120.

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  Ella sonrió y se quedó unos segundos entre sus brazos, en ese mismo momento sintió que alguien entraba a la habitación, se separó de su cuñado para girarse, y notó que Justin la observaba, estaba enojado, no con su hermano, sino con ella.

—Solo me estaba disculpando por... —empezó a decir Adam, pero se calló al ver que Justin había enfocado su mirada en Nirvana, solo en ella. —Será mejor que me vaya —dijo saliendo de la habitación.
Nirvana se quedó mirándolo unos segundos, empezó a caminar hasta él, pero sonó su celular, y eso lo hizo salir de la habitación sin mirar atrás.

Ella salió de la habitación, en su búsqueda. ¿Quién lo llamaba a media noche? Lo encontró en el pasillo.

—...Estamos bien, Jake. Tú también puedes tomar un avión y visitarnos, no, papá no estará enojado contigo por eso, todos nos meteos en problemas alguna vez, lo superará.

Nirvana se relajó al saber que solo se trataba de su hermano, a decir verdad, no entendía porqué Jake nunca más había vuelto, estaba claro que la universidad en Inglaterra lo tenía ocupado, ¡Pero era Navidad! Todos estaban de vacaciones en estas fechas, él podía tomar un avión verlos a todos y regresar al otro día.

Ella avanzó hasta él y lo abrasó, no le importaba si él seguía enojado con ella, quería estar a su lado, se puso de puntitas y le dio un beso en los labios, lo vio sonreír. —Sí, esa era Nirvana —dijo sosteniendo el teléfono—. Tienes que conocer a Sarah —dijo más relajado—. Es una hermosura.

Nirvana decidió darle algo de intimidad, y se regresó a la habitación, se dio un baño y se metió entre las sábanas, estaba exhausta, cerró los ojos y trató de conciliar el sueño.

Cuando pensó que finalmente iba a descansar, se escuchó el ruido de un trueno, eso la hizo vibrar, e hizo que Sarah rompiera a llorar desesperadamente.

Nirvana se paró de la cama y tomó a la niña en sus brazos, su pequeño corazón estaba acelerado. —Todo está bien, bebé —le aseguró acurrucándola contra ella en la cama. —Mami está aquí —dijo en un susurro.

La lluvia empezó a caer de forma violenta. La niña se acurrucó más contra ella. Empezó a cantarle una canción de cuna, cuando sintió la mano de Justin acariciar su cuerpo, luego sus brazos la apretaron. Ella sonrió y cerró los ojos. Cuando él estaba todo estaba bien.

Al otro día todos estaban llenos de regalos, incluso la pequeña Sarah, Lucía insistió en tomar foto de todo, así que cuando menos lo esperabas, el flash de la cámara te cegaba. —Álbum familiar —decía ella con una sonrisa.

Sus dolores de cabeza habían seguido, así que se estaba auxiliando de las pastillas que Susana le había dado, la aliviaban al instante, así que era una gran ayuda, ya que le permitían compartir con todos y no tener ese aspecto de enferma.

Ese día todos regresarían a casa, así que se estaban divirtiendo a lo grande, el clima no había mejorado, pero eso no impidió que Lucía, Adam y Cristóbal se bañaran bajo la lluvia en la piscina, y que Justin pasara horas junto a su padre tratando de hacer carne a la parrilla.

Sally y Sarah estaban en una esquina jugando con sus reglaos de navidad, y ella estaba a su lado cuidándolas, mientras conversaba con la morena novia de Cristóbal, era una chica muy agradable, así que no dudó que sería una buena madre para Sally, si Cristóbal decidía casarse con ella.

Cuando llegaron a casa, Nirvana acostó a la niña en la cuna. Escuchó su celular sonar y se apresuró a tomarlo, se sintió rara al escuchar a Christopher del otro lado dela línea. — ¿Cómo estás? —Preguntó él—. Feliz navidad.

Ella se quedó en silencio unos segundos. No recordaba haberle dado su número nunca, pero supuso que como era profesor y manejaba los datos personales de sus estudiantes, por esa razón debió haberlo averiguado. — Hola, Chris. Feliz navidad para ti también —dijo un tanto extraña—. ¿Cómo estás tú?

—Te hice la pregunta primero —dijo él sonriendo.

Ella sonrió. —Estoy bien, ¿Por qué lo preguntas?

—No te vi bien el último día de clases, me preocupé.

Nirvana frunció el ceño. —Estoy bien Chris, solo estaba cansada. Gracias por preguntar. ¿Estás pasando bien la navidad?

Él suspiró, sonó cansado y un poco triste. —Si —respondió, pero estaba claro que mentía. — No tengo con quien pasarla, pero supongo que los libros me harán una excelente compañía.

—Eso es triste —respondió ella sinceramente—. ¿Algo que pueda hacer? —Preguntó amablemente.
—Ve la primera semana de clases —dijo él con una sonrisa. —Me alegraré de verte.

—Prometo —hacerlo respondió con una sonrisa.
—Adiós Nirvana.

—Adiós Christopher —dijo ella colgando el teléfono, se quedó mirando unos segundos a ningún punto en específico.

— ¿Por qué diablos él tiene que llamarte en Navidad? —Preguntó Justin bruscamente haciéndola saltar.

—No lo sé —respondió dejando el teléfono en su escritorio, y desvistiéndose, buscó su pijama y justo cuando pensaba meterse en la cama, Justin la asió del brazo. —Nirvana —dijo en tono grave—. ¿Por qué él te llama en navidad?

Ella lo miró fijamente. — ¿Te paso el teléfono para que lo llames y le preguntes? —Se soltó de su agarre y se metió en la cama.

Él se quedó parado, observándola con el ceño fruncido. Eso la hizo respirar hondo, pararse de la cama y acercársele. —No lo sé, hablo en serio —dijo abrasándolo. No pasó ni un minuto cuando él la envolvió en sus brazos y besó su pelo. —Odio a ese imbécil.

Nirvana se alejó de sus brazos se metió en la cama. —Estoy tan cansada —dijo cambiando de tema.

Él se desvistió y se metió en la cama con ella. Acarició su vientre y cerró los ojos, ella luego de unos segundos lo observó. Él se había quedado dormido. Nirvana sonrió y puso sus manos encima de la de él, el niño o la niña aún no nacía, y ya sabía que iba a recibir mucho amor de parte de sus padres. Mucho, mucho amor.

*O*
CONTINUARÁ...  


Amor Destructivo II (Disponible en físico & PDF) Links en bio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora