Las horas se arrastraban con la lentitud de la arena en un reloj de arena. Jennie, exhausta, se había rendido al sueño en el sofá, con la mano de Lisa en la suya. La habitación estaba sumida en un silencio casi sepulcral, solo interrumpido por el zumbido constante de las máquinas.
Era la madrugada, cerca de las cuatro de la mañana, cuando un leve sonido la despertó. Un suave gemido, apenas perceptible, como un susurro en la noche. Jennie abrió los ojos de golpe, su corazón latiendo con fuerza.
"¿Lisa?", susurró, su voz llena de esperanza.
En ese instante, vio que los ojos de Lisa se abrían lentamente. Eran ojos grandes y oscuros, llenos de confusión y asombro. La mirada de Lisa recorría la habitación, deteniéndose en cada objeto, como si lo estuviera viendo por primera vez.
Jennie se levantó de golpe, las lágrimas brotando de sus ojos. "¡Lisa! ¡Lisa, por fin!", exclamó, su voz llena de emoción.
Lisa, con un gesto de confusión, intentó hablar, pero solo pudo emitir un débil sonido. Jennie se arrodilló a su lado, abrazándola con fuerza.
"¿Cómo estás? ¿Me escuchas?", preguntó, su voz llena de alegría.
Lisa, con un tono de voz débil, respondió: "¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? ¿Qué haces a mi lado? ¿Qué hacemos acá? ¿Qué es este lugar?"
Jennie, con la voz entrecortada por la emoción, le explicó: "Estás en el hospital, Lisa. Has estado en coma por muchísimo tiempo, pero ahora estás despierta. ¡Es un milagro!"
Lisa, con un gesto de asombro, miró a su alrededor. Su mente aún no podía procesar la situación. "Estaba en coma... ¿Cuánto tiempo?", preguntó con voz débil.
"Ya tienes más de 1 año en coma. ¡Te despertaste a las cuatro de la mañana! ¡Es un milagro!", exclamó Jennie, con los ojos brillando de felicidad.
Jennie salió corriendo y gritando a las enfermeras que llamarán al doctor. Que su Lisa se despertó.Las enfermeras al escuchar eso,corrieron hacia la habitación de Lisa, el doctor había escuchado, inmediatamente salió corriendo de su oficina y llegó a la habitación donde se encontraba Lisa.
Doctor y enfermeros esto es un milagro, es increíble, era imposible que despertara tan pronto Pero también estaban felices. Le revisaron y todo parecería normal, se despidieron de nosotras y el doctor dijo que volvería mañana temprano. Le pido a Lisa que descansara que mañana hablarían.
La emoción de Jennie era tan grande que no podía contenerse. Se levantó de golpe y corrió hacia la puerta, buscando a los padres de Lisa. Pero la habitación estaba vacía. Se habían ido a su casa a descansar, prometiendo volver al día siguiente.
Jennie, con el corazón lleno de alegría, tomó su celular y marcó el número de la madre de Lisa. "¡Señora! ¡Lisa despertó! ¡Está bien!", exclamó, su voz llena de emoción.
La madre de Lisa, con la voz llena de sorpresa y alegría, exclamó que volvería al hospital lo más pronto posible.
Jennie, con una sonrisa radiante, colgó el teléfono. La felicidad la inundaba por completo.
"Lisa, ¡esto es increíble! ¡Te despertaste!", dijo, besando el rostro de su amada.
Lisa, con una sonrisa débil, respondió: "No entiendo nada, Jennie. ¿Qué pasó?"
Jennie, con el corazón lleno de amor, le explicó el porque había caído en coma. Ahora no puedo explicarte todo, tienes que recuperarte y salir del hospital juntas. La emoción de ese momento era tan grande que parecía que el mundo se había detenido. Jennie acercó su rostros a la de Lisa y le plasmó un besos dulce, lleno de amor.