El sol de la tarde se filtraba por las ventanas del estudio de grabación en Seúl, iluminando el polvo que flotaba en el aire. La música retumbaba en el espacio, un ritmo frenético que contrastaba con la atmósfera de cansancio que se respiraba en el ambiente. Las cuatro chicas de BLACKPINK, Jennie, Rosé, Jisoo y Lisa, se encontraban en medio de una sesión de grabación, sus rostros reflejaban un profundo agotamiento.
Jennie: Con la mirada perdida en el vacío, se acomodaba en el sillón mientras susurraba: "Otra toma... No puedo más. Mi garganta está seca, mis piernas tiemblan, y mi cabeza late a mil por hora. Siento que mi cuerpo se está desmoronando".
Rosé: Con una sonrisa tensa que no llegaba a sus ojos, se acercaba a ella y decía: "Jennie, solo una más. Ya casi terminamos. Ya casi podemos descansar. Pero la verdad es que yo también estoy agotada. Cada día es lo mismo: ensayos, entrevistas, sesiones de fotos, grabaciones... No tengo tiempo para nada más. Extraño la simpleza de la vida, la libertad de hacer lo que quiero cuando quiero".
Jisoo: Con un suspiro que reflejaba su propia fatiga, se levantaba y decía: "Jennie, lo sabemos. Todas estamos agotadas. Pero tenemos que seguir adelante. Este álbum es nuestra oportunidad, nuestra forma de llegar al mundo, de hacer que nuestra música se escuche. Aunque a veces me pregunto si vale la pena el precio que estamos pagando. Extraño la tranquilidad, el silencio, la conexión con la naturaleza. Extraño estar con mi familia, compartir momentos con ellos, sentir su apoyo".
Lisa: Con una mirada de frustración, se levantaba y decía: "¿A qué precio, Jisoo? ¿A qué precio nuestra salud mental, nuestra paz interior? ¿A qué precio nuestra libertad? Yo también estoy cansada de esta rutina, de este ritmo frenético. Extraño viajar, explorar el mundo, sentir la libertad de ser quien soy. Extraño la simpleza, la risa, la espontaneidad".
Jennie: Con una mirada llena de tristeza, se levantaba y decía: "No estoy bien, Lisa. Estoy vacía. He perdido mi esencia, mi pasión, mi alegría. Solo queda un vacío, un vacío que se extiende cada día más. Extraño la tranquilidad, el silencio, la conexión con la naturaleza. Extraño estar con mi familia, compartir momentos con ellos, sentir su apoyo".
Rosé: Con tristeza en sus ojos, la miraba y decía: "Jennie, no digas eso. Eres una estrella. Tienes todo lo que siempre has deseado. Pero la verdad es que no me siento feliz. Siento que estoy perdiendo mi identidad, que me estoy convirtiendo en una sombra de quien era. La competencia es feroz, la presión es constante, y a veces siento que no puedo más".
Jisoo: Con un gesto de comprensión, asentía y decía: "Yo también me siento así. La presión de mantenernos en la cima es abrumadora. Es una batalla constante".
Jennie: Con una risa amarga, decía: "¿El éxito? El éxito es una sombra oscura que se cierne sobre nosotros. Nos consume, nos devora, nos deja vacías. Es un monstruo que nos roba la vida, la alegría, la paz".
Lisa: Con una mirada de determinación, se acercaba a ella y decía: "Jennie, no estamos solas. Tenemos a nuestras fans, a nuestra familia, a nosotras mismas. Tenemos que encontrar una forma de salir de esto. Pero la verdad es que no sé cómo".
La cámara se quedaba en el rostro de Jennie, reflejando la lucha interna que la consumía. La monotonía y el agotamiento del éxito se habían convertido en una prisión de la que no podían escapar. La sombra del éxito se había convertido en una amenaza constante, una sombra que amenazaba con devorarlas por completo.
A pesar del cansancio, la presión y la incertidumbre, las cuatro chicas sabían que tenían que seguir adelante. Ellas eran BLACKPINK, un grupo que había llegado a la cima, y no podían permitirse el lujo de rendirse. La competencia era feroz, y solo las más fuertes podían sobrevivir.