Las horas se convirtieron en dias, y la vida de Lisa comenzó a recuperar su ritmo. La energía regresaba a su cuerpo, la sonrisa a su rostro, y la alegría a su corazón. La sombra de la enfermedad se desvanecía, dejando paso a un nuevo amanecer.
Sin embargo, un pequeño resquicio de oscuridad persistía en su mente. Un recuerdo, un fragmento de un sueño, una imagen borrosa que se negaba a desaparecer. Era una sombra del pasado, un eco de un dolor que no podía recordar con claridad.
"Jennie," dijo Lisa una noche, mientras se acurrucaba en el sofá junto a su amada. "He tenido un sueño extraño."
Jennie la miró con preocupación. "Un mal sueño?"
Lisa asintió, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo. "No puedo recordar bien, pero... había un hombre. Un hombre que me miraba con odio."
Jennie la abrazó con fuerza. "Solo es un sueño, mi amor. No te preocupes."
"No estoy segura," dijo Lisa, con un tono de inquietud. "Siento que hay algo que no recuerdo. Algo importante."
Jennie la besó en la frente. "Si hay algo que te preocupa, debes contármelo. Siempre estoy aquí para ti."
Lisa se quedó en silencio, contemplando la sombra del pasado que la perseguía. La imagen del hombre, con sus ojos llenos de odio, la atormentaba.
"Creo que... creo que lo conozco," dijo Lisa, con un susurro.
Jennie la miró con sorpresa. "¿Lo conoces? ¿De dónde?"
Lisa frunció el ceño, intentando recordar. "No lo sé con certeza. Pero... siento que lo he visto antes. En algún lugar de mi pasado."
Jennie la abrazó con más fuerza. "No te preocupes, mi amor. Si hay algo que no recuerdas, lo descubrirás con el tiempo. No te apresures."
Lisa asintió, sintiendo que las palabras de Jennie le daban un poco de paz. Pero la sombra del pasado seguía ahí, acechando en las sombras de su mente.
Unos días después, mientras Lisa paseaba por el parque con Jennie, se encontró con una mujer que le pareció familiar. Era una mujer de mediana edad, con el cabello medio claro y unos ojos penetrantes que le recordaban al hombre de su sueño.
Lisa se quedó paralizada, sintiendo que el corazón se le aceleraba. La mujer la miró con una expresión fría e indiferente.
"Lisa," dijo la mujer, con una voz que le pareció familiar. "No te había reconocido."
Lisa sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. "¿Quién eres tú?" preguntó, con un tono de inquietud.
"Soy alguien que conoce tu pasado," respondió la mujer, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "Y tengo algo que contarte."
Lisa se quedó en silencio, sintiendo que el miedo la invadía. La sombra del pasado se había hecho tangible, y ahora se acercaba a ella con una amenaza que no podía comprender.
"Jennie," dijo Lisa, con un tono de angustia. "Tengo miedo."
Jennie la tomó de la mano, con una mirada de determinación. "No te preocupes, mi amor. Estoy aquí contigo. Siempre."
Lisa asintió, sintiendo que la fuerza de Jennie le daba un poco de valor. La sombra del pasado se extendía ante ella, y ella estaba lista para enfrentarla, con el amor de Jennie a su lado.
"Vamos a descubrir la verdad," dijo Lisa, con un tono de determinación. "Juntas."
Jennie la miró con ojos llenos de amor y comprensión. "Lo haremos," respondió Jennie. "Juntas."
La sombra del pasado se cernía sobre ellas, pero Lisa estaba decidida a enfrentarla, con el amor de Jennie a su lado. La verdad, por oscura que fuera, no podría destruir el amor que las unía.