Capítulo 9

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La semana continuó su curso, y aunque el encuentro en el bosque había sido un torbellino emocional para Claire, la vida en el campus se movía a su ritmo habitual. Sin embargo, las emociones de Claire seguían revoloteando en su mente, y la presencia de Lena se volvía cada vez más significativa en su vida.

Una tarde, mientras las dos amigas se sentaban en la cafetería, Lena observó a Claire con una intensidad que hizo que su corazón latiera más rápido. Se dio cuenta de que su cariño por Claire había crecido, pero la complejidad de sus propios sentimientos la mantenía en un tira y afloja constante.

—¿Estás bien? —preguntó Lena, su voz suave y preocupada—. Te he visto un poco distraída.

Claire desvió la mirada de su bebida, sintiéndose atrapada entre el deseo de ser honesta y el miedo a abrirse demasiado.

—Es solo... un poco de estrés con las clases —respondió, intentando restarle importancia. La imagen de Kathryn volvió a su mente, y su corazón se aceleró involuntariamente—. Además, la semana ha sido larga.

Lena asintió, pero había un destello de preocupación en sus ojos.

—A veces, un cambio de ambiente puede ayudar. ¿Qué tal si hacemos algo divertido este fin de semana? Podríamos ir a esa exposición de arte en el centro. Siempre te ha gustado —sugirió, sonriendo de manera animada.

Claire se sintió tentada, pero también una punzada de incomodidad. La idea de salir con Lena era atractiva, pero en el fondo, sabía que la presencia de sus sentimientos complicaría las cosas.

—Suena genial, pero... —comenzó, dudando de si realmente quería ir.

—Vamos, Claire, necesito una salida. No puedo seguir siendo la única que disfruta de la cultura en este lugar —dijo Lena, intentando animarla.

Claire no pudo evitar sonreír ante la insistencia de Lena. Finalmente, asintió.

—Está bien, hagámoslo. Podría ser divertido —respondió, sintiendo un alivio momentáneo en su pecho.

La conversación fluyó, pero Claire no podía sacudirse la sensación de que había algo más en el aire. Los gestos de Lena, su mirada constante, todo parecía indicar un afecto que iba más allá de la amistad.

El día de la exposición llegó, y Claire se sintió emocionada. La energía del lugar era vibrante, y mientras caminaban entre las obras, Lena la guiaba con entusiasmo.

—Mira eso, ¡es impresionante! —exclamó Lena, deteniéndose frente a una pintura abstracta llena de colores vivos. Claire sonrió ante la pasión de su amiga.

Sin embargo, a medida que avanzaban, Lena comenzó a acercarse más, tocando ligeramente el brazo de Claire mientras comentaba sobre las obras. Claire sintió su corazón acelerar, confundida por la cercanía de Lena y la forma en que su amiga la miraba.

Mientras admiraban una escultura, Lena se volvió hacia Claire, su expresión seria.

—Claire, ¿alguna vez has pensado en cómo a veces las cosas más bellas son las más complicadas? —preguntó, su tono reflexivo.

Claire sintió un escalofrío. La pregunta resonó en su interior, y de inmediato, pensó en su relación con Kathryn.

—Sí, a menudo. A veces, lo que parece perfecto está lleno de sombras —respondió, sus palabras saliendo más sinceras de lo que había previsto.

Lena la miró fijamente, y Claire sintió una corriente eléctrica en el aire. En ese momento, Lena dio un paso más cerca, y Claire sintió la presión de la conexión entre ellas.

Justo en ese instante, la puerta del lugar se abrió y Kathryn entró. Su mirada se posó rápidamente en Claire y Lena, y Claire sintió un vuelco en el estómago. La expresión en el rostro de Kathryn cambió sutilmente; un destello de sorpresa y algo más la cruzó.

Kathryn se detuvo un momento, observando la cercanía entre Claire y Lena. Claire notó cómo la tensión se acumulaba en el aire, una nube oscura que parecía distorsionar la luz alrededor de ellas.

—Rousseau —saludó Kathryn, su voz neutra pero con un matiz de incomodidad—. No sabía que venías a esta exposición.

—Hola, Profesora Mills. Vine con Lena —respondió Claire, sintiendo que su corazón latía con fuerza mientras miraba a su profesora.

Lena, percibiendo la llegada de Kathryn, se enderezó, y un leve destello de celos pasó por sus ojos. Kathryn, aunque mantenía su postura profesional, no pudo evitar dirigirle una mirada dura a Lena.

—Hola —dijo Lena, tratando de mantener la calma—. Es un buen lugar para relajarse, ¿verdad?

Claire se sintió atrapada entre ellas, notando la tensión creciente. Kathryn asintió, pero su expresión se había vuelto fría, casi distante.

—Sí, ciertamente —respondió Kathryn, su voz un poco más formal. Luego se volvió hacia Claire—. ¿Te gustaría que te acompañara a ver más obras?

Lena entrecerró los ojos, y Claire sintió que la atmósfera se volvía aún más tensa. La sugerencia de Kathryn era inusual, y el tono con que lo decía parecía competir con el interés que Lena había estado mostrando.

—Oh, no es necesario —respondió Claire, nerviosa—. Estoy bien aquí con Lena.

Kathryn sonrió, pero no alcanzó sus ojos. Claire notó cómo sus labios se apretaban levemente.

—Solo pensé que podríamos... discutir algunas de las obras juntas —dijo Kathryn, su tono un poco más insistente.

Lena, sintiendo la necesidad de defender su espacio, interrumpió:

—Claire y yo estábamos teniendo una conversación interesante sobre el arte. ¿Verdad, Claire? —su mirada se volvió desafiante hacia Kathryn.

Claire sintió el calor subiendo a sus mejillas, sintiendo que ambas se estaban enfrentando sin quererlo. Se aclaró la garganta, sintiendo la presión de la situación.

—Sí, estábamos hablando de cómo a veces las cosas más bellas son las más complicadas —dijo Claire, tratando de suavizar el ambiente, pero sabiendo que sus palabras solo alimentaban la tensión.

Kathryn frunció el ceño ligeramente, claramente molesta por la insinuación de Lena y el interés que parecía haber despertado en ella.

—Es una perspectiva interesante —dijo Kathryn, su tono más cortante ahora. Luego miró a Claire—. Espero que encuentres lo que buscas aquí.

Claire sintió que su pulso se aceleraba. La situación se había vuelto incómoda, y no sabía cómo manejarla. Mientras las dos mujeres intercambiaban miradas desafiantes, Claire se sintió como una espectadora en su propia vida.

—Quizás deberíamos seguir viendo las obras —sugirió Claire, intentando cortar la tensión—. Hay mucho que explorar.

Ambas mujeres asintieron, pero la atmósfera no se despejó. Kathryn se movió un poco más cerca de Claire, mientras Lena se mantuvo firme, con una mirada decidida que dejaba claro que no iba a ceder.

A medida que se alejaban, Claire sintió que el peso de la incertidumbre la oprimía. Entre las miradas fulminantes y las palabras no dichas, se dio cuenta de que sus sentimientos estaban empezando a desbordarse. La mezcla de la tensión entre Kathryn y Lena la dejaba confundida y deseosa de aclarar su propio corazón.

A medida que exploraban la exposición, Claire se sintió atrapada en un tira y afloja emocional, preguntándose si alguna vez podría entender lo que realmente significaban esas complejidades en su vida. Las miradas celosas y las emociones reprimidas estaban comenzando a complicar un camino que ya era difícil de transitar.

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⏰ Última actualización: Nov 17 ⏰

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