La vida en Seúl había retomado su ritmo frenético. Lisa y Jennie se sumergieron en la vorágine de su trabajo: ensayos, grabaciones, sesiones de fotos, entrevistas, apariciones públicas.El apoyo de sus fans, la energía de la música, la complicidad con sus amigas Jisoo y Rosé... todo esto les ayudaba a mantener la ilusión y la esperanza.
Pero la sombra del pasado seguía ahí, acechando en los rincones de la mente de Lisa. La imagen de Frederick, los sueños con el, su sonrisa burlona, se mezclaba con el recuerdo del collar, creando un rompecabezas que no podía resolver.
Una noche, mientras se preparaban para una presentación en vivo, Lisa sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. La sensación de inquietud se apoderó de ella, intensificándose con cada latido de su corazón.
"Jennie," dijo Lisa, con un tono de voz tembloroso. "No puedo dejar de pensar en ese hombre. En Frederick. Siento que me quiere decir algo."
Jennie la miró con ojos llenos de preocupación. "Lisa, te lo he dicho. Te contaré todo cuando sea el momento adecuado. No quiero que tu cabeza te duela de nuevo o que te vuelvas a enfermar."
Lisa asintió, pero la inquietud seguía ahí. La sombra del pasado se extendía ante ella, y ella estaba decidida a enfrentarla, con el amor de Jennie a su lado.
"Jennie," dijo Lisa, con un tono de determinación. "Voy a descubrir la verdad."
Jennie la miró con ojos llenos de amor y comprensión.
La sombra del pasado se cernía sobre ellas, pero Lisa estaba decidida a enfrentarla.
Esa noche, después de la presentación, Lisa y Jennie se encontraron en casa. Antes de que se separen la primera vez, ambas compraron una casa en Seúl, en un condominio solo para ricos y famosos, El silencio de la noche amplificaba la incertidumbre que las rodeaba.
"Jennie," dijo Lisa, con un susurro. "Necesito saber quién era ese hombre. Necesito saber por qué me decía que me iría con él."
Jennie la abrazó con fuerza, sintiendo el miedo en su corazón.
Lisa asintió, sintiendo que la fuerza de Jennie le daba un poco de paz.
La noche cayó sobre Seúl, y Lisa se quedó dormida en los brazos de Jennie, con la imagen de Frederick grabada en su mente.