Escena: Un parque solitario, con la luz tenue del atardecer. Lisa se encuentra sentada en un banco, con la cabeza entre las manos, con el rostro bañado en lágrimas. El viento sopla con fuerza, arrastrando consigo las hojas secas de los árboles, como si reflejara el torbellino de emociones que la atormenta.
Música de fondo: Una melodía melancólica de piano, con notas que se quiebran, reflejando la angustia de Lisa.
Lisa: (Con un tono de voz lleno de dolor) ¿Por qué? ¿Por qué tenía que ser tan difícil? ¿Por qué no puedo estar con los dos?
Lisa se levanta del banco y empieza a caminar sin rumbo por el parque, con el corazón roto y la mente llena de confusión. No entiende cómo ha llegado a esta situación. Ama a Jennie, pero también se ha enamorado de Frederick. No quiere hacer daño a ninguna de las dos, pero no sabe cómo salir de este laberinto de emociones.
Lisa se detiene frente a un árbol, con el rostro lleno de lágrimas. Se apoya en el tronco del árbol, con el cuerpo tembloroso y el corazón a punto de reventar.
Lisa: (Con un tono de voz lleno de desesperación) ¿Qué hago? ¿Cómo puedo reparar el daño que he causado? ¿Cómo puedo hacer que Jennie me perdone?
Lisa se queda mirando el árbol, con la mente llena de pensamientos confusos. No sabe qué hacer. No sabe cómo afrontar la situación. Se siente atrapada en un laberinto de emociones, sin saber cómo salir.
En ese momento, Lisa saca su teléfono de la bolsa y busca el número de Jennie. Titubea por un momento, con el corazón en la garganta. No sabe si llamarla o no. Sabe que no es el momento adecuado. Pero finalmente, se arma de valor y pulsa el botón de llamada. Sabe si vuelve al hospital, Jennie sería capaz de hechar la ella misma.
Lisa: (Con un tono de voz tembloroso) Jennie, por favor, contesta. Necesito hablar contigo.
El teléfono suena una y otra vez, sin respuesta. Lisa se queda mirando el teléfono, con el corazón lleno de tristeza y desesperación. Sabe que Jennie está herida, y que no quiere hablar con ella. Pero no puede dejar de intentar contactarla. Necesita hablar con ella, necesita explicarle lo que siente.
La escena termina con Lisa en el parque, con el teléfono en la mano, sin saber qué hacer. El dolor de la ruptura con Jennie es demasiado fuerte para ella, y la tristeza la consume por completo. No sabe cómo seguir adelante, no sabe cómo reparar el daño que ha causado.
Lisa se queda mirando el teléfono, con los ojos llenos de lágrimas. Sabe que tiene que tomar una decisión, una decisión difícil que marcará el futuro de su relación con Jennie.
El silencio del parque es ensordecedor, solo interrumpido por el sonido del viento que sopla con fuerza. El futuro de su relación con Jennie es incierto, y el dolor de la ruptura se cierne sobre ella como una sombra oscura.