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Nirvana se alejó de él, lo miró directamente a los ojos. —Dime que no es cierto...

—No pasó así— dijo Justin, tratando de acercársele, pero ella se alejó.

— ¡Es mi madre! —Gritó llorando—. ¿Cómo pudiste pensar en acostarte con ella? Eso explica porqué viajabas tanto a Brasil, era para verla ¿Verdad?

Justin respiró hondo. —Si me dejas explicarte, te prometo que...

—No quiero escucharte —dijo ella negando lentamente.

Él apretó sus hombros y la retuvo. —Escucha... Cielo, quiero que escuches. No pasó así, te diré toda la verdad, pero necesito que dejes de llorar y me escuches.

Nirvana asintió, y eso hizo que Justin respiraba hondo. — ¿Te acuerdas cuando fui a Brasil por dos meses? Habíamos discutido unos días antes. ¿Recuerdas?

—Lo recuerdo —respondió ella secándose las lágrimas.

—Laura y yo estábamos en el mismo hotel, salimos a cenar, pero no solos, había otras seis personas, la llevé porque nos íbamos a reunir con unos inversionistas y no domino el portugués, además ella sabía todos los temas que íbamos a tratar. Cuando íbamos subiendo en el ascensor de regreso a nuestras habitaciones separadas, ella me besó... Pero no pasó de un beso, lo juro.

Nirvana se alejó de él. — ¿Cómo diablos quieres que te crea?

—Te llamé esa noche, dejaste el teléfono en altavoz, estabas con Sarah, te dije que no iba a poder volver, sino dentro de una o dos semanas más, realmente no quería quedarme en Brasil, y solo te lo dije para probarte, quería que me dijeras que me extrañabas, pero no lo hiciste, solo me dijiste que tú y la niña estaban bien, que no me preocupara por ustedes.

—Luego que terminé de hablar contigo, Laura fue a mi habitación, quería que saliéramos, pero la rechacé, la rechacé porque te extrañaba demasiado, esa noche tomé el portarretratos que siempre cargo conmigo de ti y la niña y solo pude pensar en lo mucho que las echaba de menos y lo mucho que me dolía que no me extrañaran, tienes que creerme, por favor.

Nirvana se quedó en silencio unos segundos, recordaba perfectamente lo que él le decía, incluso había escuchado a Laura pedirle que bajara al bar con ella, pero él no sabía que su teléfono se había quedado abierto, y la llamada no había finalizado, él la había rechazado y luego había dicho que las extrañaba. Pero eso no justificaba que se hubieran besado.

— ¿Por qué la besaste, Justin? —Preguntó llorando—. Eres tan cambiante, me amas a momentos, pero te besas con otras mujeres, no niegues que la deseabas, siempre ibas a Brasil, no soy estúpida, todos tus viajes no eran de negocio, la ibas a ver a ella, a mi mamá —negó lentamente—. No quiero tener más lazos que me unan a ti —dijo secándose las lágrimas—, no quiero saber de ti, ni de nada que me ate a ti... —Hizo una pausa y respiró hondo—.De lo único que tengo ganas es de abortar e irme lejos con Sarah.

Nirvana notó que Justin se ponía serio y la observaba fijamente. —Sí, estoy embarazada —confesó tristemente.

Corrió y se encerró en la habitación. Vio que Susana estaba con Sarah en la cama. —Te puedes ir —le dijo Nirvana a la niñera.

— ¿Segura? —Preguntó Susana.

Nirvana asintió, luego de unos minutos vio a Justin entrar a la habitación. —No te perdonaré si abortas, hablo en serio —dijo él mirándola—. Si matas ese bebé será el límite.

— ¿Crees me importa lo que tú consideras el límite? ¡Besar a mi madre significa el límite para mí! —Gritó tan alto que sintió que su cuerpo vibró.

—Amor... Estás embarazada —dijo tratando de tocarla.

—Déjame sola —le rogó ella con tristeza—. Ya no se trata de Laura, yo no la amo, pero a ti si, tus acciones me duelen más que las del resto. 


Amor Destructivo II (Disponible en físico & PDF) Links en bio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora