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Cuando despertó ni siquiera vio a Justin, lucía estuvo en casa desde el mediodía, Nirvana no estaba de ánimos para hacer compras, así que solo empacó la misma ropa abrigada que llevó a Noruega. — ¿Qué está pasando? —Pregunto lucía entrando a la habitación—. ¿Qué es lo que me estás ocultando, Vane?

Nirvana fingió una sonrisa. —Tendremos siete días para hablar, te lo contaré todo allá —respondió. Empacó la ropa de Sarah en una maleta color rosa.

Justin y Adam fueron a casa para cenar. —Estoy emocionada por este viaje —dijo lucía recostando su cabeza del hombro de su esposo.

Nirvana solo alzó las cejas y siguió comiendo. Sentía como si se estuviera ahogando. No se sorprendió cuando se enteró de que viajarían en el avión de Justin, él siempre tenía el control de todo.

Su estado de ánimo estaba totalmente neutral. Al momento de subir al avión no estaba triste, pero tampoco feliz. Estaba esperando el momento en que Justin y Adam bajaran, pero se enteró de que ellos la acompañarían hasta Alemania.

Nirvana saltó toda la mierda grupal y fue directamente hacia la habitación, sola. Se paró en la habitación y empezó a mirar todo a su alrededor, había una mesita con portarretratos, no los había visto la última vez, levantó uno de ellos, era color rosa y tenía pequeñas conchas de mar alrededor del marco, era de Sarah y ella. Ellas estaban en la playa, frunció el ceño.
Recordaba que habían ido a la playa cuando Justin se había ido a Brasil por dos meses. ¿Cómo había conseguido la foto?

Tomó el segundo portarretratos, era negro con pequeños lacitos, era una foto grupal, estaban en casa del papá de Justin, ella estaba embarazada, estaban todos incluyendo a Cristóbal, Prada y a Sally. Y el tercer portarretratos era una foto de ellos tres en Noruega.

Sonrió involuntariamente. Todas las personas que se encontraban en la foto eran su familia, todas habían venido por parte de Justin. Pensaba que al final las cosas no habían salido tan mal, había perdido a sus padres, y en vez de quedar totalmente desamparada había ganado una familia y buenos amigos. Las únicas que personas que faltaban en las fotos era Omar y su madre, pero al final de cuentas ellos eran solo parte de ella, no de Justin. Así que directamente no podía agregarlos.

Se sentó en la cama y miró al suelo. Escuchó que la puerta se abría, al parecer su objetivo de estar sola por un tiempo no iba a poder realizarse. — ¿Quieres algo? —Escuchó que preguntó Justin.

Ella negó, sin despegar la vista del piso. Realmente no quería nada excepto bajarse del avión y dejar de fingir que este viaje resolvería sus problemas.
Hombres. Tan simples. Pensaban que todo en la vida de las mujeres se resolvía con un viaje o llevándola de compras. Sí, a veces eso arreglaba algunas cosas, pero no el tema tan drástico de tener un hijo. Definitivamente eso no.

—¿Estás bien? —Preguntó él.

— ¿Quieres la verdad? —Preguntó ella mirándolo.

Él negó. —Entonces no peguntes —dijo Nirvana poniendo sus manos en sus piernas—. Siento que voy a vomitar en cualquier momento, y no hablo de que físicamente me sienta enferma sino de que... Siento que esto no va a solucionar el problema. Lo siento, no debería decirte esto, tú quieres que finja que todo está bien y que soy feliz yendo a Alemania.

—En cualquier momento puedes desistir y volveremos a casa... Pero tú prefieres a Omar sobre todas las cosas.

Ella sonrió y lo observó. —No dejes que los celos te cieguen ¿Si? no hago esto porque ame a Omar, lo hago porque al final siento que es lo correcto. Él merece el puesto de trabajo y necesita el dinero.
Justin se encogió de hombros. —Eso no quita que lo prefieras sobre todas las cosas.

—Te prefiero a ti sobre todas las cosas —dijo Nirvana mirándolo fijamente—. La noche en que fuiste a casa de mi padre a comprarme, él me propuso matrimonio. A ti te odiaba, y él era mi mejor amigo. Si lo hubiera amado ¿Crees que estaría aquí ahora mismo? Hubiera escapado con él. ¿No crees? —Ella se paró y caminó hacia él—. Te amo, y no sé hasta qué punto, solo sé que cuando no estás a mi lado siento que me falta algo, tú me haces sentir completa... Y creo que no necesitas atarme a ti más fuerte con otro niño, pero si eso te hace feliz, lo haré —dijo tristemente poniendo una mano en su hombro—. Lo haré, Justin —él trató de tomar su mano pero ella se alejó y salió de su habitación.

—Tienes que probar estos mojitos, Vane —dijo lucía señalando un pequeño vaso de cristal.

Nirvana sonrió, caminó hasta donde estaba Sarah jugando con un peluche y se sentó a su lado. Adam y lucía estaban jugando ajedrez, ella no tenía idea de cómo hacerlo, así que no se unió al grupo.

No volvió a ver a Justin en el trayecto del viaje, él se quedó todo el tiempo en la habitación, no fue sino cuando llegaron al Aeropuerto Internacional de Múnich, que lo vio salir y hablar algo con la azafata. Su cara no reflejaba nada, no sabía si estaba enojado o no. pareciera como que sí, pero no podía asegurarlo.

Al momento de despedirse, vio a Lucía arrojarse a los brazos de su esposo, ella, sin embargo, estaba parada con la niña tomada de la mano, Justin alzó a Sarah y le dio un beso en la mejilla, la niña sonrió. El momento incomodo llegó cuando se quedaron mirando fijamente a los ojos por unos segundos. 

Amor Destructivo II (Disponible en físico & PDF) Links en bio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora