Escena: La habitación de Lisa está en silencio, solo interrumpido por el pitido constante de las máquinas que la mantienen con vida. La luz del sol se filtra a través de las cortinas, iluminando el rostro pálido de Lisa, que yace inmóvil en la cama. Jennie está sentada junto a ella, su mano descansando sobre la de Lisa, sus ojos llenos de lágrimas.
Jennie: (con voz suave y llena de esperanza) Lisa, por favor, despierta. Sé que puedes hacerlo. Te necesito aquí, conmigo.
La puerta se abre y la madre de Lisa entra, con un rostro lleno de preocupación.
Mamá de Lisa: (con voz temblorosa) Jennie, ¿cómo estás? ¿Has dormido algo?
Jennie: (se limpia las lágrimas) No mucho, señora. Solo quiero que Lisa despierte.
Mamá de Lisa: (se sienta junto a Jennie) Lo sé, mi querida. Yo también. Pero tenemos que ser pacientes. El doctor dijo que puede tardar un tiempo.
Jennie: (con voz llena de angustia) ¿Y si no despierta? ¿Y si... y si nunca más vuelve a ser la misma?
Mamá de Lisa: (la abraza con fuerza) No digas eso, Jennie. Lisa es fuerte, ella va a superar esto. Tenemos que tener fe.
El doctor entra a la habitación con una carpeta en la mano.
Doctor: (con voz tranquila) Buenas noticias, familia. Lisa ha mostrado signos de mejoría nuevamente. Su actividad cerebral ha aumentado y ha habido un ligero movimiento en sus dedos.
Jennie: (con los ojos llenos de alegría) ¿En serio? ¿Eso significa que... que va a despertar?
Doctor: (con una sonrisa leve) Es un buen augurio, sí. Pero aún es demasiado pronto para asegurar nada. Tenemos que esperar y observar su progreso.
Mamá de Lisa: (con voz llena de esperanza) Doctor, ¿cuándo despierte será como antes del accidente?
Doctor: (con un tono de voz paciente) Sí, aunque. Aunque Lisa necesita descansar y recuperarse.
Jennie se queda mirando a Lisa, con una mezcla de alegría y miedo en su corazón. La esperanza de que Lisa despierte pronto la llena de felicidad, pero el miedo a que no sea la misma la atormenta.
Jennie: (con voz susurrante) Lisa, por favor, despierta. Te necesito aquí, conmigo. Te amo.
La música de fondo se intensifica, creando una sensación de suspenso e incertidumbre.