51.

1.1K 50 0
                                    

— ¡Lo siento! — Exclamó en tono alto—. Ella me provocó. Empezó a decir que no parecía tu esposa, y...

— ¿Cuándo vas a crecer, Nirvana? ¿Cuándo dejarás de ser una niña? ¿Por qué no te comportas como una mujer? —Le preguntó bruscamente. 

Ella sintió que las lágrimas se apilaban en sus ojos. —Lo siento, Justin. En vez de estar descubriendo cosas, un hombre me violó a los 18 y me obligó a ser una mujer antes de tiempo —Dijo tristemente. 

Él se quedó en silencio unos segundos. —Cielo... Yo... —empezó a decir, pero ella negó tristemente, y salió de la habitación.

Salió al balcón y posó sus manos en la baranda. Nunca pudo saber cuál era la transición natural en que una mujer pasaba de ser adolescente a ser adulta, ella toda su vida había sido diferente a las demás, desde pequeña había tenido que ocuparse de cosas como si fuera una adulta. Fue forzada por su padre a madurar antes de tiempo... pero respecto al sexo... De eso se encargó Justin cuando la violó.

Él termino de forzarla a convertirse en una mujer. Él la había sacado de la comarca y la había alejado de lo que una vez consideró su hogar, cambió su ambiente, sus pensamientos y ella se tuvo que adaptar a la realidad. No tuvo elección.

—Lo siento... —escuchó a justin decir detrás de ella.

Nirvana negó tristemente. —No importa —respondió, girándose para verlo—. Si te preocupa que ella ponga cargos contra mí, está bien... Lo entiendo —Dijo secándose las lágrimas. 

Él trató de acercársele, pero ella se lo impidió. Estaba cansada, física y emocionalmente. No durmió en su habitación, Justin trató en innumerables veces de entrar a la habitación, de tratar de que hablaran, pero ella le gritó que se fuera. 

Al otro día, sintió que su cabeza iba a estallar, no vio a justin al despertar, ni tampoco a Sarah, supuso que él la había llevado o con lucía o a una nueva guardería. Se alistó lentamente y fue al trabajo.

No tenía ánimos para hacer muchas cosas, se concentró en terminar de redactar lo que había dejado inconcluso el día anterior, ni siquiera se levantó al medio día para almorzar. A mitad de la tarde se paró de su escritorio y miró por el ventanal, todo a su alrededor estaba bien, pero algo dentro de ella estaba roto, era como si todos fueran de un color y ella fuese gris.

Tan solo quería algo de comprensión. Solo eso. Quería tener a un esposo que la apoyara sin importar lo que hubiera pasado, pero ese no era Justin. Él siempre la acusaba por comportarse como una niña. ¿Y no era eso acaso lo que aún era? Apenas tenía 20 años, tenía una hija, un esposo que la absorbía, y vivía una vida a la cual no pertenecía, en un ambiente de riqueza y vanidad que odiaba.

Sintió sus lágrimas caer, y se sintió como una estúpida, como siempre, Justin la hería, no importaba lo que pasara, él siempre pensaba que ella era la culpable de todo. 

Sintió que Omar ponía sus brazos en sus hombros y la giraba. — ¿Qué te está pasando? —le preguntó, secando sus lágrimas. 

Ella negó, y trató de zafarse de su agarre, pero él se lo impidió. —Hey, te conozco bien, cielo. 

—Estoy bien —dijo esbozando una sonrisa falsa.

—Odio verte triste, odio ver cuando Justin te hace algo malo, y sé que se trata de él porque lo veo en tus ojos... Es por eso que lo odio, lo odio a él por hacerte sufrir. Una chica como tú no debería estar con un hombre como él. No lo necesitas en tu vida, y en el fondo lo sabes. Nirvana... Él nunca te querrá como lo hago yo. Nunca. 

Nirvana lo miró a los ojos, acarició su mejilla, y se acercó a sus labios, sin darse cuenta lo besó, lo besó de la forma más tierna que pudo hacerlo, lo besó como no había besado a nadie en su vida. 

Él era todo lo contrario a justin, él no era guerra, era paz; Él no era arrogante, era humilde; Él no necesitaba controlarla, él la conocía tan bien, que incluso adivinaba sus movimientos mucho antes de que ella los realizara. 

Amor Destructivo II (Disponible en físico & PDF) Links en bio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora