La mujer del parque se había esfumado, dejando a Lisa con más preguntas que respuestas. El miedo se había instalado en su corazón, una sombra persistente que la perseguía incluso en los momentos más felices.
La imagen de la mujer, con su mirada fría e indiferente, se mezclaba con la del hombre de sus sueños, un hombre de piel clara y cabello castaño claro, que la observaba con una expresión de dolor y reproche.
"Jennie," susurró Lisa una noche, mientras se acurrucaba en los brazos de su amada. "He vuelto a soñar con él."
Jennie la abrazó con fuerza, sintiendo el temblor en su cuerpo. "Con el hombre de tus sueños?"
Lisa asintió, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar. "Sí. Esta vez lo vi más claro. Sus ojos... eran como los de la mujer del parque. Fríos, llenos de odio."
Jennie la besó en la frente, tratando de calmarla. "No te preocupes, mi amor. Solo son sueños. No tienen que significar nada."
"Pero... siento que sí significan algo," dijo Lisa, con un tono de angustia. "Siento que hay un secreto que no puedo recordar. Un secreto que me está atormentando."
Jennie la miró con preocupación. "Si hay algo que te preocupa, debes contármelo. Siempre estoy aquí para ti."
Lisa se quedó en silencio, contemplando la sombra del pasado que la perseguía. La imagen del hombre, con sus ojos llenos de odio, se mezclaba con la de la mujer, creando un rompecabezas que no podía resolver.
"Jennie," dijo Lisa, con un susurro. "Creo que... creo que los conozco a ambos. Pero no recuerdo cómo."
Jennie la abrazó con más fuerza. "No te preocupes, mi amor. Si hay algo que no recuerdas, lo descubrirás con el tiempo. No te apresures."
Lisa asintió, sintiendo que las palabras de Jennie le daban un poco de paz. Pero la sombra del pasado seguía ahí, acechando en las sombras de su mente.
Unos días después, mientras Lisa paseaba por el parque con Jennie, sintió una mirada sobre ella. Se giró y vio al hombre de sus sueños, parado a unos metros de distancia. Su piel era clara, su cabello castaño claro, y sus ojos... eran los mismos que los de la mujer del parque. Fríos, llenos de odio.
Lisa se quedó paralizada, sintiendo que el corazón se le aceleraba. El hombre la miró con una expresión que no podía descifrar. Era una mezcla de dolor, reproche y... ¿odio?
"Lisa," dijo el hombre, con una voz que le pareció familiar. "No te había reconocido."
Lisa sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. "¿Quién eres tú?" preguntó, con un tono de inquietud.
"Soy alguien que conoce tu pasado," respondió el hombre, con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "Y tengo algo que contarte."
Lisa se quedó en silencio, sintiendo que el miedo la invadía. La sombra del pasado se había hecho tangible, y ahora se acercaba a ella con una amenaza que no podía comprender.
"Jennie," dijo Lisa, con un tono de angustia. "Tengo miedo."
Jennie la tomó de la mano, con una mirada de determinación. "No te preocupes, mi amor. Estoy aquí contigo. Siempre."
Lisa asintió, sintiendo que la fuerza de Jennie le daba un poco de valor. La sombra del pasado se extendía ante ella, y ella estaba lista para enfrentarla, con el amor de Jennie a su lado.
"Vamos a descubrir la verdad," dijo Lisa, con un tono de determinación. "Juntos."
Jennie la miró con ojos llenos de amor y comprensión. "Lo haremos," respondió Jennie. "Juntos."
La sombra del pasado se cernía sobre ellas, pero Lisa estaba decidida a enfrentarla, con el amor de Jennie a su lado. La verdad, por oscura que fuera, no podría destruir el amor que las unía.