustaría ser papá-admití algo sonrojado y Gavi sonrió cerrando los ojos mientras negaba.

-Es que...tú mi yerno-dijo casi sin poder creerselo-llevo toda la vida sabiéndolo, pero vivirlo es otra cosa, madre mia-rió u yo sonreí también.

-No estaba en mis planes te lo aseguro-le dije encogiendome de hombros-pero ahora si, solo me equivoqué en no contártelo el primero cuando todo esto empezó, quizá las cosas hubiesen sido diferentes-le dije y el suspiró.

-Estoy deseando llegar y que todo se aclare, ver a mi niña bien, a ti también y que todos estemos bien-me dijo nervioso y yo miré la hora.

-Yo también, necesito un abrazo de Aitana para recargar pilas...-Le dije y el sonrió pasando su brazo por mis hombros.

-Lo tendrás hermanito, lo tendrás-me dijo y yo asentí tragando saliva.

Aitana solo quería que yo luchase por lo nuestro, y no tenía tan claro como mi amigo que todo fuese a ir tan bien de primeras.

Yo solo quería lo mejor para ella, pero Dani tenía razón. No había pensado en nosotros como pareja.

En cuanto aterrizamos Gavi cargó las maletas, yo por la operación aun tenia que estar otra semana en reposo y bueno...lo pensaba estar, pero después de arreglar las cosas con mi chica.

El camino hasta la casa del sevillano se me hizo eterno, y cuando llegamos las piernas me temblaban más que en toda mi vida.

Dani nos abrió con cara de pocos amigos, y nos contó que Aitana había salido al cine con Alex y Estela, pero que no tardaría en llegar a casa.

Me dió un abrazo de mamá oso preguntándome que como me encontraba.

-Estoy bien, aunque podría estar mejor-le dije algo cortado y ella asintió mirándome con pena, una mirada que no me gustó nada.

Le iba a preguntar que pasaba, hasta que escuchamos la puerta de casa abrirse y los tres dirigimos la mirada hasta ahí.

Estaba mucho más delgada, pálida y tenía unas ojeras que se hacían notar muchísimo.

Pero no dejaba de ser lo más bonito que había visto en toda mi vida, y mi corazón empezó a ir tan rápido que dejé de respirar.

-Ya estoy aquí ma...-sus ojos se pararon en los míos.

La respiración se me agitó aún más y me giré en su dirección con los ojos aguados.

-Hola..-empecé suave y ella carraspeó Un poco la garganta mientras sus ojos se aguaban.

-Lárgate de aquí, no eres bienvenido-me dijo fría y me frené antes de llegar a ella.

-Aitana-le dijo Gavi tan sorprendido como yo-cariño Escuchame, ya está todo solucionado y hablado ¿vale? No hay problema por mi parte no...-lo cortó.

-Por el tuyo puede que no, pero por el mío si-le dijo fría a su padre y secó las dos lágrimas que había brotado de sus ojos-solo te pedí una cosa-dijo mirándome-y es que lucharas por nosotros, y como Un cobarde no lo hiciste, tiraste la toalla, ¡le preferiste a él antes que a nosotros! ¡pues quédate con él! ¡Quédaos el uno con el otro! Yo no os necesito a ninguno-dijo fría para subir a su habitación sin siquiera mirarnos a ninguno.

El silencio fue lo que reinó en la sala, y yo ya no pude soportar que mis lágrimas saliesen disparadas.

Ella nunca volvería a querer saber nada de mi...

(CONTINUARÁ...)

¡Os leooo!❤️✨️

Murmullos-Pedri González y Aitana PáezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora