La última semana en Tailandia se había convertido en un torbellino de emociones encontradas. La alegría de estar cerca de la familia de Lisa se mezclaba con la inquietud que había dejado la aparición de Frederick. Lisa, aún sin recordar quién era ese hombre, sentía un peso en su corazón, una sensación de vacío que no podía explicar.
Jennie, con el corazón apesadumbrado, intentaba mantener la calma, pero la sombra del pasado se cernía sobre ella. Sabía que tenía que contarle a Lisa la verdad, pero el miedo a que su cabeza volviera a doler la paralizaba.
Una tarde, mientras caminaban por un mercado local, Lisa se detuvo frente a un puesto de artesanías. Un collar de conchas marinas, con un dije en forma de corazón, la cautivó.
"Jennie, ¿te gusta?" preguntó Lisa, con una sonrisa.
Jennie la miró, sintiendo un nudo en la garganta. El collar le recordaba a un regalo que Lisa le había hecho a Frederick años atrás, un regalo que había simbolizado su amor.
"Es hermoso," dijo Jennie, con un tono forzado. "Pero creo que deberías elegir algo que te recuerde a Corea. Algo que te ayude a comenzar una nueva etapa."
Lisa frunció el ceño, sintiendo que algo no cuadraba. "¿Por qué dices eso? ¿Acaso no te gusta?"
Jennie la abrazó con fuerza, sintiendo que las lágrimas amenazaban con brotar. "No es eso, mi amor. Es solo que... quiero que recuerdes todo lo que has superado. Todo lo que hemos superado juntas."
Lisa se quedó en silencio, sintiendo que la sombra del pasado se hacía más densa. La imagen de Frederick, con su sonrisa burlona, se mezclaba con el recuerdo del collar, creando un rompecabezas que no podía resolver.
"Jennie," dijo Lisa, con un tono de preocupación. "Hay algo que no me cuadra. Siento que me ocultas algo. ¿Qué es lo que no me quieres contar?"
Jennie la miró con ojos llenos de dolor. "Te lo contaré todo, mi amor. Pero no ahora. No puedo arriesgarme a que tu cabeza te duela de nuevo. Confía en mí. Te lo contaré cuando sea el momento adecuado."
Lisa asintió, sintiendo que la fuerza de Jennie le daba un poco de paz. La sombra del pasado se extendía ante ella, pero ella estaba decidida a enfrentarla, con el amor de Jennie a su lado.
"Jennie," dijo Lisa, con un tono de determinación. "Voy a recuperar mi memoria. Juntas."
Jennie la miró con ojos llenos de amor y comprensión. "Lo haremos," respondió Jennie. "Juntas."
La sombra del pasado se cernía sobre ellas, pero Lisa estaba decidida a enfrentarla, con el amor de Jennie a su lado. La verdad, por oscura que fuera, no podría destruir el amor que las unía.
Esa noche, mientras se acurrucaban en la cama, Lisa se quedó despierta, contemplando la sombra del pasado que la perseguía. La imagen de Frederick, con su sonrisa burlona, se mezclaba con el recuerdo del collar, creando un rompecabezas que no podía resolver. Se preguntaba sobre los sueños con el.
La noche cayó sobre Tailandia, y Lisa se quedó dormida en los brazos de Jennie, con la imagen de Frederick grabada en su mente.